[Crítica] «El jorobado de Notre Dame»: El mito de la bella y la bestia

Con esta nueva versión de la novela de Víctor Hugo (en la imagen destacada), a cargo de Andrés Ruiz Merino en la traducción, la editorial barcelonesa Edhasa nos acerca al París de la Edad Media y a la historia de la gitana Esmeralda, quien junto con su cabra Djali protagonizan una obra cumbre del romanticismo literario del siglo XIX.

Por Eduardo Suárez Fernández-Miranda

Publicado el 9.6.2023

La editorial Edhasa nos propone una nueva edición de un clásico del siglo XIX. Notre-Dame de París, de Victor Hugo, fue publicada en 1831 y se adscribe dentro del Romanticismo. Sin embargo, el escritor francés quiso hundir las raíces de su historia en la Edad Media.

Según parece, en época de Victor Hugo se llevó a cabo la destrucción de edificios góticos de gran valor arquitectónico, lo que iba en contra de los pensamientos del autor. Elegir la Catedral de Notre-Dame como escenario para su obra fue una forma de reivindicar la arquitectura gótica.

Con el título de El jorobado de Notre Dame, la editorial barcelonesa nos acerca al París del siglo XV y a la historia de la gitana Esmeralda que, junto con su cabra Djali, se gana la vida bailando por las calles de París. Su vida libre y sencilla se torna tragedia cuando es acusada del asesinato del capitán Phoebus, su amante. Condenada al patíbulo, será un personaje marginado y deforme quien la salve de su cruel destino.

Es en ese momento cuando surge una figura jorobada y tuerta: Quasimodo. Su fealdad y deformidad no impiden que guarde en su interior un corazón sensible y puro. Campanero de la catedral, será capaz de defender y de proteger, con su fuerza hercúlea, a la gitana Esmeralda.

 

Esas gárgolas misteriosas

Uno de los personajes de mayor complejidad es Claude Frollo, archidiácono de Notre Dame. Aunque se mantiene célibe por sus votos eclesiástico, siente una secreta pasión por Esmeralda.

El jorobado de Notre Dame recrea el mito de la ella y la bestia. Su escenario es un París de calles sombrías y estrechas pobladas por «desheredados de la fortuna y espíritus atormentados». Y como una protagonista más Notre Dame de París, esa joya arquitectónica del siglo XV con sus gárgolas misteriosas.

Víctor Hugo (Besançon, 1802 – París, 1885) sintió muy pronto la llamada de la escritura. Poeta, novelista y dramaturgo, su obra es un ejemplo magnífico de ese romanticismo literario que el autor adaptó a su espíritu inconformista.

Su reconocimiento de crítica y público le llegó con la publicación de Hernani, obra de teatro que adaptaría Verdi con el título de Ernani o El honor castellano. En 1862 publicó la que es, sin duda, su obra más conocida, Los miserables.

La obra de Victor Hugo ha sido llevada al cine en múltiples ocasiones. El jorobado de Notre Dame fue adaptada en 1923 por Wallace Worsley, se trata de una película muda que puso los cimientos del género de terror en la industria audiovisual. En 1956 Jean Delannoy realizó su versión con los actores Anthony Quinn y Gina Lollobrigida en los papeles principales.

 

 

 

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Eduardo Suárez Fernández-Miranda es licenciado en Derecho de la Universidad de Sevilla (España).

 

«El jorobado de Notre Dame», de Víctor Hugo (Edhasa, 2023)

 

 

 

Eduardo Suárez Fernández-Miranda

 

 

Imagen destacada: Víctor Hugo.