[Entrevista] Diego Alfaro Palma: «W. H. Hudson es un maestro que sigue los pasos de Humboldt y Darwin»

La independiente Libro Verde Ediciones lanza «Las aves y el hombre», una obra del singular naturalista argentino del siglo XIX y de principios del XX que escribía en lengua inglesa, en una traducción a cargo en comandita por el poeta chileno que dialoga con el Diario «Cine y Literatura» en esta oportunidad (en la imagen destacada), y por Fernando Correa.

Por Nicolás Poblete Pardo

Publicado el 28.3.2023

Este miércoles 30 de marzo se lanzará el volumen Las aves y el hombre, de W. H. Hudson, un artefacto a cargo de Libro Verde Ediciones. El evento será durante el tercer día de la semana laboral, a las 19:00 horas en la Librería Libro Verde, calle Orrego Luco 51, en la comuna de Providencia.

Los invitados son: Eduardo Pavéz (ornitólogo y escritor chileno) e Ivo Tejeda (director de la Red de Observadores de Aves de Chile). Ellos conversarán con Diego Alfaro Palma, uno de los traductores del libro, y el protagonista de este diálogo que ofrecemos a nuestros lectores.

Así, el naturalista W.H. Hudson (1841 – 1922), nacido en Argentina y activo profesionalmente en Inglaterra, es una de las voces más destacadas de la narrativa de naturaleza que jamás hayan existido en Occidente. Las aves y el hombre es una de sus obras más relevantes y hasta ahora se encontraba inédita en español.

El volumen, que incluye una presentación del gran Ford Madox Ford (autor de El buen soldado, un clásico de la literatura inglesa) es una matriz para lo que hoy se denomina divulgación científica, y atraerá a lectores diversos, en particular aquellos interesados por la ornitología, la naturaleza y el estado de nuestro planeta.

De esta manera, la presente edición fue traducida por el también poeta Diego Alfaro Palma y por Fernando Correa, quienes se basaron en la publicación inglesa de 1920. Aquí, Alfaro responde algunas preguntas sobre su trabajo y su impresión del emblemático autor.

 

«W.H. Hudson, un personaje demasiado singular para su época»

—Ford Madox Ford, que venía saliendo de un colapso nervioso, comenta la ayuda que le proveyó Hudson al visitarlo y darle consejos sobre sus propias aves. Aquí, se ve un intercambio entre dos figuras notoriamente literarias, dialogando sobre el valor sanador de las aves.

—Elegimos ese texto de Ford Madox Ford como introducción a Las aves y el hombre, porque nos pareció que mostraba de manera transparente quién fue W.H. Hudson, un personaje demasiado singular para su época.

Un argentino que escribía en inglés, un inglés que vivía en Argentina, un naturalista que escribía literatura, un sujeto muy reconocido por sus pares, pero poco por el público general, un investigador que no hacía diferencias entre un dato recopilado de un estudio acabado o de una conversación con un campesino.

Entonces nos interesó esto que hace Madox Ford de presentarlo como un tipo inquieto, lúcido, que no le interesaba la fama, que tampoco se consideraba un escritor y que no obstante terminó cambiando el curso de la literatura de divulgación científica, de la literatura de la naturaleza, de la literatura escrita en nuestro continente y de la inglesa.

 

«El engarce perfecto entre la descripción y la memoria»

—Hudson le presta mucha atención a las flores (un símbolo típico en la poesía) y a las asociaciones humanas que sus coloraciones convocan. Recuerda una antigua leyenda que explica el origen del hombre, creado por muchos materiales. «Al final, se reunieron un montón de flores silvestres y se lanzaron al azar para darle color a los ojos».

—En Hudson uno encuentra el engarce perfecto entre la descripción y la memoria. Página a página, busca enlazar las relaciones del mundo natural, con lo que han dicho sobre ello los poetas. Eso hace que Las aves y el hombre no sea únicamente un libro de ornitología, sino una narración en torno a un ambiente, contada en primera persona, en donde se nos presentan comportamientos de aves que solo se pueden lograr si uno está detenido por mucho tiempo observando.

Y todo comportamiento, como el de las lechuzas, los cuervos, el pato tarro y tantos otros de los que habla, son mostrados como una interconexión con los árboles y arbustos, la presencia humana u otros mamíferos, la geografía.

En eso Hudson es un maestro que sigue los pasos de otros naturalistas como Humboldt o Darwin, o de exploradores como María Graham o Henry David Thoreau: ve en la naturaleza un red de conexiones salvajes.

 

«A mayor ruido, menor riqueza de especies»

—El tercer capítulo finaliza con una pregunta retórica: quién no ha sentido que: «todos los sonidos naturales que se escuchan en un entorno natural son placenteros, incluso aquellos que sentimos como duros, y que no nos angustian, ni nos parecen discordantes, ¡ni electrifican nuestros nervios como los ruidos artificiales!».

—Bueno, ese es un tema recurrente en la literatura de fines del siglo XIX y principios del XX. Thoreau también lo menciona cuando hace referencia a la llegada del ferrocarril. Hudson es hiperconsciente de que al describir un entorno debe hacer un relato pleno de colores, formas y sonidos.

El oído es un órgano muy presente aquí, en cuanto que con él nos da una idea de la comunicación de una especie o del paisaje sonoro que crean varias especies conviviendo en un mismo lugar.

Y esto es algo que recién hoy la ingeniería en sonido está teniendo como preocupación o gente como Bernie Krauze, que han estudiado el avance de la crisis climática y el deterioro de los ecosistemas a partir de la recopilación de muestras sonoras analizadas en periodos largos.

A mayor ruido, menor riqueza de especies.

 

«Hudson es imposible traducir de un tirón, porque cada dos o tres páginas te detienes emocionado»

—Háblanos de los desafíos de la traducción de este volumen.

—El mayor desafío es traer al español los giros exquisitos que tiene Hudson. Es un autor que para contarte del cucarachero pechiblanco necesita de párrafos biográficos, ágiles, en donde junta historias oídas en una granja o el estudio acabado de otro naturalista, para luego mostrarte las habilidades y característica de esta ave, citar a un poeta reconocido, seguir caminando, compararlo con otra especie y, de pronto, de la nada sacar un fragmento pleno de belleza en donde uno se siente que lo va acompañando. Eso es difícil de hacer y es por eso que con Fernando Correa nos concentramos en conversar, revisar y discutir cada episodio, buscar y rebuscar los detalles de cada ave. Esto, junto que con Hudson es imposible traducir de un tirón, porque cada dos o tres páginas te detienes, completamente emocionado.

 

 

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Nicolás Poblete Pardo (Santiago, 1971) es periodista, profesor, traductor y doctorado en literatura hispanoamericana (Washington University in St. Louis).

Ha publicado las novelas Dos cuerpos, Réplicas, Nuestros desechos, No me ignores, Cardumen, Si ellos vieran, Concepciones, Sinestesia, Dame pan y llámame perro, y Subterfugio, además de los volúmenes de cuentos Frivolidades y Espectro familiar, y la novela bilingüe En la isla/On the Island.

Traducciones de sus textos han aparecido en The Stinging Fly (Irlanda), ANMLY (EE.UU.), Alba (Alemania) y en la editorial Édicije Bozicevic (Croacia).

Asimismo, es redactor permanente del Diario Cine y Literatura.

 

«Las aves y el hombre», de W. H. Hudson (Libro Verde Ediciones, 2023)

 

 

 

Nicolás Poblete Pardo

 

 

Imagen destacada: Diego Alfaro Palma.