[Crítica] «Cassandra Darke»: El clásico de Charles Dickens en versión cómic

La perspicacia y la ironía de la dibujante británica Posy Simmonds toma como inspiración, en esta ocasión, al canónico «Cuento de Navidad» del autor inglés, y quizás sea la novela gráfica en la que más libremente se ha sentido su creadora, a la hora de adaptar un volumen histórico y tradicional, a lo largo de su exitosa trayectoria artística.

Por Eduardo Suárez Fernández-Miranda

Publicado el 2.12.2022

Rosemary Elizabeth Simmonds (Berkshire, 1945) inició su carrera como historietista e ilustradora en la prensa inglesa. Educada en el Queen Anne’s School y posteriormente en L’Ecole des Beaux Arts, de París y en la Central School of Art and Design, de Londres, colaboró a finales de los años 60 en el rotativo The Sun.

Un par de años después se traslada a The Guardian, donde, entre otras obras, realizó una tira cómica para la sección femenina del periódico, con el título de The Silent Three of St. Botolph’s. A partir de mediados de los años 80 su interés se centra en la ilustración de libros infantiles.

En sus novelas gráficas toma como modelo a los clásicos del siglo XIX. En Gemma Bovery reescribe el clásico drama de Flaubert, tomándose muchas libertades con la obra del gran novelista francés, como la propia Simmonds reconoce. Con Tamara Drewe vuelve su mirada hacia Thomas Hardy y su Lejos del mundanal ruido. Ambas protagonistas son jóvenes e inseguras: «probando diferentes representaciones de la feminidad».

La perspicacia y la ironía de la dibujante británica toma como inspiración, en Cassandra Darke, el clásico navideño de Charles Dickens: Cuento de Navidad, y quizás sea la novela gráfica en la que más libremente se ha sentido a la hora de adaptar este texto canónico.

 

La Navidad en Londres

En las primeras páginas de Cassandra Darke contemplamos las calles ajetreadas de un Londres invernal. Posy Simmonds sabe crear, desde el principio, ese ambiente urbano y luminoso propio de las fiestas navideñas. Y en medio del tumulto, se contrapone el personaje de Cassandra Darke: «una marchante de arte que vive en una lujosa mansión del barrio de Chelsea, en el mismísimo corazón de Londres».

La personaje es una egoísta y solitaria que: «se ha convertido en una paria social, pero no le preocupa. Entre una Navidad y la siguiente, ha empañado la reputación de una galería del West End», pero éste será el menor de sus problemas.

El trabajo de Posy Simmonds como ilustradora lo ha desempeñado, principalmente, en periódicos. Sus dos primeras novelas gráficas, de las que hemos hablado, se publicaron como series en The Guardian. Una característica de la obra de Posy Simmonds es la combinación, en sus cómics, de viñeta y texto narrativo. Su trabajo en el diario británico estaba limitado por el espacio, lo cual la obligaba a meter mucha historia en cada episodio, y el texto ocupaba menos espacio.

Como señala Simmonds: «A medida que avanzaba descubrí cómo el texto y la imagen podían trabajar juntos o hacer cosas diferentes. Cómo ambos podían presentar simultáneamente diferentes voces: las voces de los personajes dibujados en los bocadillos y mi voz como ilustrador y cámara, una voz omnisciente, capaz de revelar cosas en las imágenes de las que los protagonistas no son conscientes. Me pareció que tener diferentes voces añadía profundidad tanto a los personajes como a la historia».

Chapman & Hall publicó, el 19 de diciembre de 1843, A Christmas Carol, de Charles Dickens. La celebración de la Navidad no se convertía solo en una tradición rural, sino que quedaba arraigada en ciudades como Londres.

Posy Simmonds ha recreado la obra de Dickens, haciendo que reviva en nuestro recuerdo la tétrica Nochebuena del avaro protagonista, y su resurrección el día de Navidad.

 

 

***

Eduardo Suárez Fernández-Miranda es licenciado en Derecho de la Universidad de Sevilla (España).

 

«Cassandra Darke» (Salamandra Graphic, 2020)

 

 

 

Eduardo Suárez Fernández-Miranda

 

 

Imagen destacada: Posy Simmonds.