Poeta Luz Mary Giraldo: «Últimamente Dios está presente como pregunta, reclamo, ausencia y necesidad»

La escritora colombiana —a cuya obra y figura estará dedicado el XXVIII Festival Internacional de Poesía de Bogotá 2020, que se realizará durante el próximo mes de mayo— dialogó con el Diario «Cine y Literatura» acerca de las claves estéticas de su bibliografía, de los significados que guardan las convulsiones políticas experimentadas en estos meses por varias de las sociedades latinoamericanas que antes eran consideradas como un modelo de desarrollo, y de las exigencias profesionales a las cuales, actualmente, se encuentran sometidos quienes se dedican a cultivar el difícil oficio de las palabras.

Por Sergio Inestrosa

Publicado el 17.3.2020

Conocí a Luz Mary en octubre del año pasado con motivo del Encuentro de Poetas Iberoamericanos que se celebró en Salamanca, España. Desde que la vi, me causó una muy grata impresión, una mujer discreta que no busca estar bajo los reflectores pese a su larga trayectoria como académica y como poeta colombiana.

He aquí algunos datos que pueden ayudar al lector para entender la importancia de esta poeta. Luz Mary Giraldo nació en Ibagué, Colombia, en 1950. Además de poeta, Luz es ensayista, antologadora y una muy distinguida profesora universitaria (labor en la cual dedicó una acabada monografía a la obra del narrador chileno José Donoso). Y entre las muchas distinciones que ha recibido, además del homenaje que le rendirá Bogotá con este XXVIII Festival Internacional de Poesía (el cual se desarrollará desde el 2 hasta el 7 de mayo próximos), está el haber sido escritora en residencia de la Facultad de Letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Luz Mary cultiva muchos géneros, así por ejemplo, ha publicado antologías de literatura para niños, de cuento de autores colombianos y de poetas hispanoamericanas y españolas. Además, Luz Mary recibió en 2013 el Gran Premio Internacional de Poesía de la Academia Oriente-Occidente de Rumania; el Premio Internacional LASA-Monserrat Ordóñez (2012), por su antología Ellas cuentan; y en 2011 le fue entregado el Premio Nacional de Poesía Casa Silva, debido a su obra La poesía como una casa.

Luz Mary, asimismo, ha sido miembro del jurado del prestigioso Premio Juan Rulfo de Literatura Hispanoamericana y del Caribe (ahora conocido como Premio FIL de Literatura en Guadalajara), y además ha dirimido los fallos en el Premio Juan Valera Mora de Poesía en Caracas, Venezuela.

Entre sus libros de poesía están: El tiempo se volvió poema (Ibagué, 1974), Camino de los sueños (Ibagué, 1981), Con la vida (1997), Hoja por hoja (Bogotá, 2003), Postal de viaje (Bogotá, 2004), Sonidos en la luz (Medellín, 2010), Llévame como un verso —Poemas del exilio— (Bogotá, 2011), De artes y oficios (Bogotá, 2015) y Caza de sombras (Montevideo, 2019); y entre sus antologías se cuentan Diario vivir (2012), Canto de pájaros (Rumania, Academia Oriente-Occidente, 2015), una edición trilingüe en español, inglés y rumano.

Aprovechando de que durante el venidero mes de mayo, Luz Mary será homenajeada en su propio país, Cine y Literatura tuvo la oportunidad única de entrevistarla y están son algunas de sus respuestas a nuestras preguntas.

 

—Luz Mary, ¿cuándo empiezas a escribir poesía?

—Tengo cierta cercanía con la poesía desde muy temprana infancia, tendría, creo, cuatro o cinco años. Mi papá me enseñaba poemas, mi mamá me hacía ver la belleza de las letras de algunas canciones; la naturaleza misma se me imponía con sus elementos sencillos: las flores, el canto de los pájaros, las mariposas, los paisajes, la luz, la neblina, incluso las sombras que me asustaban por la noche. La verdad es que todo eso se filtra en mi poesía. Pero para contestar a tu pregunta, empiezo a escribir en la adolescencia y publico mi primer libro, El tiempo se volvió poema, cuando empezaba mis estudios de filosofía y letras en la facultad.

