[Ensayo] Sally Wainwright: El arte de crear historias con alma femenina

Si tienen la oportunidad les recomiendo sumergirse en el universo creativo de la escritora y guionista audiovisual inglesa, un ejercicio en el cual disfrutarán de sus historias hechas con profundidad de mujer artista, y las cuales entretienen e invitan a la reflexión personal sobre aspectos fundamentales de la condición humana.

Por Jordi Mat Amorós i Navarro

Publicado el 29.3.2023

«Siempre intento hacer algo nuevo, útil y fresco».
Sally Wainwright

Considerada como una de las mejores creadoras británicas de nuestro tiempo, Sally Wainwright (Yorkshire, 1963) se distingue por su excelencia en la elaboración de historias que ponen luz a las ambivalentes dinámicas humanas mediante personajes muy bien definidos y diálogos brillantes, y en las que se da especial protagonismo a las mujeres.

Son numerosos sus notables trabajos como guionista en series radiofónicas y televisivas desde que se iniciara en el oficio en los albores de la década de los 90 del pasado siglo. Sin embargo esta artista de la palabra y lo humano no alcanzó el merecido reconocimiento internacional hasta el año 2012 gracias a su magnífica creación Last Tango in Halifax (2012-2020) que fue galardonada con el BAFTA TV a la mejor serie dramática y al mejor guion dramático.

Desde entonces y ya como creadora consagrada, Wainwright asumió la dirección de sus obras. Hasta la fecha nos ha ofrecido tres producciones televisivas excelentes: Happy Valley (2014-2023) que también ha obtenido varios premios BAFTA, To Walk Invisible (2016) y Gentleman Jack (2019-2022).

 

Lugares comunes

Todas ellas se ambientan en el condado de Yorkshire —y con epicentro en la ciudad de Halifax— que es la región natal de su creadora quien asegura que con esa elección pretende contrarrestar la tendencia actual dominante en su país de ubicar las obras audiovisuales en el gran Londres.

Ese paisaje común es retratado en dos tiempos históricos bien diferenciados:

To Walk Invisible y Gentleman Jack en pleno siglo XIX, la primera para mostrarnos un sensible y arrebatador drama biográfico en torno a las míticas escritoras hermanas Brontë. Por su parte, Gentleman Jack es una ficción muy fresca y descarada a propósito de la carismática terrateniente industrialista Anne Lister, otro personaje histórico nacido en Yorkshire.

En cambio tanto Happy Valley como Last Tango in Hallifax nos sumergen en las complejas dinámicas humanas de nuestro mundo global actual. La primera gracias a la peculiar historia de una veterana sargento de policía que ha de lidiar no sólo con todo tipo de conflictos y casos comunitarios sino quien además carga con las responsabilidades y los traumas familiares causados por el suicidio de su única hija que dejó huérfano a un niño.

Y la segunda a través del retrato de dos familias que se fusionan tras el inesperado enlace de la matriarca y el patriarca de cada una de ellas ambos septuagenarios y viudos. Un enlace que propiciará el que dos mujeres de mediana edad e hijas únicas se encuentren y en ese hallazgo lleguen a sentirse como hermanas.

 

La riqueza de los matices

Hermanas, lo importante que suele ser para una mujer el tener una hermana con quien compartir y contrastar las vivencias. Wainwright lo sabe por dolorosa experiencia, en su adolescencia sintió un gran vacío cuando su única hermana con la que tanto intimaba marchó lejos de casa para casarse.

Y según confiesa en distintas entrevistas recurre a hermanas en sus historias porque entiende que en las relaciones entre estas es donde suelen crearse las dinámicas humanas más ricas en matices.

Así es en las producciones citadas:

En To Walk Invisible se adentra en los claroscuros de las tres hermanas Brontë quienes con coraje logran hacer valer su calidad como escritoras a pesar de las grandes dificultades propias del entorno patriarcal de la época y de las incertidumbres generadas por su hermano alcohólico.

Gentleman Jack retrata la poderosa personalidad de Anne Lister, una mujer empresaria que se mueve como un hombre más en un mundo dominado por estos.

