«Intemperie», de Jesús Carrasco: Los paisajes de lo inhumano

El escritor extremeño debutó en 2013 con esta espléndida novela en torno a un valeroso niño que emprende la huida del hogar rumbo a lo desconocido. Un relato construido en bella prosa de gran riqueza lingüística, en el cual abundan palabras poco usadas que obligan a consultar su significado, y que tiene una adaptación cinematográfica (dirigida por Benito Zambrano), recientemente estrenada en la cartelera española.

Por Jordi Mat Amorós i Navarro

Publicado el 28.6.2020

«Has llegado hasta aquí porque tienes voluntad».
Jesús Carrasco

Belleza en la escritura y mucho poder en la descripción de la acción, es uno de esos libros que atrapan y que se vivencian con imágenes. Emotivas y duras imágenes las que se relatan, una historia tan dura como el paisaje árido en el que se desarrolla, un paisaje protagonizado por el inclemente sol y en el que escasea el agua de vida.

Gentes secas, muy secas, gentes sumergidas en la tierra polvorienta de la no emoción. Gentes sin nombre propio, gentes con apodos o genéricos: el padre, el aguacil, el tullido, el colorao… Un mundo de hombres extremadamente duro en el que sólo se menciona a una mujer: la madre del niño, una mujer anulada en ese universo inhumano.

Y dos personas humanas ante esa dureza generalizada. Dos personas que se encuentran y se ayudan, ellos tampoco tienen nombre sumidos como están en ese ambiente insensible, son el pobre niño y el viejo pastor que le protege de sus perseguidores.

El pastor —a pesar de su nobleza— se ha visto empujado a revestirse de la protectora distancia ante tanta crueldad. Así lo vivencia el niño que desconfía —por su penosa experiencia— de él y duda constantemente sobre las intenciones de ese hombre callado.

Muchas son las duras pruebas que afrontan. De entrada el niño en su solitaria huida escondiéndose de todos y de todo; y luego junto al pastor tras su inesperado encuentro. Ambos resisten todo lo peor que se pueda imaginar, nos duelen sus heridas y sentimos sus náuseas.

Es bello cómo le hace ver el pastor al niño que es valeroso. El chaval que nunca ha recibido un halago ni una felicitación en su vida es reconocido por ese hombre auténtico y curtido. El niño le confiesa tener miedo, y el pastor lo estimula con un: “has llegado hasta aquí porque tienes voluntad”. Y le habla de la imagen del Cristo que tienen junto a ellos, de las tres puntas de su corona o las potencias de Jesús: la memoria (entiendo que no la del resentimiento y sí la del valeroso aprendizaje), el entendimiento y la voluntad. Extraordinaria tríada que es todo un reto de vida, excepcionalidad humana en nuestro mundo que —a su manera— encarna el pastor de ovejas.

El niño aprende de todo con ese hombre íntegro que es y será siempre su referente, ¡qué necesario para un chaval el tener un buen referente! Ese niño del que no conocemos la edad, es de alguna manera el reflejo del niño que un día fue el pastor y que en esas condiciones de “vida” tuvo que adormecer. Todos tenemos un niño en nosotros, el niño que fuimos y que solemos olvidar en nuestro caminar adulto; encontrarse con un niño —como le ocurre a ese buen hombre— es una oportunidad para recordar el propio, abrazando su dolor se abraza también el dolor sufrido por lo vivenciado en los paisajes de la propia infancia.

Como última reflexión resaltar que tras la lectura del libro uno relativiza muchas situaciones duras del día a día, ante lo vivenciado por ese niño sin nombre ni edad toda dificultad parece nada. Desafortunadamente demasiadas niñas y niños han crecido y crecen en paisajes inhumanos, ojalá al menos encontraran en sus vidas a alguna persona con valores y valor como el viejo pastor.

Intemperie fue trasladada hacia un lenguaje audiovisual en 2019, en una adaptación cinematográfica a cargo del realizador español Benito Zambrano.

 

Dedicado a Rocío y Rubén, pareja muy querida y unos referentes para muchos, especialmente para sus chicos.

 

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Jordi Mat Amorós i Navarro es pedagogo terapeuta por la Universitat de Barcelona, España, además de zahorí, poeta, y redactor permanente del Diario Cine y Literatura.

 

«Intemperie», de Jesús Carrasco (Seix Barral, 2013)

 

 

Jordi Mat Amorós i Navarro

 

 

Crédito de la imagen destacada: Lupe de la Vallina.