Obra “Sentimientos” en la sala Sidarte: El develamiento de la constricción femenina

El montaje que analizamos es una pieza fundamental para la Compañía La Niña Horrible, pues condensa en ella las propuestas dramática y teatral que sus integrantes han buscado consolidar. Así, en un mundo en donde tener una intencionalidad auténtica puede significar una búsqueda de largo aliento, y encontrar el sello de autor a veces es un desafío insuperable, este colectivo ha logrado generar una voz propia, que tal como en el cine de Tim Burton, está plagado de seres incomprendidos que evidencian la oscuridad que habita en los colores de la normalidad, destacando su extrañeza, su carácter esperpéntico e incluso su monstruosidad, en un mundo que los coarta y constriñe.

Por Jessenia Chamorro Salas

Publicado el 29.7.2018

Esta temporada se presenta en el teatro Sidarte una retrospectiva con los dos primeros montajes de la Compañía La Niña Horrible, Sentimientos (2013) e Historias de amputación a la hora del té (2014). Obras que marcaron un precedente en la escena dramática nacional de los últimos años debido a su particular propuesta.

La compañía compuesta por la destacada dramaturga Carla Zúñiga, el director Javier Casanga, y su equipo de producción, ha generado una sinergia sumamente interesante en sus montajes. Por un lado, la escritura de Zúñiga aborda temáticas controversiales, como los roles de género, problematizándolos con ironía y comicidad. Por otro, la dirección de Casanga le otorga vivacidad y sobre todo autenticidad a los textos, a través de actuaciones hiperbólicas, montajes que oscilan entre lo esperpéntico y lo circense, y una atmósfera llena de humor negro e ironía. Una sólida propuesta dramatúrgica se une a una potente dirección, generando una estética propia, marcada por una conciencia sobre el quehacer teatral, por una metateatralidad que se percibe en cada elemento que compone la obra y que tiene como consecuencia el sello distintivo que caracteriza a La Niña Horrible y que ha sido ampliamente reconocido en obras tales como La trágica agonía de un pájaro azul y Los tristísimos veranos de la princesa Diana, recientemente estrenadas.

Sentimientos surge del caso llamado “Wena Naty” del año 2007, en que se difunde el video de una estudiante escolar teniendo relaciones sexuales con sus compañeros. A partir de este caso, Zúñiga se propuso problematizar el rol de la mujer en la sociedad actual y develar así los engranajes que coartan y constriñen tanto el cuerpo como la subjetividad femenina, a través de normas sociales y culturales que imponen en torno a la mujer estereotipos sobre el “deber ser”, los cuales no solo limitan las posibilidades expresivas y actitudinales femeninas encorsetándolas a un molde fijo y preestablecido, sino que desfiguran la autopercepción que las propias mujeres tienen de sí mismas, amputando sus deseos, pasiones, sueños, pero por sobre todo, su autoestima y autoimagen.

La vida de Antofagasta está marcada por su contexto, el cual por cotidiano y usual podría ser el de cualquier otra jovencita. Una madre prejuiciosa, conservadora y sobreprotectora aunque incapaz de comunicarse verdaderamente con su hija, un padre ausente del cual no se dice nada en la obra, un colegio en que abunda la indiferencia y el bulling, una profesora cuya férrea disciplina ha olvidado su propia juventud, una amiga lesbiana, y un grupo de compañeros que han utilizado un video para jactarse de su virilidad. Un escenario que, pese a inspirarse en un caso ocurrido hace más de diez años, puede extrapolarse perfectamente a las circunstancias que actualmente viven los jóvenes. La obra devela ese machismo cotidiano y reproducido inconscientemente de madres a hijas, los prejuicios y la censura hacia las mujeres que se han dejado llevar por sus deseos más íntimos, la escandalización sobre aquello que no se enmarca en los moldes de género, y la falta de comprensión sobre los sentimientos más allá de los hechos.

