[Crítica] «Sin filtro»: Los límites morales de una amistad

Dirigido por Aranzazú Yankovic y protagonizada por un elenco integrado por los actores Jaime Omeñaca, Katty Kowaleczco, Álvaro Morales e Hitzka Nudelman, el montaje concebido por el dramaturgo francés Florian Zeller se exhibirá hasta el próximo sábado 20 de noviembre en el escenario del Teatro Municipal de Las Condes.

Por Miguel Alvarado Natalí

Publicado el 13.11.2021

Sin filtro, obra basada en los escritos del francés Florian Zeller se presenta desde el viernes 5 de noviembre en el Teatro Municipal de Las Condes, la comedia cuenta con la dirección de Aranzazú Yankovic, y ha sido una pieza aplaudida por el público y la crítica a nivel mundial.

Cabe recordar que su autor obtuvo seis nominaciones al Oscar por la reciente cinta El padre, consiguiendo uno de ellos el talentoso Anthony Hopkins como mejor actor.

Daniel es interpretado por Jaime Omeñaca y Katty Kowaleczco en el papel de Valeria. Son un matrimonio consolidado por más de veinte años, que invitan a cenar a un amigo en común de toda la vida (Martín) quien es caracterizado por Álvaro Morales.

Un tipo que ha bajado de peso, está haciendo deporte y ahora es un flamante divorciado y quien llega acompañado por su reciente polola, veinticinco años más joven que él, y la cual es caracterizada por Hitzka Nudelman (Edificio Corona): Daniel la encuentra estupenda, en cambio Valeria no entiende cómo Martín pudo cambiar a su amiga por esa “cabra chica”.

Aquí todos los personajes por momentos dicen todo lo que piensan y por instantes piensan todo lo que dicen. Entonces el púbico es testigo de los pensamientos y sentimientos de estos, lo que causa gracia y risa a los espectadores.

La cena, por tanto, aumenta en tensión y se transforma en un catalizador de decir verdades a medias, mentiras piadosas y en sacar por fin lo que se piensa realmente del otro y entonces surge esa interrogante: ¿hasta dónde llega la amistad?

 

Sorpresas en el clímax

Con una escenografía bien lograda y la cual nos lleva a una atmósfera óptima de un departamento con una cocina americana, un living y un comedor, donde los actores se desenvuelven de una manera muy natural y aprovechan la totalidad del espacio escénico.

Este montaje logra con creces la atención del público, que desde el primer momento se hace cómplice de los personajes al saber de lo que estos piensan de los otros personajes, cosa que causa mucha y gracia y los asistentes no paran de reír.

Las actuaciones andan muy bien, pero Jaime Omeñaca en este papel de Daniel saca a relucir toda su expresividad y su parte más lúdica.

En tanto, Katty Kowaleczco interpretando a Valeria, esa mujer académica seria y razonable, que ve como una traición recibir al ex de su mejor amiga con su joven conquista, simplemente nos vuelve a sorprender con una actuación sólida, que a pesar de tratarse del registro de una comedia, su personaje es capaz de poner la seriedad necesaria que requiere este relato.

Por su parte, Álvaro Morales como Martín, el amigo que deja a su mujer por una joven que podría ser su hija, le quedó pintado su papel, un poco —tiro al aire— y sobre todo que se le aprecia más flaco y sin representar los 53 años que tiene.

Y la debutante Hitzka Nudelman, quien se hizo conocida en la teleserie de Mega Edificio Corona, y quien el año pasado había integrado la obra vía Zoom, Hola papá, con Héctor Noguera.

Ahora, Nudelman interpreta a esta atractiva joven que supuestamente se enamora de un hombre mayor y la cual tiene que lidiar con los prejuicios que esto implica, pero que al parecer a ella no le importan.

La joven actriz anduvo bastante bien para un papel sin mucha complejidad y dónde rodearse del notable talento de sus colegas de actuación, sin duda que la hace crecer más.

Un elemento valórico que vemos en esta puesta en escena, es que se le da importancia al matrimonio, al valor de la verdad y lo que significa la sincera amistad, esa sin mentiras ni verdades maquilladas. Nos invita a reflexionar el significado del amor, la convivencia en pareja y cuándo debemos decir o no enunciar las cosas que pensamos.

Esta obra nos sumerge también en la hipocresía del ser humano, de ser lo que no somos, de aparentar lo que no se tiene, entonces decimos lo políticamente correcto para no ofender al otro y esto siempre trae consigo un problema cuando sale a flote y sumerge a la triste realidad.

En definitiva Sin filtro es una pieza que hay que ver, principalmente porque tiene un relato que no decae, no hay espacios para el aburrimiento, es entretenida, amena y actual, y encaja perfecto en esta sociedad de caretas en que estamos inmersos.

Con un clímax que nos lleva a un desenlace nada de cómico, más bien tenso, donde a veces hay dificultades para relacionarse, pero que nos aterriza donde todo comenzó.

Las funciones de Sin filtro se extenderán hasta el próximo 20 de noviembre en el Teatro Municipal de Las Condes (Avenida Apoquindo N° 3.300), en presentaciones que van desde las 19:30 horas los días jueves, a las 20:00 horas de los viernes, a las 19:00 horas de los sábados y a las 18:30 horas del domingo.

 

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Miguel Alvarado Natalí (Santiago, 1968) es periodista de profesión y escritor de oficio. Ha publicado los poemarios Estaciones (1997) y Barrio Yungay (2012), y la novela Calle Dieciocho (2001).

 

Por éxito de ventas las presentaciones de «Sin filtro» se extenderán hasta el próximo sábado 20 de noviembre

 

 

Miguel Alvarado Natalí

 

 

Imagen destacada: Sin filtro, en el Teatro Municipal de Las Condes.