La memoria transgeneracional en Chile: Una manera de vivir el presente y de proyectar el futuro

Mediante la conversación con el público – en el contexto de la 12ª Feria del Libro Independiente de Valparaíso- los escritores Francisco Zañartu y Gregory Cohen fueron paulatinamente desgranando aspectos de la idiosincrasia de los chilenos, entre ellos el problema de identidad que arrastra el país, tomando como parámetros la supresión del acto cívico durante la década de 1960, y la eliminación de la educación ciudadana desde las aulas lectivas en la actualidad.

Por Carlos Ravest Letelier

Publicado el 6.4.2018

El sábado 31 de marzo del presente año, se abrió las puertas a un conversatorio en el Ministerio de las culturas, las Artes y el patrimonio de Valparaíso, en base a las obras de Gregory Cohen, “El judío y la pornografía”, y de Francisco Zañartu, “Nadie muere de dolor”.

Mediante la conversación con el público, Zañartu y Cohen fueron paulatinamente desgranando aspectos de la idiosincrasia de los chilenos, entre ellos el problema de identidad que arrastra el país, tomando como parámetros la supresión del acto cívico durante la década de 1960, y la eliminación de la educación ciudadana desde las aulas educacionales. Esta última, sin embargo, actualmente está siendo retomada bajo la modalidad de formación ciudadana, en algunos establecimientos.

Francisco Zañartu aliñó la conversación, postulando que el exceso de patriotismo chileno, evidenciado en el malestar generado por el tema de La Haya, donde el tópico fronterizo se ha tendido a reducir a un factor netamente jurídico, es una muestra más de la falta de identidad que sacude a la nación. Por su parte, diversos premios nacionales de Chile (Moulian, Garretón, Pinto Rodriguez, Pinto Vallejos, Cárdenas y Radrigán), ratificaron su aprobación ante la entrega de una posible salida al mar para Bolivia.

¿Es posible que algunos conflictos de carácter territorial, estén relacionados con la denominada memoria transgeneracional? Algunos sostienen que la memoria, posee la capacidad de preservar las experiencias que han adquirido nuestros antepasados. A veces las experiencias pasadas, varían su contenido, dependiendo de la forma en cómo son mostradas a las generaciones futuras.

La historia oficial que conocemos en los establecimientos educacionales, tiende a omitir ciertos aspectos que son elementales para llegar a una interpretación multidimensional de los fenómenos. Por ejemplo, los contextos detrás de los procesos históricos, la relación sistemática entre los conflictos personales y los problemas bélicos.

Gregory Cohen por su parte, aportó una reflexión a la conversación enfatizando la repercusión generada en Chile, luego del desarrollo de la denominada doctrina del shock, y el experimento monetarista. Cómo se planificó la desarticulación de una serie de organizaciones matrices del Chile republicano de los sectores medios, erosionando de esta manera el sentido de nacionalidad, y el desarrollo de una identidad íntegra. La cultura y las artes, nos señala Cohen son parte fundamental de nuestra identidad, por lo que el cierre de la Escuela de Artes y Oficios, significó el cierre de un proyecto republicano, donde el ser humano estaba concebido de forma global.

Esta reflexión nos acerca al trabajo del profesor Jorge Larrosa, el cual ha sido desglosado en artículos anteriores de Cine y Literatura. En aquel artículo, señalábamos que para Larrosa las fábricas del futuro, deben ser pensadas como un laboratorio científico o una biblioteca. El homo apparatus, emergería en ese sentido a la manera de un académico.

¿Sera posible que la fábrica del futuro en ese sentido, tenga la capacidad de concebir a personas como Mario Góngora, Juan Gómez Millas, Carlos León, Jorge Eduardo Rivera, Jaime Castillo Velasco, Alfredo Letelier Reyes, Jose Bisbal Rivera, Juan Orellana Peralta y Luis Alfonso Robert Valdés?

 

Crédito de la imagen destacada: 12ª Feria del Libro Independiente de Valparaíso