Una mujer de vestimenta y ademanes masculinos que relega su feminidad —y sólo hasta cierto punto— a sus relaciones íntimas; una mujer lesbiana que asume siempre el rol de hombre con sus parejas. En contraste, su hermana Marian es una fémina sumisa e indecisa que somete su voluntad a la de Anne como lo haría ante un hermano mayor de la época.

La sargento Catherine Cawood de Happy Valley también tiene sólo una hermana, de alguna manera se repite el esquema de la potente versus la dependiente desarrollado ya en Gentleman Jack aunque con matices psicológicos mucho más ricos. Catherine y Clare (así se llama la hermana «débil») viven en un tiempo, el nuestro, en el que todo tiene mayor complejidad y se enfrentan a una realidad personal muy dura.

En efecto, si bien la sargento es la abuela que asume toda la responsabilidad de su nieto tras el suicido materno, afortunadamente se deja ayudar e incluso aconsejar por su hermana Clare, una mujer muy sensible y femenina con problemas personales a la que duelen los arrebatos intransigentes de la ruda Catherine.

Y ya se ha comentado que Last Tango in Hallifax retrata entre otras muchas ricas personalidades de ambos sexos a dos mujeres que tras un proceso difícil se convierten en amigas íntimas tal y como hermanas, algo que parecía estar predestinado puesto que nacieron precisamente el mismo día.

El suyo es un proceso arduo porque son muy distintas en todo y de entrada se rechazan mutuamente.

Guillian es una mujer viuda marcada por la relación tóxica que tuvo con el padre de su único hijo, relación en la que ella fue maltratada. Y su situación económica es precaria, así y a pesar de regentar una granja se ve obligada a trabajar como cajera.

Asimismo, Guillian es una mujer potente con un carácter muy inestable y un gran apetito sexual que a menudo la lleva a obrar de forma muy inconsciente.

Por su parte, Caroline es la directora de un prestigioso colegio privado y en consecuencia goza de un nivel de vida alto y un buen posicionamiento social.

En el momento del encuentro y rápido enlace entre su madre y el padre de Guillian, Caroline acaba de decidir separarse del padre de sus dos hijos y se plantea seriamente su sexualidad. Consciente de su preferencia por las mujeres lucha por «salir del armario» porque pese a ser una mujer muy potente, su talón de Aquiles está precisamente en el mostrarse como lesbiana ante su familia y su entorno social.

Poco a poco Guillian y Caroline intimidarán y se explicarán sus más oscuros secretos haciendo real esa predeterminación por la que nacieron un mismo día hijas de unos padres que ahora son pareja. Es bello el retrato que nos ofrece Wainwright sobre ese proceso de hermanación femenina tan lleno de altibajos en la que ambas transitan del amor (no carnal) al odio.

 

Tres actrices excepcionales

Finalmente creo necesario resaltar el gran trabajo interpretativo de los actores y actrices que dan vida a los personajes de esta creadora excepcional en las producciones televisivas citadas. Todos ellos en la línea de la excelente calidad actoral británica que se arraiga en su larga tradición teatral.

A mi entender tres actrices merecen especial mención:

Suranne Jones, quien hace enteramente creíble un personaje tan peculiar —en un permanente tránsito entre el registro dramático y lo cómico— como es Anne Lister, la empoderada protagonista de Gentleman Jack.

Nicola Walker interpretando a Gillian en Last Tango in Hallifax. Walker demuestra una vez más su maestría al encarnar a una mujer altiva con una personalidad muy compleja e inestable.

Y la gran Sarah Lancashire que aparece en dos de las obras comentadas. Es la Caroline de Last Tango in Hallifax e interpreta de forma sublime a la sargento Cawood de Happy Valley, trabajo por la que fue galardonada merecidamente con el Bafta TV 2016 a la mejor actriz.

Por todo lo expuesto y si tienen la oportunidad les recomiendo sumergirse en el universo creativo de Sally Wainwright, de bien seguro que disfrutarán de sus historias con alma femenina las cuales entretienen e invitan a la reflexión personal sobre aspectos fundamentales de la condición humana.

 

 

 

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Jordi Mat Amorós i Navarro es un pedagogo terapeuta titulado en la Universitat de Barcelona, España, además de zahorí, poeta, y redactor permanente del Diario Cine y Literatura.

 

Jordi Mat Amorós i Navarro

 

 

Imagen destacada: Sally Wainwright (por Joe Cummings).