«Los errantes», de Olga Tokarczuk: Historias fragmentadas

Esta es una novela pulcramente escrita, donde lo real y lo ficticio se fusionan constantemente en un nido de breves historias que dan origen a una obra atrevida y muy bien formulada por la autora polaca Premio Nobel de Literatura 2019.

Por Cristián Brito Villalobos

Publicado el 5.3.2020

Breves relatos que en su conjunto configuran una gran historia. Cuentos cortos que giran en torno a una multiplicidad de tópicos, pero que, sin embargo, están ligados en el resultado final del asunto. De esta manera se configura Los errantes, de la escritora polaca Olga Tokarczuk.

Hablamos de un volumen especial, en donde la autora se pasea con soltura en múltiples escenarios. Es así como los personajes se pierden en la narración por un breve periodo para luego volver. Todas estos capítulos, por llamarlos de algún modo, están conectados en una espesa red que finalizan dando vida a un libro extraño, en el buen sentido de la palabra, ya que se trata de un volumen por sobre todo experimental, en su forma de ser concebido, así como en su articulación.

Las acciones de cada uno de los relatos se desarrollan en todo tipo de escenarios, como un bus, avión, tren y ferry, de país en país y de tiempo en tiempo. El papel del ser humano, tanto corporal como físicamente, es un de las temáticas recurrentes, en donde la preservación del cuerpo parece dar vida a un hombre ya fallecido. Nos encontramos con textos incompletos, donde lo onírico juega un rol importante. Y es que la realidad se mezcla con pasajes de contemplación desde los sueños.

El asunto central se basa en los cuadernos que escribe a la protagonista, Kunicki, que, en medio de sus vacaciones, deberá hacer frente a la desaparición de su esposa e hijo. También tenemos al doctor Blau, un taxidermista que visita a la viuda con la pretensión de estudiar su laboratorio.

Por otra parte, encontramos el de Ánnushka, que se obsesiona por entender lo que a todas luces parecen incomprensibles juramentos que emite una mujer pendenciera en la estación de metro. O el de la bióloga que retorna a su país para reencontrarse con su primer amor que pronto morirá. Y en medio de todos estos textos, se halla el relato verdadero de cómo el corazón de Chopin llegó a Polonia oculto en un tarro de alcohol en la ropa interior de su hermana. Asimismo, está el anatomista flamenco Philip Verheyen que escribía cartas a su pierna emputada y que aspira sea enterrada con su cuerpo al morir.

En resumen, nos encontramos con una novela pulcramente escrita, donde lo real y lo ficticio se fusionan constantemente en un nido de breves historias que dan origen a una obra atrevida y muy bien escrita. Una escritora a la que hay que seguirle la huella. Una lectura muy recomendada.

 

Cristián Brito Villalobos (Antofagasta, Chile, 1977), además de poeta y escritor es periodista titulado por la Universidad Católica del Norte y magíster en literatura de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

 

«Los errantes» en su edición en castellano por Anagrama

 

 

Cristián Brito Villalobos

 

 

Crédito de la imagen destacada: Jacek Kołodziejski.