«La ciambra»: El patio trasero de Europa

Disponible desde el 3 de septiembre en el nuevo Canal On Line de Arcadia Films, la cinta del realizador ítalo–estadounidense Jonas Carpignano fue galardonado tanto en la versión de los David di Donatello, como en el Festival de Cannes del año 2017.

Por Aníbal Ricci Anduaga

Publicado el 12.9.2020

El recurso de utilizar una cámara en mano durante dos horas siguiendo al protagonista podría resultar un ejercicio agotador, en algunos pasajes pareciera que no va a ninguna parte, pero este director ítalo-americano tiene algo que contar: el rito de iniciación de un gitano inmerso en una barriada donde conviven distintos grupos de inmigrantes. Es demasiado joven, tendrá catorce años, su hermano y su padre todavía no lo consideran apto para participar del negocio familiar. Vive rodeado de hermanas y primas que seguirán los pasos de la madre en la cocina. Es un mundo machista, muy elemental y para convertirse en adulto habrá de proveer a su familia.

Pio Amato se encuentra en una encrucijada cuando su hermano y su padre son detenidos por la policía. Decide intervenir en los encargos y eliminar intermediarios para evitar que engañen a su madre. Le pide ayuda a Ayiva, refugiado africano que lo cuida y le confía su pasado y el escondite de sus artículos robados. En la discoteca se reúnen los mundos de estos inmigrantes y pareciera que las luces de la noche zanjan las diferencias de raza. La película es nocturna y gira en torno a música bulliciosa, la banda sonora integra esos elementos: el ruido y las luces parecieran silenciar la pobreza.

Cosimo le revela algunos secretos a regañadientes. Dentro de la cárcel respetan a los gitanos, eso cree su hermano mayor, pero quizás no los molestan debido a que son ladrones de poca monta que hacen pequeños trabajos para los mafiosos italianos, los únicos que deciden los destinos dentro de los campamentos. Los gitanos viven al día, en cambio los italianos están protegidos dentro de sus casas con alarma. Comparten el barrio, pero separados por castas.

Lo único que une a estos grupos es la pobreza y el participar de la cadena delictual, pero el racismo siempre está aguardando a la vuelta de la esquina. Cosimo menciona que en la cárcel no consideran a los africanos, no merecen la protección de los italianos. Pío considera a Ayiva su amigo y le presenta a los suyos, pero ellos no dudan en burlarse del chico. Son una comunidad cerrada, desconfían de todos los habitantes de esos barrios miserables. Ayiva pasea a Pío en su moto: Pío es supersticioso y no le gustan los trenes.

El tema de iniciarse en el sexo es importante, pero para ser un verdadero gitano hay que robar y engañar para los suyos. Pío comete el error de robarle a los italianos y esos días es desterrado por su familia. Lo hospeda Ayiva, quien lo acoge bajo el compromiso de que su familia sepa donde duerme.

En las noches, si te apartas de las luces, verás arder las casuchas de los que se oponen a los dueños de la calle. Los italianos no aceptan que desafíen su autoridad, simplemente asesinarán y quemarán las casas para infundir respeto y amedrentar al resto que consideran subhumano. El fuego es la forma ancestral de iluminar la oscuridad para dejar al descubierto la miseria.

Toda la acción transcurre en Calabria, lugar enclavado en el sur de Italia donde sus habitantes han llegado en sucesivas oleadas en busca de oportunidades. No es un lugar propicio para forjar amistad, los valores humanos brillan por su ausencia. El lugar es un pequeño infierno de seres desconfiados que viven dentro de sus propios círculos. Fumar y beber son mecanismos para soportar a los otros, un mundo cruel y egoísta.

La policía es el enemigo y la familia es la protección. Pero ésta exige códigos, robar al que está más abajo en la cadena. Pío tendrá que aprender a ser hombre y dejar atrás unos principios que no sirven para nada, sacrificar esa amistad, aun cuando su familia no merezca el mayor respeto. Los suyos serán el único mundo, aunque sea por conveniencia y deberá proveerlos de la única manera que conocen los gitanos.

Hay algo de documental en ir tras los pasos de Pío Amato, pero el director está tan encima del muchacho, que hasta podemos oler sus pensamientos. Jamás juzga a sus personajes, ni a los italianos ni a los africanos, simplemente nos muestra el mundo de los refugiados e inmigrantes, de manera descarnada y honesta, aun cuando al hacerlo descubramos que este es uno más de los patios traseros de Europa.

 

La ciambra puede visionarse desde el jueves 3 de septiembre en la plataforma de streaming dispuesta por Arcadia Films.

 

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Aníbal Ricci Anduaga (Santiago, 1968) ha publicado las novelas FearEl rincón más lejano, Tan lejos. Tan cerca, El pasado nunca termina de ocurrir, y las nouvelles Siempre me roban el reloj, El martirio de los días y las noches, además de los volúmenes de cuentos Sin besos en la bocaMeditaciones de los jueves (relatos y ensayos) y Reflexiones de la imagen (cine).

 

 

 

Tráiler:

 

 

Aníbal Ricci Anduaga

 

 

Imagen destacada: A Ciambra (2017).