[Crítica] «Cuando acecha la maldad»: La pequeña clase de cinematografía

Es difícil recordar largometrajes latinoamericanos que tengan este nivel de resultado artístico, donde se mezclan en gran forma el terror con la acción. No se puede dejar de pensar en los filmes del maestro estadounidense John Carpenter al ver a un monstruo —como el elucubrado aquí por el realizador argentino Demián Rugna— y el cual no tiene un rostro definido y cuya presencia es omnipresente.

Por Cristián Uribe Moreno

Publicado el 6.2.2024

Esta es la tercera obra audiovisual del guionista y director argentino Demián Rugna (1979). El realizador ya había impresionado en el país vecino con su cinta Aterrados (2017), una historia de espanto y de horror que se puede apreciar en Amazon Prime.

De esta manera, su vuelta al tópico estético del terror había creado altas expectativas, que con su realización de Cuando acecha la maldad (2023), premiada en el último Festival de cine de Sitges, parece responder con creces.

La trama de la película es muy simple. En una lejana provincia del sur argentino, dos hermanos, Pedro (Ezequiel Rodríguez) y Jimi (Demián Salomón) encuentran en una cabaña, a un hombre cuya familia mantiene oculto porque está «embichado»: es decir, poseído por una fuerza maligna.

Obviamente, se entra sin preámbulos al terreno de las cintas de posesiones demoníacas, tipo El exorcista, Evil Dead o El conjuro. Este embichado, o encarnado como también lo llaman, está a punto de dar a luz un ente maligno. Desde ese momento, los hermanos tratarán de detener la llegada de este engendro, solo para descubrir que cuando las fuerzas diabólicas se presentan, nadie está a salvo.

Esta premisa tan sencilla, es presentada en una sucesión de hechos que con el desarrollo de la trama se va volviendo violenta y vertiginosa. De esa forma, el ritmo y la atmósfera se tornan intensas. Intensidad que durante la mayor parte del relato no baja.

Las acciones progresan sin mayores explicaciones y junto con las escenas de terror, o gore en algunos casos, Cuando acecha… se transforma en una cinta de acción, un argumento donde lo esencial es huir de esta presencia maligna. Y así, cuando se tiene la certeza de que no se puede evadir a la mencionada figura, toman la decisión de enfrentarla con las rudimentarias armas que se tienen.

 

Una historia sombría y asombrosa

En este punto, aparece Mirtha (Silvina Sabater) como una «exorcista» muy sui generis, que tratará de ayudar a los hermanos. En la conclusión de la historia, existe un claro homenaje a El pueblo de los malditos (1960), que encaja perfecto en este mundo dominado por la figura del mal, que destruye todo a su paso.

La historia crea su propio universo y reglas para entender lo que está pasando y darle verosimilitud a este mundo. Si bien en algunos momentos, transgrede sus propios postulados, el resultado es mucho más grande que sus imperfecciones.

El relato logra un punto de atracción que sumerge al espectador en la trama. Por un lado, se tiene a este festival de imágenes violentas y terroríficas que sorprenden y repulsan, pero, por otro lado, está la curiosidad por ver en qué terminará todo.

Sin lugar a dudas, es difícil recordar largometrajes latinoamericanos que tengan este nivel de resultado artístico, donde se mezclan en gran forma el terror con la acción. No se puede dejar de pensar en las películas del maestro John Carpenter al ver a un monstruo que no tiene un rostro definido y cuya presencia es omnipresente.

La fotografía y la música colaboran de forma perfecta en este filme al aportar el contexto estético a una historia sombría y asombrosa.

Incluso los efectos visuales, que en algunos momentos se sienten un tanto toscos, recuerdan la impronta de las películas de serie B, mostrando que con recursos limitados se logran buenas producciones.

Gran película de terror de Demián Rugna, toda una apuesta en un género que con dificultad entrega obras audiovisuales que enriquezcan el canon o bien que sorprenden a sus audiencias. Por esto, Cuando acecha la maldad se siente fresca, original y una pequeña clase de cine. Y todo proveniente de este apartado rincón del planeta.

 

 

 

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Cristián Uribe Moreno (Santiago, 1971) estudió en el Instituto Nacional General José Miguel Carrera, y es licenciado en literatura hispánica y magíster en estudios latinoamericanos de la Universidad de Chile.

También es profesor en educación media de lenguaje y comunicación, titulado en la Universidad Andrés Bello.

Aficionado a la literatura y al cine, y poeta ocasional, publicó el libro Versos y yerros (Ediciones Luna de Sangre, 2016).

 

 

 

 

Tráiler:

 

 

 

Cristián Uribe Moreno

 

 

Imagen destacada: Cuando acecha la maldad (2023).