[Columna] ¿Hora de olvidar?

Hoy vemos resonar poderosamente en los medios de comunicación las palabras «50 años», eso equivale a medio siglo: es demasiado tiempo y a juzgar por las reacciones airadas y nerviosas de los diversos actores involucrados queda claro que el tema todavía no se cierra.

Por Jorge Calvo

Publicado el 25.7.2023

¿A qué llamamos realmente memoria? ¿Qué es lo que recordamos? Acaso la memoria no es más que un viejo álbum de fotografías desteñidas o como ese desfile de imágenes en la memoria al oír una canción.

¿A qué nos referimos cuando decimos memoria? No será acaso algo más esencial como una herida en el alma que se niega a cicatrizar, algo traumático que involucra dolor. Algo que permanece con el tiempo y nunca muere. Y, nos observa, de vez en cuando nos golpea la puerta, se asoma y nos dice: aún estoy vivo.

Hoy vemos resonar poderosamente en los medios de comunicación las palabras «50 años», eso equivale a medio siglo: es demasiado tiempo y a juzgar por las reacciones airadas y nerviosas de los diversos actores involucrados queda claro que el tema todavía no se cierra.

Hemos trabajado sin descanso desde hace un par de meses, buscando apoyos y sumando gente: elaboramos en conjunto un lema, hicimos un logo, confeccionamos un afiche y nos repartimos por el país en busca de instituciones que adhirieran.

Conversando con el Museo de la Memoria surgió la idea de incorporar a los poetas del exilio y a los poetas fallecidos, que sus versos fueran leídos por familiares, hijos y nietos. Invitar a actores de teatro para que aportaran con lecturas: este es un coro de poesía que busca llegar a los oídos de todos los chilenos.

Se mencionó el nombre de Gonzalo Millán, y su poema 48:

El río invierte el curso de su corriente.

El agua de las cascadas sube.

La gente empieza a caminar retrocediendo.

Los caballos caminan hacia atrás.

Los militares deshacen lo desfilado.

Las balas salen de las carnes.

Las balas entran en los cañones.

Los oficiales enfundan sus pistolas.

La corriente penetra por los enchufes.

Los torturados dejan de agitarse.

Los torturados cierran sus bocas.

Los campos de concentración se vacían.

Aparecen los desaparecidos.

Los muertos salen de sus tumbas.

Los aviones vuelan hacia atrás

Los “rockets” suben hacia los aviones.

Allende dispara.

Las llamas se apagan.

Se saca el casco.

La Moneda se reconstituye íntegra.

Su cráneo se recompone.

Sale a un balcón.

Allende retrocede hasta Tomás Moro.

Los detenidos salen de espalda de los estadios.

11 de septiembre.

Regresan aviones con refugiados.

Chile es un país democrático.

Las fuerzas armadas respetan la constitución.

Los militares vuelven a sus cuarteles.

Renace Neruda.

Vuelve en una ambulancia a Isla Negra.

Le duele la próstata. Escribe.

Víctor Jara toca la guitarra.

Canta

Los discursos entran en las bocas.

El tirano abraza a Prat.

Desaparece.

Prat revive.

Los cesantes son recontratados.

Los obreros desfilan cantando

¡Venceremos!

 

 

***

Jorge Calvo (Santiago, 1952) es novelista y cuentista, director de talleres literarios de la Sech (Sociedad de Escritores de Chile), sus relatos han sido traducidos y publicados en diversas antologías de Suecia y los Estados Unidos.

Entre sus galardones destacan el Premio Ilustre Municipalidad de Santiago al volumen de cuentos Fin de la inocencia (2004) y el Premio Klas de Vylder al mejor escritor extranjero residente en Suecia.

e4: batallas de una pasión (2021) es su más reciente volumen de historias cortas.

 

Afiche del colectivo «La poesía no olvida»

 

 

 

Jorge Calvo

 

 

Imagen destacada: Gonzalo Millán.