Novela «Breve historia de siete asesinatos», de Marlon James: Una ficción en contra del imperialismo

El impresionante volumen -ganador del Booker Prize 2015- es verdaderamente un documento importantísimo para entender nuestro acontecer actual, lo que vivimos socialmente como repercusiones de maquinaciones políticas y las estrategias de planificación mercantil en Latinoamérica, orquestadas desde las altas cúpulas de los Estados Unidos.

Por Nicolás Poblete Pardo

Publicado el 4.10.2018

Marlon James, autor de A Brief History of Seven Killings (Riverhead books, 2014), traducido al castellano como Breve historia de siete asesinatos, es la monumental novela con la que James se adjudicó el Booker el 2015, transformándose en el primer escritor jamaiquino en conseguir el premio.

La impresionante novela es verdaderamente un documento importantísimo para entender nuestro acontecer actual, lo que vivimos socialmente como repercusiones de maquinaciones políticas y las estrategias de planificación mercantil en Latinoamérica, orquestadas desde las altas cúpulas de los Estados Unidos. Es también una cruda mirada a las consecuencias del colonialismo, a la devastación que ha sufrido el caribe en su estatus post-colonial. Acá somos testigos de los residuos de marginalidad en la que viven muchos jamaiquinos: prostitución, drogas, misoginia, homofobia, son algunos de los puntos sociales que James documenta a lo largo de sus casi 700 páginas y por voz de casi 80 personajes.

Este proyecto coral de alto calibre nos presenta cada voz desde su particular idiosincrasia, y así tenemos acceso a un sinnúmero de versiones, de miradas, que recrean hitos históricos desde cada particular sensibilidad. Barri Difloro (jefe de estación de la CIA, desde Jamaica), Nina Burgess (ex recepcionista, actualmente desempleada), Griselda Blanco (lord de la droga, cartel de Medellín, operaciones en Miami): estos son solo tres de los personajes que James presenta en el índice de la novela, y realmente es necesario esta guía porque la plétora de perspectivas es tal, que posiblemente nos perderíamos en un espiral imposible de seguir. Pero el hecho de que cada relato sea tan único y esté tan marcado por los gestos y tics que caracterizan a cada cual, permite que este conjunto de ectoplasmas retrate un segmento histórico con impactante y paradójica vitalidad—algo que haría después George Saunders con su proyecto de Lincoln plasmado por voces fantasmas.

Barry Difloro, por ejemplo, se expresa de este modo: “Explícame ¿por qué nosotros los americanos habríamos querido agarrarlo? No hay directiva para ultimar al Primer Ministro o ningún otro político en este país. Esto no es Chile, Johnson. Puede que yo sea un librero, pero tú eres un simple matón. Tus tácticas siempre terminan siendo pura mierda que hombres como yo luego tienen que limpiar”. Y Johnson responde: “No estoy ultimando nada, Difloro. La compañía nunca ha trabajado y nunca trabajará ni perdonará los actos de ningún terrorista u organización. Además, como has dicho, esto no es Chile”. Acá tenemos acceso a un tipo de discurso geopolítico tan típico de esos años y que ha perpetuado su legado, especialmente en Latinoamérica, cosa que el volumen destaca. (Una muestra en las Artes Visuales de este fenómeno, es lo que la artista Voluspa Jarpa ha venido haciendo en los últimos años, con la desclasificación de archivos de la CIA y documentos escritos que conforman un discurso feroz que, solo ahora, comenzamos a dimensionar. Su instalación “En nuestra pequeña región de por acá” mostró los alcances que estos archivos están consiguiendo como poderosos documentos para entender nuestra realidad ametrallada por diversos tipos de colonialismo).

A pesar de que la novela se ha vendido como una historia cuasi thriller con la idea del intento de asesinato de Bob Marley, este proyecto está lejos de ser eso. El músico ni siquiera se presenta directamente en la narración (de hecho, jamás se lo nombra. Sabemos que se trata de él porque se le llama “El cantante”); es más bien una presencia lejana y fantasmagórica. En realidad esto es una excusa para dar rienda suelta a la descripción de una sociedad que lucha por encontrar un equilibrio en su identidad, arrasada durante centenarios por invasiones e imposiciones francamente facinerosas.

Es difícil hablar de este libro, por su cualidad desbordante, multiplicadora. Acá James lleva a cabo un proyecto postmoderno, donde, a veces, nos presenta un tipo de corriente de conciencia; otras veces una prosa controlada y docta; otras veces tenemos acceso a los modismos más vulgares del habla marginal. También James aprovecha de desplegar su erudición, citando referentes cruciales para la literatura carcelaria y también afroamericana (las cartas de prisión de George Jackson, “Soledad Brother” o “Cómo Europa sub-desarrolló a África”, de Walter Rodney, donde explica que África fue deliberadamente explotada y subdesarrollada por regímenes coloniales europeos). Y también nos lleva a la cultura pop de los setenta y los ochenta, con innumerables citas, desde los Duke de Hazzard hasta John Lennon. Prince (el genio de Minneapolis, donde Marlon James actualmente vive) también es motivo de comentario sociocultural en esta extraordinaria novela.

 

Nicolás Poblete Pardo es escritor, periodista y PhD en literatura hispanoamericana por la Washington University in St. Louis, Estados Unidos. En la actualidad ejerce como profesor titular de la Universidad Chileno-Británica de Cultura, y su última novela publicada es Concepciones (Editorial Furtiva, Santiago, 2017).

 

El escritor jamaiquino Marlon James (1970)