[Crítica] «Sacar la voz»: Los acordes vitales de Anita Tijoux

El primer libro de la cantante chilena de origen francés es una pequeña caja de resonancias íntimas en que muchos se podrán reconocer, a la vez que valorar la diversidad de orígenes y estilos, la apertura a escuchar la voz de aquellos que conviven con nosotros y seguir el pulso de las letras y mensajes que piden nacer.

Por Alfonso Matus Santa Cruz

Publicado el 8.6.2023

Escribir la intimidad, los devaneos, los silencios, las dudas, la gestación del arte y la persona que se carga en la espalda, en el recuerdo donde convive la familia, el trauma de la dictadura, las constelaciones de desaparecidos en el cielo del dolor, el exilio desde la perspectiva de una niña con ojitos chinos de aceituna radiante y azabache.

O escribir a pulso geminiano, intercalando recuerdos, poesía, confesiones trasnochadas, es lo que hace la rapera Anita Tijoux en su primer libro, Sacar la voz, publicado por Lumen.

La mujer que ha compuesto algunas de las canciones que avivan las brasas de la banda sonora que formó a nuestra generación, himnos latinoamericanos y subversivos, puentes sonoros entre la poesía y la crítica social, nos abre las puertas de su piel, de sus angustias, su amor de madre, sus procesos creativos y la lucha cotidiana de vivir en este país terrible, con cicatrices abiertas y pequeñas resistencias donde la comunidad entrañable aún es posible entre el paisaje desencantado del neoliberalismo con su concreto y torres altas de oficinas plagadas por solitarios ambiciosos.

Con el mismo sello ecléctico, jazzeado y cargado de porfía y ternura para los suyos, para los caídos y los desfavorecidos, ella que se reconoce ni música ni escritora profesional, un poco a medio camino, haciendo de todo un poco al más puro estilo aéreo geminiano, versatilidad a flor de piel y sentimiento hondo, atravesado de confusiones, escribe con una prosa poética que a veces sabe barroca, a veces fruta tropical o tango henchido de nostalgia.

 

Como la rosa de los vientos

Tijoux es una máquina de metáforas, de imágenes que a veces se engarzan hasta saturar o estallar en nuestros oídos. Es difícil leerla sin escucharla entonando las palabras, usándolas como dardos danzantes, como hijas abriéndose camino por calles estrechas y feroces.

Las confesiones cumplen con el arco de la vida que cualquiera de nosotros atraviesa, pero marcada por los estigmas de su generación: desde algunos juegos de infancia y los ecos de las voces adultas hablando de guerrillas y amigos pérdidas por el ancho mundo, hasta los primeros amores, la música de Prince durante los primeros besos o la de Violeta Parra formando los andamiajes de una conciencia crítica, una sensibilidad visceral y casi sin aduanas.

También nos cuenta como la misma música y la experiencia la ayudó a crecer un poco de corteza para aguantar los sinsabores que nunca tardan en llegar.

A los fogonazos de memoria se intercalan poesías que respiran en tempo de rap y piden canto, no es poesía tan cuidada o tan editada, sino más bien se siente como un puñado de brotes tiernos, de lengua abriéndose, arrojándose al papel, necesidad expresiva que prefiere la franqueza al artificio.

El primer libro de Anita Tijoux es una pequeña caja de resonancias íntimas en que muchos se podrán reconocer, a la vez que valorar la diversidad de orígenes y estilos, la apertura a escuchar la voz de aquellos que conviven con nosotros y seguir el pulso de las voces y mensajes que piden nacer.

Una obra como la rosa de los vientos de su canción, que acoge voces familiares y cotidianas, voces íntimas y peregrinas, silencios y dolores compartidos, pero también la pujanza del amor, la gratitud por las amistades y la ternura de una madre por sus hijos.

 

 

 

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Alfonso Matus Santa Cruz (1995) es un poeta y escritor autodidacta, que después de egresar de la Scuola Italiana Vittorio Montiglio de Santiago incursionó en las carreras de sociología y de filosofía en la Universidad de Chile, para luego viajar por el cono sur desempeñando diversos oficios, entre los cuales destacan el de garzón, el de barista y el de brigadista forestal.

Actualmente reside en la ciudad Puerto Varas, y acaba de publicar su primer poemario, titulado Tallar silencios (Notebook Poiesis, 2021). Asimismo, es redactor permanente del Diario Cine y Literatura.

 

«Sacar la voz», de Ana Tijoux (Lumen, 2023)

 

 

 

Alfonso Matus Santa Cruz

 

 

Imagen destacada: Ana Tijoux.