«Grandes esperanzas», de Charles Dickens: Una novela de aprendizaje para vivir tiempos difíciles

La obra del narrador inglés por excelencia durante el siglo XIX, constituye una pieza de ficción literaria ideal a fin de apreciar en épocas convulsas y de evidentes amenazas emocionales y físicas, como las vividas por la humanidad en estos días.

Por Sergio Inestrosa

Publicado el 16.4.2020

La novela Grandes esperanzas que bien podría traducirse como “Grandes expectativas” fue escrita por Charles Dickens entre 1860 y 1861. Esta novela fue su decimotercera obra y en ella encontramos algo típico de Dickens, el amor por sus personajes a los que por su forma de narrar ha logrado hacer que entren a formar parte de la cultura popular; quién de nosotros, por ejemplo, no recuerda a Oliver Twist.

En la novela que ahora comento, de 417 páginas y dividida en 59 capítulos, sentiremos pena y alegría no solo por Pip, sino también por la excéntrica señorita Havisham, la hermosa y fría Estela y qué decir de Joe el herrero, cuñado de Pip; un hombre en verdad sencillo, pero de un corazón extremadamente generoso.

La novela Grandes esperanzas fue publicada originalmente en un semanario llamado All the Year Round y luego de su lanzamiento tuvo un enorme éxito y fue aclamada como una notable novela, tanto que algunos la consideran el mejor trabajo de su autor.

Los temas a los que Dickens nos tiene acostumbrados incluyen riqueza y pobreza, amor y rechazo, sufrimiento, pero al final el bien triunfará sobre el mal. Grandes esperanzas, está llena de imágenes de extrema pobreza, cadenas carcelarias, sufrimientos, desengaños y luchas que ocasionan hasta la muerte; y en cierto sentido la novela es un poco una tragicomedia, que si bien no tiene un final feliz, se le acerca bastante, pues la bondad termina imponiéndose. No sé si este aspecto jugaría en nuestros tiempos en contra de la obra, pues esa característica melodramática, donde al final el bien triunfa, se lo hemos dejado a las desprestigiadas aunque siempre populares telenovelas audiovisuales.

Como muchas otras grandes novelas, esta también ha sido llevada al cine, en varias ocasiones, la última vez fue en 1998 y esta versión fue dirigida por el mexicano Alfonso Cuarón, con fotografía del también mexicano Emmanuel Lubezki y cuenta con la actuación de Ethan Hawke, Gwyneth Paltrow y Robert De Niro.

La trama de la novela es más o menos así: Un niño de seis años llamado Pip vive en los marismas de Kent con su hermana y su esposo, Joe, un hombre un poco rústico pero sumamente generoso y que ayuda mucho a Pip. La víspera de Navidad, mientras Pip está en el cementerio junto a la tumba de sus padres, allí se le acerca un hombre hambriento que es un prófugo de la justicia, y este lo amenaza con sacarle el corazón y el hígado sino lo ayuda. Pip saca comida de su casa para que el prófugo tenga algo de cenar.

Poco después, a Pip lo lleva su tío Pumblechook a jugar en la casa de la señorita Havisham, allí conoce a Estela, la hija adoptiva de la señorita Havisham, que lo trata fría y despectivamente y de quien Pip terminará enamorándose.

Después Pip entra a trabajar como aprendiz en el taller de herrería de su cuñado, pero la meta de Pip es convertirse en un caballero, para ello necesita irse a Londres y hacer dinero, y así poder tener la posibilidad de casarse con Estela.

Poco tiempo después, gracias a un misterioso benefactor (que después descubrirá se trata del prófugo al que ayudó en el pueblo cuando niño y cuyo nombre es Abel Magwitch), le dice adiós a su familia y se va a Londres para intentar convertirse en un caballero. Allí se hace amigo de Herbert Pocket, hijo del primo de la señorita Havisham. Herbert es su guía en la ciudad y como era de esperar los dos jóvenes tienen una vida muy agitada en la gran urbe. Tanto así que Pip pierde el control de sus gastos y se empieza a avergonzar de su cuñado, Joe.

Estela, por su parte, se ha dedicado a viajar y ver mundo y cuando regresa a Londres está más bella que antes, convertida ya en toda una mujer, cada vez más inalcanzable para Pip.

En un momento, Pip se da cuenta que Magwitch está en Inglaterra y el sabe que no puede estar allí, que corre peligro y entonces idea un plan para sacarlo de allí, pero en eso ocurre un incendio en la casa de la señorita Havisham y Pip intenta rescatarla, pero fracasa y ella muere. Cuando Pip está a punto de lograr sacar a Magwitch su plan es descubierto por el marido de Estela, quien recién se ha casado, y Magwitch es llevado a la cárcel, donde poco tiempo después muere; antes de morir éste le revela a Pip que Estela —la mujer de sus sueños— es su hija.

Pip se enferma y Joe (que ahora está viudo, pues la hermana de Pip murió) viene a ayudarlo, lo cuida y antes de irse paga todas sus deudas. Pip lo sigue hasta su casa con el propósito de pedirle perdón a Joe y a la vez, proponerle matrimonio a Biddy, pero cuando llega a su casa, descubre que ella y Joe ya se han casado.

Pip decide irse al extranjero con Herbert para trabajar en el comercio mercantil. Pasan once años y un día Pip regresa para ver a Joe y su familia y cuando está en su casa Biddy, la esposa de Joe, le habla de Estela y él va a buscarla y la encuentra en el jardín en ruinas de Satis House. Estela ha enviudado y Pip descubre que la frialdad y la crueldad de antes han sido reemplazadas por una triste bondad, y después de declararse mutuamente su amistad, los dos salen del jardín tomados de la mano.

Ahora bien, el lector se podrá preguntar si esas grandes esperanzas de Pip de tener dinero, hacerse caballero y casarse con Estela se realizan, pues si no estaríamos frente un personaje que como muchos otros, en la vida real, fracasan en realizar sus sueños; es verdad que Pip ahora gana bien, en el extranjero, es tercero en la compañía, pero es Estela lo que él más anhela.

Otra pregunta sería: ¿es posible para un huérfano como Pip, con muy poca educación, aspirar a realizar esos grandes sueños?, ¿cuántos igual que él pueden ver cumplidas sus metas? ¿Era la sociedad inglesa del siglo XIX una comunidad menos estratificada que la nuestra y por ende era posible para alguien como Pip subir tan alto en la escala social? ¿O tal vez es que Pip es un chico afortunado al que la vida, pese a todo, le va dando oportunidades para que concrete sus sueños?

La otra forma de ver la existencia de Pip es a través de la visión oriental, es decir, no medir su éxito a través de sus logros sino por la forma en que superó todos los obstáculos en su vida.

El lector tiene ahora la palabra.

 

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Sergio Inestrosa (San Salvador, 1957) es escritor y profesor de español y de asuntos latinoamericanos en el Endicott College, Beverly, de Massachusetts, Estados Unidos, además de redactor permanente del Diario Cine y Literatura.

 

Una edición en castellano de «Grandes esperanzas» (1861) de Charles Dickens

 

 

Sergio Inestrosa

 

 

Imagen destacada: Un fotograma del filme Grandes esperanzas (1998), del realizador mexicano Alfonso Cuarón.