«Norma» de Vincenzo Bellini, versión elenco estelar, en el Municipal de Santiago: De una categoría de nivel mundial

El conjunto de cantantes líricos de esta oportunidad no desmereció en nada a su símil denominado «internacional». Es más, en algunos aspectos lo superó, en un hecho que confiere doble mérito a la elección de los grupos encargados de interpretar a la obra maestra de Bellini. Sobresalieron los desempeños protagónicos de la soprano estadounidense Elizabeth Baldwin y del tenor ruso Kirill Zolochevskiy, ambos fuertemente aplaudidos por los asistentes a la función de estreno.

Por Jorge Sabaj Véliz

Publicado el 13.11.2018

El sábado 10 de noviembre asistimos a la función de estreno del elenco estelar de la ópera Norma (1831), del compositor italiano Vincenzo Bellini  (Catania, 1801 – Puteaux, 1835) en el Teatro Municipal de Santiago.

El conjunto de cantantes de la ópera estelar no desmereció en nada a su símil internacional. Es más, en algunos aspectos los superó. Lo que confiere doble mérito a la elección de los elencos de esta obra maestra de Bellini. El cuarteto estelar protagónico estuvo conformado por Elizabeth Baldwin (soprano lírica spinto norteamericana) como Norma, Kirill Zolochevskiy (tenor ruso) como Pollione, Vlada Borovko (soprano lírica rusa) como Adalgisa y Önay Köse (bajo turco) en el rol de Oroveso.

En estricto derecho ambos elencos pudieron invertirse o cambiarse y nadie habría podido notar una diferencia. Los ocho cantantes protagónicos estuvieron, casi a la par, en un excelentísimo nivel tanto vocal como dramático. Esta situación se dio también en la dirección musical y se mantuvo el alto nivel exhibido por el coro.

 

Elizabeth Baldwin (Norma): Esta soprano si bien ingresó un tanto fría en la actuación dramática una vez que superó los nervios de cantar Casta Diva se adueñó del escenario, fue una autentica diva. Doble mérito tiene el hecho de que era su debut con el rol y no se notó. Eso implica una preparación portentosa, pues se trata de una de las óperas más difíciles para una soprano. La estadounidense hizo gala de una voz lirico spinto de gran potencia, brillo y flexibilidad, justo lo que se necesita para cantar Norma.

A esto agregó una actuación avasalladora en el sentido de situarse por sobre el resto del elenco e incluso de la orquesta, en el buen sentido, pues dada la dificultad del rol una de las estrategias para abordarlo es el de cantar como si fuera una grabación, sin ninguna concesión o dándolo todo y ella lo hizo. No puede decirse que no haya descollado en cada aria, dúo o trío en el que participó. Fue una delicia para los amantes de la ópera y recibió un generoso aplauso del respetable.

Kirill Zolochevskiy: Nos demostró que el rol de Pollione puede cantarse efectivamente por un tenor 100 por ciento lírico. Sus principales virtudes vocales fueron, conociendo sus fortalezas y sus debilidades, potenciar las primeras. La otra gran virtud fue una actuación descollante, la mejor del elenco estelar. Prácticamente no tuvo desplazamientos innecesarios y cada frase musical llevaba por añadidura un gesto corporal que subrayaba la emocionalidad subyacente a ella. Parecía un actor de teatro clásico. Su voz no fue nunca forzada y resplandeció en su color lírico un tanto metálico y con un volumen adecuado a la orquestación que, sin lugar a dudas -gracias a Pedro Pablo Prudencio- fue cuidado y tocado en mezzo piano o en piano durante sus frases sin obligarlo a forzar su potencia. Tuvo la inteligencia de no opacar con su talento dramático a la estrella de la velada, Norma, y el premio de ser abucheado al final por hacer creíble su papel de amante sinvergüenza.

La Adalgisa de la soprano lírica rusa Vlada Borovko estuvo sobriamente interpretada, no se amilanó ante el virtuosismo vocal de Norma pues disponía de una batería de recursos vocales no menos honrosos, voz lírica cristalina, con un centro y agudo abiertos y resonantes, y un no despreciable volumen. Cantó sus dúos con solvencia y no arrugó en Mira o Norma manteniendo el nivel de la protagonista. Destacó igualmente su atildada y esbelta presencia corporal y la belleza de sus facciones.

Önay Köse como Oroveso nos entregó otra opción de bajo distinta a la de Ievgen Orlov, con una voz no tan cálida y armónica pero más metálica y brillante, en un registro amplio que mantenía la proyección en toda la escala y una potencia envidiable para su juventud. A esto se le agregaba una presencia escénica apabullante porque sus casi dos metros de altura y más de 110 kilogramos de peso se desplazaban eficazmente por el escenario interviniendo solo cuando le correspondía hacerlo y sin restarle un ápice de protagonismo a su bello material vocal.

Evelyn Ramírez como Clotilde mantuvo su solvencia vocal y le sumó discreción a su actuación dramática lo que le otorgó credibilidad, siendo cálidamente recompensada por el público.

El Coro del Teatro Municipal de Santiago mantuvo el alto nivel de sus cuerdas. Esta vez los tenores tuvieron un pequeño desliz en el tempo con respecto a una entrada en el segundo acto que no se coordinó adecuadamente con el tempo de Prudencio, pero que se acopló al compás siguiente, dando muestra de su oficio.

La dirección musical de Pedro Pablo Prudencio dirigió inteligentemente la obertura exprimiéndole sus elementos expresivos, mediante abundantes cambios dinámicos y un tempo uniforme. Su dirección se caracterizó por su expresividad, sutileza de los pianísimos y por su actitud colaborativa constante con los solistas siendo un fiel y leal servidor.

Con respecto a la régie de Francesca Zambello; el vestuario y la iluminación de Jennifer Moeller y Mark McCullough y la escenografía de Peter J. Davison me remito a lo ya señalado respecto a la ópera internacional. Si no me equivoco, esta vez omitieron saludar en el final de la ópera para no exponerse a los concertados abucheos, instigados por ese grupo de resentidos ya plenamente identificados por las autoridades del recinto de calle Agustinas.

 

Las funciones del elenco estelar del montaje de Norma en el Teatro Municipal de Santiago prosiguen este martes 13 y el próximo viernes 16 de noviembre, a las 19:00 horas, y según fuentes del tradicional escenario capitalino existe una amplia disponibilidad de entradas para ambos días, y a precios convenientes.

 

La soprano estadounidense Elizabeth Baldwin interpretó a Norma en la versión estelar del montaje homónimo del Municipal de Santiago

 

 

Tráiler 1:

 

 

Tráiler 2:

 

 

 

Crédito de las fotografías utilizadas: Marcela González Guillén, del Municipal de Santiago, Ópera Nacional de Chile.