«La guerra silenciosa»: Una cámara honesta

El nuevo largometraje del realizador francés Stéphane Brizé -que se estrena en Chile el próximo jueves 4 de julio- es una obra audiovisual que hace pensar sobre los movimientos sociales, sobre las luchas colectivas que dejan de lado toda individualidad, donde la palabra unidad y colaboración son claves, en el retrato de un conflicto social y político de actuales resonancias, inclusive, en nuestro país.

Por Alejandra Coz Rosenfeld

Publicado el 27.6.2019

La guerra silenciosa (En guerre, 2018) es una película francesa dirigida por Stephane Brizé que trata sobre una cara más de las muchas que conocemos sobre el poder imperante. Esta vez expuesto dentro de una realidad que se vive a través de los sindicatos de trabajadores de una gran empresa (Industrie Perrin), quienes se van a huelga porque se les avisa sobre el cierre definitivo de la compañía.

Los empleados, que hicieron sacrificios económicos previos aceptando un recorte salarial, no aceptan la brutal decisión ya que además de tener pruebas de que la compañía ha obtenido beneficios récord recientemente, no quieren quedar sin trabajo. Como no se cumplen las promesas hechas, firmadas incluso en contratos nuevos, los empleados paran la producción para demostrar el descontento y la tragedia que significa dejar sin trabajo a mil 100 obreros de golpe.

Podría decirse que se ve enfrentada la mano de obra siempre necesitada (dependiente) y siempre necesaria para realizar el trabajo sucio, versus los números no tan azules de las acciones de una compañía que forma parte de otras tantas más .

Se habla tras de una manera singular sobre de las oportunidades, las que para unos son estrategias políticas y una que otra llamada, y para otros una lucha ciega donde se les puede ir la vida tratando de cambiar un sistema que resguarde en última instancia a sus nietos.

La película rememora en algún aspecto al movimiento de los chalecos amarillos y por ende, a la importancia de sacar la voz, aunque muchas veces  no se llegue a un real acuerdo, sino más bien se convierten en una suerte de gallito donde cede el más débil y vence el más fuerte. Y la realidad nos ha demostrado que el más fuerte es el que posee generalmente el capital.

Un filme de cámara honesta que podría caer en el corte de documental ya que todo lo que expone lo hace desde una realidad comprobable y nada exagerada. Lo que ocurre, ocurre. No hay ficción y es por eso que cala profundo. Habla de la lucha comunitaria, de la organización sindical, de convertirse en un bloque inamovible que no dé el brazo a torcer, y donde siempre hay algunos, que se pueden ver como los menos fuertes o más bien como los precavidos, que finalmente ceden a la presión, se flexibilizan y aceptan acuerdos.

La película muestra sensiblemente las distintas personalidades que confluyen dentro y fuera de la pantalla y las que afloran dentro de las crisis sociales, donde siempre hay uno que será la  cara visible, otro el más vulnerable o más humano, la valiente, o el menos osado. Y quien posea la supuesta inteligencia emocional adecuada moverá las masas y hablará en nombre de todos, sin dejarse llevar por las pasiones, las cuales nos hacen perder muchas veces la dignidad, la cabeza y el objetivo.

En la medida que avanza el filme los ánimos se van saturando en la perfecta compañía de la música hecha a la medida por Bertrand Blessing.

Una película que hace pensar sobre los movimientos sociales, sobre las luchas colectivas que dejan de lado toda individualidad, donde la palabra unidad y colaboración son claves.

No se puede dejar de pensar en las luchas que hoy en día llevan nuestros pueblos originarios, nosotras las mujeres y nuestros profesores, los que marchan exigiendo una educación de calidad entre muchas otras cosas, y donde la respuesta del otro lado es siempre una negativa frente al diálogo.

 

Alejandra Coz Rosenfeld nace en Santiago de Chile, en 1972. Poeta, artista y terapeuta transpersonal, estudió letras y estética en la Pontificia Universidad Católica de Chile, y arte en el Palazzo Spinelli, de Florencia, Italia. Ha publicado el poemario Marea baja (Editorial Cuarto Propio, Santiago, 2017), y prepara su primer libro de relatos con el título tentativo de Las aguas de Neptuno y otros cuentos, y una segunda entrega de poemas, ya bautizada como La jabalina (Ediciones Filacteria, Santiago, 2019).

 

El actor Vincent Lindon en «La guerra silenciosa» (2018), de Stéphane Brizé

 

 

 

 

Alejandra Coz Rosenfeld

 

 

Tráiler:

 

 

Imagen destacada: Un fotograma del largometraje de ficción En guerre (2018), de Stéphane Brizé.