Una nueva versión de la obra dramática debida a Marco Antonio de la Parra se presenta en el Teatro Finis Terrae bajo la dirección de Francisco Krebs y con un elenco de intérpretes compuesto por las actrices Paola Volpato, Camila Hirane, Manuela Oyarzún y los actores Cristián Carvajal y Mauricio Flores.
Por Patricio Altamirano Arancibia
Publicado el 30.7.2025
El estilo dramatúrgico de Marco Antonio de la Parra acerca de los «profesores chilenos de izquierda» logra su máxima genialidad en la obra La secreta obscenidad de cada día, que fue estrenada en el año 1984, luego decae asombrosamente en el guion de La pequeña historia de Chile, estrenada en el año 1995, pese a esto, ambos montajes destacan por su calidad dramática.
Como botón indicativo La pequeña historia de Chile aparece citada en la siguiente publicación 7 muestras 7 obras: teatro chileno actual (LOM Ediciones, 2001), mientras que acerca de La secreta obscenidad de cada día, se puede leer un libro propio, y ver la obra en diferentes plataformas audiovisuales, esto último, sin embargo, no se da con la primera.
En efecto, la transcendencia artística de La pequeña historia de Chile es muy inferior a La secreta obscenidad de cada día, y su diferencia radica en el guion de ambas.
Así, el guion de La secreta obscenidad de cada día condensa en ella la experiencia de dos profesores jubilados, militantes de la izquierda chilena, que planean un atentado en un colegio propio del ABC1, en ello radica toda la historia de 1984, la cual logra proyectarse como una obra de una pareja de docentes que se enfrenta a una dictadura de la clase alta, conectándose con el imaginario político y social de cualquier época.
La secreta obscenidad de cada día es una obra auto explicativa: se muestran a dos adultos mayores en vestimenta de exhibicionistas, la disputa por la banca para poder perpetrar el acto de nudismo, el placer que les produce su perversión, el acuerdo para la consumación de un acto realizado en conjunto.
De esa forma, la genialidad de este guion se encuentra dada por el uso de la técnica del meta teatro, de una obra dentro de otra obra, donde pasa de una muñeca rusa a otra. Esto permite captar la atención y la compresión de su audiencia, en la articulación de un meta teatro sucesivos, por tanto, le tensión dramática del montaje se mantiene, nunca decae.
La genialidad dramatúrgica de Marco Antonio de la Parra del año 1984, logra su máxima expresión al mostrar su optimismo revolucionario cuando los dos personajes exhiben sus pistolas para concretar el atentado a las autoridades de la dictadura militar, como un claro signo de querer derrocar a Pinochet.
Con un guion teatral «al debe»
El guion de la obra La pequeña historia de Chile se refiere a cinco profesores de historia, que padecen y viven en el régimen cívico y militar (1973 – 1990), se da entender que están muertos, que están en el purgatorio, no se logra trasmitir con claridad donde están esos profesores.
Se constata su degradación como docentes, pero no tienen salida, quedan en eso. La obra transmite un pesimismo sin salida, atrapados en un eterno purgatorio.
Puede ser que le esté pidiendo demasiado a Marco Antonio de la Parra, si es así, lo asumo, porque a mi juicio el guion no logra escenificar que para el régimen pinochetista la asignatura de historia fue un objetivo predilecto.
El gobierno autoritario se ensañó en cierta medida con la citada disciplina, y la modificó de raíz en su contexto escolar, donde para eso se impulsó un ultra nacionalismo, con el canto del himno nacional todos los lunes, y con una celebración de una semana patria en todos los colegios del país, situaciones que se mantienen hasta el día hoy.
Aquello sorprende a los extranjeros que se han avecindado en Chile, les cautiva la forma en la cual el país, durante el mes de septiembre es un tiempo de un ultra patriotismo, todos se visten de huaso o de huasa, hasta los pingüinos de la región de Magallanes, y hasta los moáis de la Isla de Pascua.
Para los gobiernos de la transición —marzo de 1990 a la fecha—, increíblemente la materia de historia siguió siendo su declarado enemigo, esto se enfatizó desde el año 2010, y se discutió quitarle el carácter de una asignatura obligatoria a la disciplina, sus contenidos fueron comprimidos, y su cantidad de horas fueron disminuidas.
Esto puede constatarse en diversos artículos de prensa de la época.
Así, creo que el guion de La pequeña historia de Chile esta al debe, y podría reescribirse.
Desde el punto de la escenificación “La secreta obscenidad de cada día” es muy simple porque los actores, los alias de Freud y de Marx no tienen que recurrir a un maquillaje especial, ni a cambiar su voz, ni asumir nuevas posturas corporales. Su escenografía es muy básica.
En esos ámbitos La pequeña historia de Chile es más compleja, su escenografía es más trabajada, su representación actoral tiene un mayor esfuerzo.
Así, el maquillaje, la vestimenta y la expresividad corporal de las actrices Paola Volpato, Camila Hirane, y Manuela Oyarzun hace muy difícil reconocerlas a simple vista, esto habla muy bien de ellas, porque tanto sus voces, como su postura corporal, son creadas para esta obra, demostrando una llamativa versatilidad actoral, especialmente la segunda de las mencionadas intérpretes.
Por su parte las actuaciones de Cristián Carvajal y de Mauricio Flores mantienen sus estilos vocales y de actuación sin ejercer desdoblamientos transcendentales. La interpretación de las actrices resulta de mayores matices en comparación con el desempeño de los roles masculinos.
Son imperdibles ver ambas obras de Marco Antonio de la Parra, para poder compararlas, y cuestionar alguna de mis aseveraciones.
Ficha artística:
Dramaturgia: Marco Antonio de la Parra | Dirección: Francisco Krebs | Elenco: Paola Volpato, Cristián Carvajal, Camila Hirane, Manuela Oyarzún y Mauricio Flores | Diseño integral: Pablo de la Fuente | Composición musical: Alejandro Miranda | Realización vestuario: Nicole Salgado | Asistencia de dirección: Fernanda Letelier | Asistente diseño: Spike Blanch | Participación especial: Fernando Solís.
Coordenadas:
Desde el 11 julio hasta el 3 agosto, los días jueves y viernes a las 20.30 horas y sábados y domingos, a las 19 horas.
Duración: 75 minutos. Recomendada para todo espectador desde la edad de 14 años, en la sala Teatro Finis Terrae (Av. Pocuro 1935, Providencia).
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Patricio Altamirano Arancibia realizó sus primeros estudios en el Instituto Nacional General José Miguel Carrera, para luego ingresar a la carrera de sociología en la Universidad ARCIS, donde se especializó en la investigación académica sobre la clase alta chilena. En esa misma casa de estudios obtuvo el grado de doctor en procesos sociales y políticos en América Latina.
Desde entonces, ha publicado y presentado diversos trabajos en congresos de sociología tanto en el país como en el extranjero, por citar: «La ruta de la modernización agraria chilena: capitalista, reaccionaria y extranjerizante», «El capitalismo ilustrado del siglo XXI» y «Las ocho sombras de los mayorazgos modernos en el siglo XXI», entre otros.
En septiembre de 2021 presentó la monografía La casta Larraín en la burguesía chilena (Ojo Editores).

La actriz Camila Hirana tiene un rol protagónica en esta nueva versión del montaje «La pequeña historia de Chile»
Tráiler:

Patricio Altamirano Arancibia
Imagen destacada: La pequeña historia de Chile.