«Nae pasaran!»: Hombres buenos

El largometraje documental de Felipe Bustos Sierra no da respiro, las historias se suceden y superponen -el trabajo de montaje es excepcional- haciéndonos partícipes de lo acontecido desde 1973 hasta el momento en que los mecánicos que se negaron a reparar los motores de los aviones Hawker Hunter que bombardearon La Moneda fueron condecorados con la medalla Bernardo O’Higgins por el entonces embajador de Chile en el Reino Unido.

Por Alejandra Boero

Publicado el 4.6.2019

«No es posible imaginar individuos o pueblos sin pasado, es esa memoria colectiva la que les otorga su propia razón de ser. El pasado es necesario para todos; es parte constitutiva de la identidad. Parece que de no remitirse a un pasado con el cual conectarse, el presente fuera incomprensible, gratuito, sin sentido…».
Fernando Aínsa

Septiembre de 1973: Bombardeo del Palacio de la Moneda.

East Kilbride, 1974: Empleados de la Rolls-Royce escocesa -sin imaginarlo- hacen historia.

40 años después del Golpe Militar: Felipe Bustos Sierra va en busca de los protagonistas y cuenta.

Felipe, hijo de un periodista chileno exiliado tras el golpe de Pinochet, director de este documental, nació en Bruselas y desde su infancia escuchó la historia del boicot escocés a los motores de los Hawker Hunters chilenos que fueron enviados a Escocia para su reparación.

Los aviones viajaron hasta la fábrica Rolls-Royce, en el pueblo de East Kilbride, muy cerca de Glasgow. Cuando llegan a la fábrica, Bob Fulton -el primer gran inmenso protagonista de esta gran historia- reconoce la procedencia de los mismos y se niega a trabajar, por cuestiones morales, en la refacción. A la protesta de Bob -primera gran señal de repudio a la dictadura chilena a nivel internacional- se unieron Robert Sommerville, John Keenan, Stuart Barrie y más de cuatro mil obreros.

El relato se estructura con registros de archivo, recuerdos de los personajes de un lado y otro del Atlántico, tomas en vivo en donde quien dirige también es el detective que va y hurga en la memoria de los verdaderos protagonistas y técnicas de animación fotorrealista para dar cuenta de lo que se pensaba un mito o una propaganda anti-Pinochet.

Un relato verídico, altamente emotivo. Un coro de voces que se contrastan y reafirman. Voces que vienen a reconocer una acción que fue silenciada a sus gestores: les habían hecho creer que los motores habían vuelto a Chile y que su negativa había sido en vano. A raíz de este trabajo supieron del impacto de esa decisión de altruismo y empatía con quienes eran torturados y desaparecidos y de quienes siguen vivos gracias a ella.

Nae pasaran! no da respiro, las historias se suceden y superponen -el trabajo de montaje es excepcional, sabe dónde lo documental, dónde las voces emocionadas, dónde el director, dónde el silencio, dónde el foco- haciéndonos partícipes de lo acontecido desde 1973 hasta el momento en que los mecánicos -literal y metafóricamente- Bob, Robert y John fueron condecorados con la Medalla Bernardo O’Higgins por el Embajador de Chile en el Reino Unido.

Esta obra es el primer largometraje documental de Bustos Sierra. Proyecto realizado gracias al sistema de crowdfunding -primer proyecto de Kickstarter con éxito en Escocia-, el Scottish Documentary Institute y la BBC de Escocia, ganadora de los premios Mejor Película (BAFTA, 2018), Premio del Público en el Festival de Cine de Derechos Humanos de San Sebastián Donostia (2019), entre otros, se estrena a nivel nacional -de Arica a Punta Arenas- el próximo jueves 6 de junio.

Un filme que en 96 minutos nos muestra de lo que es capaz un acto solidario, una toma de conciencia colectiva y el rescate de la memoria. Cuando las democracias están tan desenfocadas y el individualismo parece la única guarida, mirarse en esta acción de desobediencia civil pacífica es todo un desafío para seguir diciendo: «Nae pasaran!».

 

Alejandra M. Boero Serra (1968). De Rafaela, Provincia de Santa Fe, Argentina, por causalidad. Peregrina y extranjera, por opción. Lectora hedónica por pasión y reflexión. De profesión comerciante, por mandato y comodidad. Profesora de lengua y de literatura por tozudez y masoquismo. Escribidora, de a ratos, por diversión (también por esa inimputabilidad en la que los argentinos nos posicionamos, tan infantiles a veces, tan y sin tanto, siempre).

 

Un fotograma del largometraje documental «Nae pasaran!» (2018), de Felipe Bustos Sierra

 

 

 

 

Alejandra Boero Serra

 

 

Tráiler:

 

 

Crédito de la imagen destacada: Felipe Bustos Sierra.