 

—¿Cómo defines tu propia poesía? Nosotros nos conocimos el año pasado en Salamanca, en un festival dedicado a la obra poética de San Juan de la Cruz, ¿escribes poesía religiosa con regularidad? 

—Mi poesía gira alrededor de la existencia: por eso los temas universales y el énfasis en el paso del tiempo, en la muerte y la fragilidad del vivir. Los sucesos de mi país me apelan. No escribo poesía religiosa, pero últimamente Dios está presente como pregunta, reclamo, ausencia y necesidad.

 

—Interesante Luz. Ahora podrías hablarnos un poco de tus influencias literarias, ¿a qué poetas regresas siempre? 

—Debo tener muchas influencias de poetas y escritores de muchas partes y épocas, así como de músicos. Soy lectora de poesía y de narrativa y eso seguramente se evidencia en algunos de mis libros, a veces acompañados por el gusto con el que regreso a Juan Rulfo, Ernesto Sabato, Margo Glantz, Jorge Luis Borges, tanto en cuento como en poesía, Tununa Mercado, y entre los poetas que más leo están Sor Juana Inés de la Cruz, Quevedo, Góngora, San Juan de la Cruz,  Santa Teresa de Jesús, Machado, Giussepe Ungaretti, César Vallejo, Blanca Varela, Idea Vilariño, Juan Gelman, Marina Tsvietaieva, Wislawa Szymborska, Diana Bellessi, María Mercedes Carranza, Juan Manuel Roca Giovanny Quessep… y muchos más que leo y releo constantemente.

 

—Guau, es un abanico muy amplio y variado.

—Sí, así es.

 

—¿Escribes a diario o trabajas más en base a momentos de inspiración?

—Más bien leo a diario y hay ocasiones en las que se me impone la necesidad de escribir sobre temas que me van llegando, urgencias, ritmos, imágenes… que dejo cocinar dentro de mí. Escribo, tacho, borro, reescribo y cuando no logro el texto que me satisfaga, el ritmo, el sentido, la conjunción de palabras que digan lo que quiero comunicar, lo aplazo o lo abandono, pues supongo que no está listo todavía para ser expresado.

El poema puede ser una iluminación, un estallido que llega de repente y está prácticamente escrito  a veces, sólo es pasarlo a la página; pero puede ser también un trabajo arduo que en la búsqueda de dar forma exige tiempo de maduración dentro del autor. Creo que la inspiración es apenas un llamado al que le abro la puerta cuando me visita, pero esa pulsión no es la base de mi creación, mientras la disciplina sí que es una exigencia.

 

—¿Qué significa para ti ser poeta en un país tan convulsionado como Colombia?

—Ser poeta o ser alguien con sensibilidad poética, en el caso de nuestra época y de nuestros países, significa ser antena de nuestro tiempo y lugar; tal vez sea nuestro destino, pero la poesía también es una forma de liberación y de salvación. Sentir y hablar por uno y por los otros. La famosa y manida pregunta de “para qué sirven los poetas en tiempos de miseria”, sólo tiene una respuesta, creo yo: para respirar mejor. Para tomar conciencia desde esta manera de estar en este mundo, de lo que somos y vivimos. El ruido externo aturde, el interno tal vez nos despierta. La poesía como bastón de peregrino en nuestros convulsionados países.

 

—¡Qué lindo lo que dices!

—Muchas gracias.

 

—¿Qué le recomendarías a alguien que está dando sus primeros pasos como poeta?