Antofagasta esconde un secreto, ha tenido relaciones sexuales con varios compañeros en una plaza cerca del colegio. Ni su madre ni nadie debe saberlo. Sin embargo, el hecho se difunde gracias a un video que uno de sus compañeros involucrados compartió, jactándose de la situación. El video es conocido por el resto compañeros del colegio, quienes la agraden y la insultan, e incluso llega a los medios de comunicación, a los matinales en donde se convierte en el “escándalo de la semana”. Una de las profesoras, en una actitud ambigua que oscila entre la amenaza y el acoso, se entera e intenta “ayudarla”, mientras que Antofagasta se refugia en su querida amiga con quien entabla una relación lésbica, la cual también debe ocultar de su madre y los demás. La presión social que siente Antofagasta es enorme, la tildan prácticamente de prostituta por lo que hizo, ella se siente una “niña horrible”, pero no entiende por qué, pues para ella no está mal haber deseado sexualmente a sus compañeros, tampoco está mal estar enamorada de su amiga, lo que está mal es que la sociedad la agreda y la critique a tal punto de que ella deba esconder sus sentimientos y pensamientos. Cuando su madre finalmente se entera de la noticia y de lo que su hija ha hecho, Antofagasta no resiste la decepción que le ha causado ni el peso del mundo que ha caído sobre sus hombres, y tal como su profesora le comentó, decide suicidarse para poder reencarnarse en alguien libre, probablemente un hombre. Tal como el personaje de la emblemática novela de la chilena Ana María del Río, Óxido de Carmen, la protagonista encuentra en la muerte la única forma de liberación ante el sistema que la constriñe.

La temática abordada en el texto de Sentimientos es realizada escénicamente en una puesta en escena que la carnavaliza, a través de una estética y atmósfera en que resultan fundamentales lo monstruoso, lo grotesco y lo esperpéntico para deconstruir los estereotipos sobre lo femenino, asociado culturalmente a la belleza, pulcritud y recato. Se subraya una estética que colinda con lo fantasmagórico, con lo barroco, con lo altisonante y extremadamente colorido, en una propuesta que teatraliza hiperbólicamente tanto las actuaciones como la escenografía, y en donde la conjunción de ambas genera un montaje que no solo provoca carcajadas, sino que al mismo tiempo conmueve e incita a reflexionar sobre los prejuicios y estereotipos en torno a los roles de género y la posición de la mujer en la sociedad actual.

Entre los personajes femeninos que componen el elenco destaca el de la vendedora de cosméticos, asociada por su imagen a la figura de una prostituta, y es quien genera un contrapunto que sirve de proyección espejeada de Antofagasta. Es la mujer golpeada que no asume su situación, una mujer que pese a calzar perfectamente en el canon de belleza, ha sido convertida en un espectro por los golpes de su pareja y el exceso de cosméticos que utiliza para esconderlo. Ella es la explícita evidencia de la violencia que sufre la mujer, el personaje a mi juicio con mayor crudeza.

Lo atiborrado de los colores, la pulcritud de la escenografía, un vestuario y maquillajes caricaturescos que rosan en lo circense, subrayan la performatividad del montaje y su hiperbólica teatralidad. El anuncio digital le otorga cierta jocosidad a escenas de gran tensión dramática y apuntan a distender la atmósfera.

Por último, es innegable que Sentimientos es una pieza fundamental para la Compañía La Niña Horrible, pues condensa en ella las propuestas dramática y teatral que sus integrantes han buscado consolidar. Así, en un mundo en donde tener una propuesta auténtica puede significar una búsqueda de largo aliento, y encontrar el sello de autor a veces es un desafío insuperable no solo para las nacientes sino también para las compañías de larga data, La Niña Horrible ha logrado generar una voz propia, que tal como en el cine de Tim Burton, está plagado de seres incomprendidos que evidencian la oscuridad que habita en los colores de la normalidad, destacando su extrañeza, su carácter esperpéntico e incluso su monstruosidad, en un mundo que los coarta y constriñe.

 

El elenco del montaje «Sentimientos», de la compañía La Niña Horrible, en pleno

 

 

Ficha técnica

Dirección: Javier Casanga

Dramaturgia: Carla Zúñiga

Diseño escenográfico: Sebastián Escalona y Elizabeth Pérez

Diseño de iluminación: José Miguel Carrera

Música: Karla Schuller

Producción: Lorena Ojeda

Elenco: Carla Gaete, Viviana Basoalto, Coca Miranda, Loreto Araya, Carla González, Fernanda Pozo y Elisa Vallejos

Funciones desde el 26 de julio hasta el 4 de agosto, de jueves a sábado, a las 20:00 horas
$6.000 general | $4.000 estudiantes y tercera edad. Jueves populares $3.000

Sala: Teatro Sidarte

Dirección: Calle Ernesto Pinto Lagarrigue Nº 131, Barrio Bellavista, Recoleta, Santiago

 

 

Crédito de las fotografías utilizadas: Teatro Sidarte