Fidocs 2019: «Space Dogs», cuestión de perspectiva

El filme de no ficción debido a los realizadores austríacos Elsa Kremser y Levin Peter obtuvo una Mención Especial del jurado en la sección de largometraje internacional del 23º Festival Internacional de Documentales de Santiago, que acaba de proyectarse en la convulsionada capital chilena.

Por Felipe Stark Bittencourt

Publicado el 13.12.2019

Space Dogs cuenta la historia de la perra Laika, con poesía y maneras inusuales, proponiendo que su espíritu, luego de morir en medio de las estrellas, habita en otros canes que vagan actualmente por las calles de Moscú. Para tal efecto, Elsa Kremser y Levin Peter, directores del documental, enrarecen el lente de la cámara “animalizándolo” a la perspectiva de un perro. El resultado es absorbente, aunque pesado, como también lo fue la experiencia de Laika y otros animales cuando fueron puestos en órbita.

De este modo, articulado por una narración en off, Space Dogs propone una mirada bastante particular a la carrera espacial soviética. Deja que dialogue el registro de la Rusia actual —con sus perros callejeros que pelean, cazan y exploran— con material de archivo inédito donde se ve cómo esos otros canes son preparados para una muerte segura. La cámara, cuando sigue al espíritu de Laika por Moscú, se ubica a la altura ocular de los perros. Trata de actuar como uno y lo consigue. Consecuentemente, la ciudad y los quiltros se transfiguran ante el comportamiento extraño de los humanos y establece un paralelismo entre esa vida ruda que propone la calle con ese otro destino no querido y atroz, pero trascendente y espectacular.

Pues la carrera espacial para los humanos es una lucha política, pero sobre todo una empresa que es casi mítica en su destino. Los perros que iban a ser enviados a las estrellas tenían que cumplir con parámetros heroicos y la dureza de la ciudad bastaba para la ciencia. Y mientras los rusos preparaban perros, los norteamericanos solo necesitaron un chimpancé. Laika no volvió a la Tierra. El primate sí, pero transfigurado y atemorizado, al igual que otros animales que también fueron enviados al espacio.

Los esfuerzos humanos por conquistar las estrellas desde esa perspectiva, resultan, en consecuencia, terroríficos. Solo hay vértigo y espanto en ese material de archivo que maneja el documental. Fascinante por su novedad, es también un retrato que desde la animalidad resulta incomprensible. Los directores, así, saturan el plano con luces, colores y sonidos que generan una atmósfera que es al mismo tiempo ominosa y en la que bulle la idea de trascendencia.

Poetizar ese fragmento de la historia con esas herramientas es una tarea ardua, pero este documental lo logra. La hostilidad del espacio no es muy diferente a la que Moscú ofrece a los quiltros de hoy. Salvo por un hueso que pueda regalarle alguien que hurga en la basura o el cobijo de unas ruinas, los animales tienen un mal pasar en la ciudad. El de Laika es un retorno tan duro como lo fue dejarla y por eso Space Dogs es melancólica y comprensiva con los camaradas perrunos que dieron su vida por la Rodina.

 

Felipe Stark Bittencourt (1993) es licenciado en literatura por la Universidad de los Andes (Chile) y magíster en estudios de cine por el Instituto de Estética de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Actualmente se dedica al fomento de la lectura en escolares y a la adaptación de guiones para teatro juvenil. Es, además, editor freelance. Sus áreas de interés son las aproximaciones interdisciplinarias entre la literatura y el cine, el guionismo y la ciencia ficción. También es redactor permanente del Diario Cine y Literatura.

 

Fotograma del largometraje documental «Space Dogs» (2019), de Elsa Kremser y Levin Peter

 

 

 

 

Tráiler:

 

 

Imagen destacada: Un fotograma del largometraje documental Space Dogs (2019), de los realizadores austríacos Elsa Kremser y Levin Peter.