—El poeta, el escritor, debe ser un lector de todo: del mundo, de la vida, del otro, de libros, de arte. Los lectores toman conciencia e interpretan. Siempre recomiendo a mis estudiantes de escritura creativa ser conscientes del lenguaje y de las palabras con las que van a interpretar la vida y su tiempo. Por eso creo que la lectura prepara para la escritura y que la disciplina y la reflexión de la escritura permiten el oficio de pulir el texto y unas creaciones menos inocentes.

 

—He visto muchas de las cosas que subes a la red, pero he visto muy poco de tu propio trabajo, ¿eres muy discreta en cuanto a publicar?  

—He subido pocas cosas de mi poesía, tal vez por discreción. Estoy en mora de hacerlo. Tal vez me he preocupado más por divulgar la obra de otros y otras, en antologías de cuento y poesía, en ensayos críticos, y he dejado al margen la exhibición de lo mío. En estos tiempos veo que si quieres darte a conocer, no son suficientes los libros publicados y los encuentros poéticos. Las redes ayudan a hacer ruido, a divulgar. He sostenido que un libro se defiende solo, pero parece que hoy no es así, debes tener a alguien que difunda o sistemas que los exhiban; eso explica los agentes literarios…

 

—Creo que tienes mucha razón. No basta con poner el huevo hay que cacarearlo.

—Pues sí, esos son los tiempos actuales.

 

—¿Qué temas de la actualidad te preocupan? 

—La crisis de nuestro tiempo me inquieta. La falta de certeza. La violencia en todas partes. El sinsentido de las guerras. La falta de conciencia frente a un planeta que estamos destruyendo.

 

—¿Te puedo hacer una pregunta muy personal? 

—¡Claro!

 

—¿Eres feminista?, y si lo eres, ¿piensas que toda mujer está obligada a serlo? 

—Tengo conciencia de las luchas y los logros de las mujeres y su militancia, gracias a los cuales muchas nos hemos preparado para la vida social, familiar, económica y cultural. No es necesario llevar la bandera política del feminismo, pero sí que es necesario ser conscientes de lo que implica ser sumiso, ignorante, dependiente. Me parece necesario que sepamos lo que ha significado el patriarcado, aún a instancias del matriarcado. Creo en la equidad, no en la superioridad de géneros, ni de clases.

 

—A mucha gente no le gusta hablar de su trabajo futuro, pero me gustaría saber si estás preparando algo nuevo, un libro, tal vez. 

—Siempre estoy en preparación de un nuevo libro. La vida me lo dicta y me dice cuando está medianamente listo.

 

—Nos enteramos que estuviste recientemente en la Feria del Libro de La Habana, ¿asistes con regularidad a congresos internacionales de poesía?, ¿asistir a esos eventos es importante para la difusión de tu trabajo poético?

—Me gustan los encuentros poéticos, porque me interesa ver cómo están escribiendo los distintos autores, percibir las distintas escrituras y motivaciones, estilos, temas, identificar la poesía, en este caso, de los autores de diversos lugares. Estos eventos permiten establecer redes, es decir tejidos de amistad y de poesía.

 

—Luz Mari te agradecemos en el alma la fineza de aceptar conversar con Cine y Literatura y te deseamos lo mejor. 

—La agradecida soy yo.

 

—Te felicitamos, de antemano, por el muy merecido reconocimiento a tu amplia trayectoria poética que te hace la bella ciudad de Bogotá al dedicar el XXII Festival Internacional de Poesía a tu nombre. Enhorabuena.

 

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Sergio Inestrosa (San Salvador, 1957) es escritor y profesor de español y de asuntos latinoamericanos en el Endicott College, Beverly, de Massachusetts, Estados Unidos, además de redactor permanente del Diario Cine y Literatura.

 

Uno de los tantos libros editados (en 2010) por Luz Mary Giraldo en su condición de académica e investigadora

 

 

Sergio Inestrosa

 

 

Imagen destacada: La escritora colombiana Luz Mary Girlado (1950).