Una cita que perdura: Lo que dejó el Festival de Literatura de Rafaela 2019

Una ciudad que albergó en El Complejo Municipal Viejo Mercado y en El Burgués Café a los que hacen que el arte de narrar y de ficcionar historias sea posible: autores, gestores, aficionados, todos lectores y escritores en esencia y en potencia, en dos localidades que se hicieron eco y fueron parte de un mismo espíritu regionalista y descentralizador.

Por Alejandra Boero Serra

Publicado el 7.7.2019

La tercera edición del Festival de Literatura de Rafaela renovó la apuesta de los encuentros anteriores. Desde el 27 al 30 de junio, lejos del centralismo de Buenos Aires, ERA (Escritores Rafaelinos Agrupados) con el aporte de la Comisión para la Promoción de la Cultura de la Municipalidad de Rafaela convocó a poetas y narradores de Argentina y de Chile a compartir sus producciones y a abrir el debate en torno a la creación literaria, sus resistencias y derivas; el campo literario: visibilidades, interrupciones, márgenes, puntos de fuga.

Conferencias en femenino: Camila Sosa Villada en «Trans-escrituras» y un reclamo legítimo: “No nos maten, no nos discriminen, no nos golpeen, léannos, conózcannos, tómense un segundo de su tiempo para vernos, no somos asesinas, no le quitamos el pan a nadie de la boca, no violamos, no golpeamos a las infancias, no torturamos, no somos fascistas ni narcotraficantes; somos escritoras y queremos amar, al fin y al cabo, de eso se trata la literatura”; Andrea Jeftanovic del cuarto propio a la marcha de Penélopes que salen al mar en «Narradoras que caminan»: «Se tiende a asociar la literatura producida por mujeres con espacios cerrados, domésticos, escenas intimistas. Que las mujeres narradoras caminen y escriban sobre ese ejercicio, se supone, es ir contra de la idea del cuarto propio»; Liliana Ancalao -oralitora- en «Escrituras y memorias» visibilizando las voces de los pueblos originarios en su quehacer poético, docente: «soy oralitora, en la pacificación de la Araucanía y en la conquista del desierto esa tradición oral se interrumpió, no somos los oradores ancestrales, somos contemporáneos, el término sirve para señalar esa interrupción, llegamos a la literatura con una carga más y nos juntamos en este punto, no somos una linealidad en el tiempo con esa oralidad».

Mesas de lectura a cargo del narrador, poeta y traductor del guaraní Mario Castells; Luciano Lamberti, autor de La maestra rural y La casa de los eucalíptus, Agustina Bazterrica leyendo fragmentos de Cadáver exquisito, Carina Radilov Chirov y sus cuentos; la poesía presente con Laura Pratto, Diego Planisich, Liliana Ancalao, Camila Sosa Villada, Fidel Maguna, Carlos Battilana, Julieta Lopérgolo y Jotaele Andrade.

Acompañanado en simultáneo la Semana de Libro organizada por la Secretaría de Educación de la Municipalidad de Rafaela, la movida fue singular. Estudiantes de escuelas primarias en el marco de las Jornadas para la infancia y alumnos de establecimientos secundarios fueron los convidados de lujo.

Stand up literarios: escritores y su relación con la literatura, sus lecturas y las herramientas de las que se apropian con Cecilia Szperling y Rita Chiavo.

Lecturas con fondo de música electrónica con Laura Pratto, Jotaele Andrade, Diego Planisich, Cecilia Szperling, Regina Grisolía y Paula Brecciaroli.

Fanzines, Kamishibai, conversatorios, video poemas: todos los formatos para hacer circular la palabra.

Espacio de Feria en la que editoriales independientes, librerías, universidades y escritores de Rafaela y Santa Fe pusieron a consideración del público sus ediciones.

Un público heterogéneo -alumnos, docentes, lectores hedónicos- que acompañó las diferentes actividades desde la escucha y el intercambio con los autores.

Una ciudad que albergó en El Complejo Municipal Viejo Mercado y en El Burgués Café a los que hacen que la literatura sea posible: autores, gestores, aficionados, todos lectores y escritores en esencia y en potencia. Localidades que se hicieron eco y fueron parte.

La palabra: incisión y sutura.

En «tiempos de intemperie», la literatura como refugio de reflexión y práctica.

Potlatch.

 

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Todo sobre el Festival de Literatura de Rafaela 2019.

 

Alejandra M. Boero Serra (1968). De Rafaela, Provincia de Santa Fe, Argentina, por causalidad. Peregrina y extranjera, por opción. Lectora hedónica por pasión y reflexión. De profesión comerciante, por mandato y comodidad. Profesora de lengua y de literatura por tozudez y masoquismo. Escribidora, de a ratos, por diversión (también por esa inimputabilidad en la que los argentinos nos posicionamos, tan infantiles a veces, tan y sin tanto, siempre).

 

Andrea Jeftanovic

 

 

Alejandra Boero Serra

 

 

Imagen destacada: El Complejo Cultural Viejo Mercado en la ciudad de Rafaela, Argentina.