[Crítica] «Poesía rumana peregrina»: Una misteriosa ausencia y presencia

Los versos aquí contenidos —traducidos por la poeta y catedrática Carmen Bulzan— están lejos de animarnos o por último de alegrarnos, pero así sucede con los textos sinceros y profundos, que surgen de unos autores que se expresan desde sus raíces por medio del arte lírico, y donde no hay un modo posible de ocultar totalmente el desasosiego.

Por Luis Cruz-Villalobos

Publicado el 3.12.2022

«Nuestra vida es también detalle, / tal vez sobre todo detalle».
Carmen Bulzan

El poema detalla la vida, la muestra en sus partes delicadas. El poema es un detalle, fino, pobre, pero al mismo tiempo amplio, universal.

Desde tierras remotas, asociadas al misterio, a la noche clara y el Mar Negro, tierras de poetas y de pensadores, fantasmas y condes, desde allí llegan detalles de la vida, que nos muestran silenciosamente el clamor de hombres y de mujeres que saben lo que es un poema.

En este libro, algo de Rumania se hace inteligible para quienes hablan la lengua de Vallejo, Mistral, Borges y Neruda. Rumania aparece en sus íntimos detalles en estos versos, que como poemas sabemos que son revelación de la particularidad universal, pues como decía Gadamer, el poema cuenta lo que siempre podría ser y no sólo lo que ya ha sido:

Cuántas veces intentó comenzar un poema
desde algún lugar de los bordes
siempre, involuntariamente, lo comienzo desde
el núcleo del infinito que, se dice,
está en el centro en todas partes y sus límites en ninguna.
Leo Butnaru

 

No importa qué tan lejos estés del legendario país, a través de los versos compilados en Poemas peregrinos, traducidos por la poeta y catedrática Carmen Bulzan, te sientes en casa. Pues un buen poema siempre toca el núcleo, el corazón de la realidad, sin importar lugar ni fronteras.

La poesía aquí contenida no siempre nos anima, puede no alegrarnos, pero así sucede con los versos sinceros y profundos, que surgen de un ser humano que se expresa desde sus raíces por medio de los poemas: no hay modo de ocultar totalmente el desasosiego. El consuelo se logra cantando. El poema es un canto, aunque se lea en silencio y a solas. Un canto que libera el sentir y la emoción que palpitan dentro:

Fluye la arena, fluye,
El hombre yace entre la sed y el llanto
En el desierto que permanecerá
Sin respuesta.
Ion Deaconescu

 

Pareciera que la poesía rumana logra decantar el tiempo. Logra atraparlo en el acontecimiento que es el poema leído o escuchado —pues no debemos olvidar que la poesía del poema vive en-tanto-está-siendo, en tanto es devenir en la persona a la que impacta, no existente antes ni después de su enunciación, tal como la música en una partitura—, abraza el tiempo, se duele de él y con él. Muchos de los poemas aquí compilados se dejan amasar, se dejan vencer por el tiempo. Lloran por su furia, por su arremolinado peregrinar y por su inexorable avance:

No quiero reembolsarte excepto el Tiempo
El olor de aguas, la canción tácita y la canción de las plazas.
Viorel Dinescu

Te espero
más allá de los momentos llegados a la orilla
donde las arañas del tiempo tejen
la desesperación de que te perderé
en una playa salada
de tanta soledad.
Alexandru Drăghici

 

Algunos de los autores incluidos en esta antología de poesía rumana contemporánea

 

La novela de una noche

Y por supuesto, desde Rumania nos llegan palabras sobre la muerte. Bellas palabras, exactas, pero también —simultáneamente— terribles. La poesía nuevamente se vuelve un recurso, un artefacto para abrir los sarcófagos sin tocarlos, y así visitar a los que son ahora una misteriosa ausencia y presencia, que el amor sabe explicar sin decir nada:

Me desperté muerto.
Eso me pasa cada vez que no te encuentro a mi lado.
Mihai Firică

Hoy coqueteé con la muerte
había venido sin guadaña
[…]
Corté una porción de mi vida
mordí con lujuria de ella
estaba sola
no dolió.
Maria Grădinaru

 

La muerte y la vida, el mundo completo y en partes se asoma en estos poemas peregrinos. La vida con sus sutilezas amables y con sus turbulencias oscuras. No nos cuentan historias infantiles estos poetas rumanos, sino que abren de par en par su puerta y muestran su casa. A veces la luz está apagada y en otras está encendida, pero siempre hay movimiento, un canto, algún clamor:

El mundo es un cuerpo etérico
y un agua agitada de oscuridad.
Neagu Nicolae

Señor, déjame tiempo
para leer la novela de un día
y la poesía de una noche.
Sever Negrescu

 

La palabra rumana también se hace surreal, nos toma la mano y nos lleva a oníricos paisajes que nos susurran algo nuevo, importante. No nos queda claro el mensaje, aparecen dudas, tintineantes certidumbres, pero qué importa, la poesía está para eso: anuncia levemente el aroma de la verdad inaprensible de las cosas:

El mar pasa sobre el puente
el puente pasa sobre el mar
el mar pasa sobre mí
yo paso por el puente
el puente pasa sobre mí
sobre mí el tiempo pasa […]
Constantin Barbu

 

Y, por supuesto, también se proclama el amor. No puede faltar el combustible de los átomos. La poesía rumana también apunta como dedo a esa luna, y como sabios orientales, no nos quedamos mirando el dedo sino que seguimos la línea invisible que nos indica el círculo resplandeciente que domina todas nuestras mareas:

Amor,
estado cósmico,
en el que dos universos
se entrelazan,
intersectándose
los colores,
los sonidos los ejes;
irradiación patética,
la sensación de pasar
por un momento
de eternidad […]
Ioan St. Lazăr

 

Les invito a una travesía desde este libro de poemas. Un viaje al corazón de Rumania, pero también al corazón mismo de todos quienes se saben peregrinos.

 

 

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Luis Cruz-Villalobos (Santiago, 1976). Poeta y editor chileno, psicólogo clínico y profesor universitario. Doctor en Filosofía (V.U. Amsterdam) dedicado al estudio del afrontamiento postraumático, la hermenéutica aplicada y la poética.

Cuenta con una amplia producción literaria, con más de 50 obras publicadas de poesía y ensayos académicos. Es miembro de la Sociedad de Escritores de Chile y profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad de Talca.

 

«Poemas peregrinos» (Editura Kult, 2022)

 

 

 

Luis Cruz-Villalobos

 

 

Imagen destacada: Editura Kult.