Exposición «Musada»: 100 años de Estonia en los ojos del artista chileno Izak One

Una de las coordenadas matrices de la estética de Izak One es la pulsión social, pero tratada con lucidez a través de la pintura. Acá no veremos panfletos sino un trabajo riguroso y crítico. Así, «Musada» es un neologismo bilingüe que el creador ha sacado bajo la manga como un mago: puede ser la contracción de la frase en estonio Minu sada, que traducido al español significa “Mi cien”, lo cual sería una directa alusión al centenario estonio, pero también tiene el ingrediente castellano de «musa», y donde entonces Estonia, el país que lo acoge, pasaría a ser la fuente y el centro de la inspiración.

Por Marcelo Gatica Bravo

Publicado el 22.2.2018

Este 24 de febrero Estonia cumple su primer centenario como República independiente. El pequeño país báltico se sitúa en una zona geopolítica caliente y comparte con Finlandia, Letonia y Lituania, una historia de subordinación frente a los países vecinos que en un pasado tenían una clara vocación expansionista (como Alemania, Rusia, y Suecia).

Izak One, un artista chileno que vive hace cuatro años con su esposa estonia en Saaremaa, la isla más grande del país, ha lanzado “Musada” en la Biblioteca Nacional de Tallinn, la capital. Izak, oriundo de Antofagasta paso a paso se ha hecho un nombre en la escena del street art del báltico, dejando su arte callejero en las principales ciudades del país.

Una de las coordenadas matrices de la estética de Izak One es la pulsión social, pero tratada con lucidez. No veremos panfletos sino un trabajo riguroso y crítico. En febrero ha dejado la calle por un motivo especial (aparte del frío del invierno báltico). Y se ha instalado con su primera exposición-homenaje dedicado al centenario de Estonia. Musada es un neologismo bilingüe que ha sacado bajo la manga como un mago. Musada puede ser la contracción de la frase en estonio Minu sada, que traducido al español significa “Mi cien”. Lo cual sería una directa alusión al centenario estonio. Pero también tiene el ingrediente español de Musa, donde Estonia sería la inspiración.

La exposición cuenta con diez pinturas en la que se utilizó la técnica del spray on canvas, que muestran la vertiginosa historia del país báltico. Izak reconoce que para elaborar la muestra fueron fundamentales las conversaciones con su familia y amigos estonios. Cabe destacar el financiamiento del proyecto a través de la Embajada de Chile en Finlandia.

Musada sintetiza los momentos más significativos del pequeño país báltico, desde su nacimiento como República en 1918, pasando por la II Guerra Mundial que llevó a la ocupación soviética, el proceso de rusificación (la imposición de la cultura rusa, incluida la adquisición de la lengua como obligatoria), su re-independencia en el 91, hasta el auge de Estonia como un país digital. La poeta estonia Mariliin Vassenin, valora la refrescante mirada de Izak sobre su país: “Cada pintura marca un momento en la historia de Estonia. El lenguaje visual es muy preciso, con símbolos claros y poderosos. Las pinturas tratan las memorias dolorosas, pero también el orgullo y alegría (por ejemplo “Icebreaker”). Nunca faltan tonos críticos refrescantes, por ejemplo en la pintura “Tiger Hype” que también contiene un juego de palabras”.

Quizás uno de los cuadros más poderosos simbólicamente es “The Country’s Pride” (que adjuntamos en la reseña), donde se ve una golondrina, símbolo cultural de los estonios que vuela sobre un nido con forma de corona de espinas, en cuyo interior anidan dos huevos negros con los símbolos del nazismo y el comunismo. Cabe contextualizar que los tres países bálticos fueron ocupados como campo de batalla entre Alemania y Rusia. Además estas dos potencias habían hecho el pacto secreto Ribbentrop-Mólotov donde se repartían el este de Europa. Terminada la guerra, los países vencedores no aclaran la situación del báltico, por lo que del oeste se desentienden de esta zona, y el pacto de ocupación ruso se hace efectivo. Es decir, el ejército Rojo desde su relato de país vencedor “libera” a Estonia de los nazis. Pero la contradicción se produce porque no se marchan del país iniciando el proceso de rusificación.

Izak alude magistralmente a este período con un cuadro titulado, precisamente “The Russification”, donde se ve un rodillo que va tiñendo de rojo unos bloques de edificios que fueron símbolo de la modernidad rusa en los países del este. Pero cuya carga alegórica es la clara dominación autoritaria de Moscú sobre Estonia.

Luego de un largo ocupación soviética (casi cincuenta años), Estonia prueba la ilegalidad del pacto Ribbentrop-Mólotov y en el 1991 obtiene su re-independencia. Hay que destacar un período de protestas a través de festivales de coros. Llama la atención que el primer presidente de Estonia luego del soviet period fuera un hombre de cultura, el escritor y cineasta Lennart Meri. Izak fija su vista en ese momento histórico con el cuadro titulado“Icebreaker”, donde Estonia comienza a establecer relaciones internacionales, y con los años formará parte de la Unión Europea. El rompehielos lleva el nombre Lennart y el artista trata con sutileza los colores que aluden a la bandera del país.

El artista nos confiesa que buscó establecer un estilo figurativo pero con elementos surrealistas como se aprecia en “The Birth of the Modern State”. En el cuadro se ve un hombre remando en un barco de papel en dirección a un faro adornado por un cielo cubierto de auroras boreales. La alegoría es fantástica pues el papel con que se diseña el barco es nada menos que el primer manifiesto de independencia de los estonios en 1918.

En Musada se manifiesta un estilo alegórico pero con una alta dosis histórica y social. Lo que queda patente en las palabras del artista: “Traté de mantenerme simple y con un profundo significado que a la gente con la primera mirada entienda el mensaje, incluso sin leer los títulos, donde cada cuadro está cargado de simbolismo en algunos más bien sutil y en otros mas literal, pero la cuidadosa selección de ellos más el juego del color me parece que hace que cada pieza hable por si sola”.

En suma, estamos en presencia de una exposición doblemente histórica pues se celebra el primer centenario de Estonia, y es la primera vez que un artista chileno expone su arte en esta tierra báltica. Es interesante mencionar algunas coincidencias históricas entre ambos países. Tanto Chile como Estonia salieron de un período autoritario a principios de los noventa, y entraron el mismo año al OCDE. En cierto modo, ambos sufrieron las consecuencias de ser países periféricos durante la guerra fría.

Izak termina la serie con un guiño personal, en “The Embrace” (el abrazo). Un cuadro que muestra una familia contemplando las Torres de Paine, uno de los monumentos de la naturaleza en Chile. La hija de la pareja porta en sus manos las banderas de Chile y Estonia. Sin alegorías nos habla de la apertura hacia el otro, justo cuando en nuestra larga y angosta faja de tierra se está viviendo unos tiempos convulsos por las nuevas emigraciones.

 

«The Russification», pintura de Izak One

 

«The Birth of the Modern State», de Izak One

 

«Tiger Hype»

 

«Icebreaker – Lennart Meri», de Izak One

 

La pintura de «The Country’s Pride»

 

El artista chileno en su taller en Estonia

 

 

Imagen destacada: «The Embrace», pintura del artista chileno Izak One

Crédito de las fotografías: Marcelo Gatica Bravo