[Ensayo] «Palo blanco y otros cuentos»: La máscara de las ilusiones modernas

Los relatos de Rodrigo Ramos Bañados (en la imagen destacada) están intencionalmente dotados de aspectos oscuros en lo moral y en lo estético. Sus reflexiones contingentes, aunque unidireccionales, ayudan a pensar cómo se organizan las gestiones políticas y culturales, la relación entre el arte y las personas, y nos entrega, entre líneas, una concepción autodestructiva de lo poético.

Por Carlos Pavez Montt

Publicado el 7.1.2021

Una exposición artística y fragmentaria ocupa, casi de manera necesaria, la capacidad de relación que tenemos en el cerebro. A pesar de que cada cuento constituye una totalidad en sí, el acto reflexivo que se significa juzgando la individualidad, la mera afirmación de-sí, por decirlo en otros términos, tiene la posibilidad de caer en una suerte de incongruencia con la reflexión posterior.

Porque el hecho de compilar, que en gran medida es elegir qué es lo que se termina publicando o no, carece de los medios para evitar un aspecto inherente a su carácter totalizador.

La mirada crítica, guiándose con eso, debería alimentarse de una búsqueda entre líneas, de los subrayados, de los apuntes y las reflexiones que terminarán asemejando o diferenciando a un texto de otro.

Estos son los espacios, los vacíos interminables que pueden salir de cada acto particular, literario y post interpretativo. Pero estas opciones tienen, también, una situación…

Ubicación contextual y fáctica respecto a los acontecimientos históricos. Formas de ser del mundo como dinámicas que incluyen —y en el caso hipermoderno, excluyen— a las consciencias individuales que le entregan su sentido.

 

Una pretensión de verdad

Dicho esto, podemos repasar el conjunto de textualidades un poco. El título hace referencia a un cuento en particular —al último— y a los otros. Esto es interesante, porque el fenómeno del palo blanco involucra, como una condición de posibilidad existencial incluso, un acto que rompe con las normas o las convenciones. En una palabra, la decisión de burlar un sistema que ya está previamente establecido:

«Palo blanco o Testaferro. Cabezas de fierro medievales que ocultaban la fortuna para pagar menos impuestos. Figura que se utiliza para esconder los bienes, para esconder la evidencia, en palabras sencillas, es…».

¿Qué nos quiere decir todo esto?

¿Hay un vicio que crece junto a los monumentos y los edificios?

¿Existe un virus artificial que recorre tanto las manos del almacén como los espejos o los ternos?

Esta contradicción —actividad gravemente impune— es la que fundamenta los cimientos de la hipermodernidad. Pero las apariencias y el éxtasis fantasma se hacen realidad en la televisión y en los medios de comunicación.

Sin duda, el reciente libro del escritor chileno proyecta una intención: el desenmascaramiento de las ilusiones modernas. Es la representación literaria de la muerte, el fracaso, la ebriedad, la explotación, la estafa, la lejanía, y el egoísmo.

A fin de cuentas, un aspecto cardinal que se representa en los heterogéneos ambientes narrativos es la sensación solitaria, dolorosa de estar en el mundo hipermoderno.

Siempre hay una barrera mediática y real que está entre lo que está sucediendo y la percepción, en medio de la subjetividad inexpresable y los acontecimientos que ocurren, en ese momento. Esta distancia o espacio nos revela una pretensión de verdad (o al menos de realismo) en los escritos del autor.

Pero lo importante en realidad es que, en la lejanía establecida entre la percepción y la materia, hay una crítica ontológica a las formas de ser institucionales, sociales, incluso culturales que se representan en los cuentos.

La estafa, el asesinato, los prejuicios, etcétera, todo se muestra con una vitalidad, como efecto de una causalidad azarosa que desorienta a las subjetividades que están existiendo.

En este punto, es necesario mencionar que la primera persona abunda en los escritos. (Más que a una forma estructural de narración, nos referimos a una actitud espiritual que sustenta la literariedad de las descripciones).

Porque es peligroso seguir el cauce sin mirar las piedras o los elementos que están en su lecho. Es todo un riesgo meterse al agua sin mirar la profundidad en un momento anterior. A veces la síntesis es olvidada, y los relatos unívocos

La obra de Rodrigo Ramos está intencionalmente dotada de aspectos oscuros en lo moral y en lo estético. Sus reflexiones contingentes, aunque unidireccionales, ayudan a pensar cómo se organizan las gestiones políticas y culturales, la relación entre el arte y las personas, nos da, entre líneas, una concepción autodestructiva de lo poético: experiencia que sacrifica su autenticidad vital en la contemplación.

 

***

Carlos Pavez Montt (1997) es licenciado en literatura hispánica de la Universidad de Chile, y sus intereses están relacionados con ella (con la creación artística en lengua romance), utilizándola como una herramienta de constante destrucción y reconstrucción, por la reflexión que, el arte en general, provoca entre los individuos.

 

«Palo blanco y otros cuentos», de Rodrigo Ramos Bañados (Zuramerica, 2020)

 

 

Carlos Pavez Montt

 

 

Imagen destacada: Rodrigo Ramos Bañados.