[Novedad] «Como un ladrón en pleno día»: La ilusión de la libertad

Las nuevas formas de esclavitud asociadas a los diferentes tipos de trabajo productivo, fin de la naturaleza bajo la sociedad capitalista (en sus maneras de control virtuales y más sofisticadas), y los formatos del poder que hay en juego entre las distintas potencias económicas y nucleares del mundo, son algunos de los tópicos que aborda este trabajo del pensador esloveno Slavoj Žižek.

Por Martín Parra Olave

Publicado el 17.4.2021

Slavoj Žižek (Eslovenia, 1949) estudió filosofía y sociología en la Universidad de Luibiana y psicoanálisis en la Universidad de Paris VIII,  donde se doctoró en 1981.

Desde entonces, se ha instalado como uno de los principales pensadores del siglo, utilizando las teorías de Lacan y Hegel para interpretar un variado grupo de fenómenos sociales y filosóficos.

En su último trabajo, Como un ladrón en plano día. El poder en la era de la poshumanidad (Editorial Anagrama, 2021), el filósofo esloveno nos invita a la permanente reflexión para hacerle frente al sistema político económico que nos domina. En este sentido, señala que para enfrentar de verdad al capitalismo hay que cambiar la perspectiva, y se pregunta, ¿tiene la izquierda alguna propuesta realista?

Pareciera ser que no, pues todos los movimientos, tanto latinoamericanos como europeos, se mueven de manera permanente dentro de las mismas posibilidades que entrega el capitalismo moderno.

Algunos esfuerzos aislados, como el de Venezuela con el gobierno de Hugo Chávez, han intentado formas de producción económicas alternativas a la propiedad privada o estatal: cooperativas agrícolas y obreras, participación de los trabajadores, control y organización de la producción, así como otras formas híbridas de organización social.

Sin embargo, por diferentes razones, ya sean fallas estructurales, ineficacia económica o corrupción, nada de esto ha resultado como se esperaba.

Y no es solamente las formas de producción y quienes ostentan su control, los privados o el Estado, lo que se encarga de analizar Slavoj Žižek en Como un ladrón en pleno día, sino que además, se preocupa de develar las artimañas que utiliza el capitalismo para hacer creer a los individuos, que el sistema les permite la libre elección.

Las formas de esta «no libertad» se presentan de variada manera: cuando se nos priva de cobertura sanitaria universal se nos dice que poseemos una nueva libertad de elección (la de escoger quien nos la va a proporcionar), cuando ya no podemos tener un empleo de largo plazo y nos obligan a buscar un nuevo puesto precario cada dos años, aduciendo la ya manida frase de que tenemos la posibilidad de reinventarnos.

O cuando debemos pagar la educación de nuestros hijos asumiendo costosos créditos, bajo el también falso eslogan de que tenemos la libertad de escoger el lugar donde estudian.

Se ha proclamado un discurso que propende a hacernos creer que somos “emprendedores del yo”, en una economía de mercado que ya no ejerce dominación de manera directa ni visible, sino que ha mutado, generando mecanismos engañosos que de manera camaleónica nos hace creer que estamos eligiendo libremente.

Las nuevas formas de esclavitud asociadas a los tipos de trabajo de la producción, fin de la naturaleza bajo el permanente estado de explotación que hace la sociedad capitalista (en sus maneras de control virtuales y más sofisticadas), y los formatos del poder que hay en juego entre las diferentes potencias económicas y nucleares del mundo, son algunos de los tópicos que toca este trabajo de Slavoj Žižek, quien de forma permanente salpica cada tema con sus siempre certeros chistes, matices que nos ayudan a ahondar todavía más en los problemas sobre los cuales reflexiona el pensador esloveno.

Buscar una alternativa no es un trabajo fácil, pues cada vez que se habla de intervención del modelo, surgen todo tipo de voces que condenan y tachan de terrorismo lo que se plantea.

Tal cual lo cita Žižek en este libro, Alan Baidou, ha señalado que: “la principal función de la censura ideológica no es aplastar la resistencia —esa labor de los aparatos represivos del Estado— sino aplastar la esperanza, acusar de inmediato a cualquier proyecto crítico de abrir un camino que conduce a algo parecido al Gulag”.

En definitiva, una lectura catalizadora de un mundo contemporáneo cada vez más decadente, donde la única posibilidad de cambiar, reside en nosotros mismos y en el valor que tengamos de hacerlo.

 

***

Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

 

«Como un ladrón en pleno día», de Slavoj Žižek (Editorial Anagrama, 2021)

 

 

Martín Parra Olave

 

 

Imagen destacada: Slavoj Žižek.