Concierto «Solo Bach» de Syntagma Musicum: El maestro llamó a todo el mundo

El recital de este miércoles 10 de abril en el Aula Magna de la Universidad de Santiago -dedicado a la obra del compositor barroco alemán- se desarrolló con naturalidad. El clavecín estuvo siempre presente con la dura labor que implica el rol de continuista, y el laúd con su volumen claro nos recordó que hubo un tiempo donde la intensidad del sonido dependía de las propiedades del instrumento y no de un micrófono. En fin, todo lo musical se mantuvo a la altura esperada en el histórico escenario de la Estación Central, frente a un público ávido y anhelante de escuchar belleza.

Por Ismael Sánchez Rojas

Publicado el 11.4.2019

 

«La música parece un lenguaje, no sé si más preciso, pero sí mucho más eficaz que el lenguaje de la palabra».
Jorge Luis Borges

Escuchar en vivo a Bach es uno de los lujos más preciados por el público en general. Los melómanos podrán manejar muchos nombres, y disfrutarán de compositores de alto nivel, pero menos conocidos por la gente. Es claro que al ver un cartel anunciando un concierto de Buxtehude mucha gente pasará de largo sin reparar en ello, y es probable que luego de unos minutos ese nombre no les evoque nada musical. Sin embargo, el nombre de Johann Sebastian Bach es pronunciado de forma transversal por expertos y neófitos con la misma reverencia.

Bajo el amparo del Aula Magna de la Universidad de Santiago de Chile se reunieron alrededor de 700 personas con un solo objetivo en mente: Bach. Y es que en sus mismas letras evoca música y es capaz de remecer las almas más apáticas y llevarlas a la contemplación de la belleza y de la perfección. El concierto, a cargo del conjunto Syntagma Musicum, constó de cinco obras, todas destacables, que nos recuerda la versatilidad del “padre de la música” y demuestra una vez más la talla de los intérpretes de esa agrupación.

Sin mayor aviso, se dio inicio con el Concierto brandemburgués n. 6 BWV 1051. Esta magistral obra despierta de inmediato al auditor. La textura tan propia del maestro sorprende por su complejidad contrapuntística. Un comienzo, sin duda osado, con dos violas (Natalia Cantillana, invitada, y Hernán Muñoz, integrante del conjunto) tocando la misma música, pero a una corchea de distancia, que situó al público en una época muy apartada de nuestras preocupaciones. La agilidad del movimiento ya no es apuro, sino un estado de ánimo y el desarrollo del tema, envuelve en su discurso una despedida, un adiós triunfal: la despedida de las violas.

El concierto se desarrolló, felizmente, con naturalidad. El sonido del clavecín estuvo siempre presente con la dura labor que implica el papel de continuista. El laúd con su sonido claro recuerda que hubo un tiempo donde la intensidad del sonido dependía de las propiedades del instrumento y no de un micrófono. Todo lo musical se mantuvo a la altura esperada. Pero hubo un elemento extra musical muy curioso. Es sabido que el momento de los aplausos llega tras terminar todos los movimientos de la pieza que se está interpretando. Sin embargo, en esta ocasión, el público prefirió usar de su libertad y aplaudir cada movimiento. ¿Una muestra de incultura? La verdad es que es fácil apuntar con el dedo antes de tiempo. En efecto, pareciera que el público no estaba habituado a esta clase de conciertos, pero eso dice algo muy específico: Bach llama a todo el mundo. No se está hablando de gente que busca satisfacer sus necesidades intelectuales escuchando algo de música compleja; se está hablando de gente que vio la oportunidad de escuchar al maestro de forma gratuita y no la desaprovechó. Se sintió no solo el calor de la bella música, sino el calor de un público conectado con la belleza.

Volviendo a lo puramente musical. Las dos adaptaciones de las sonatas para órgano BWV 528 y BWV 529 fueron especialmente destacables. Franco Bonino, director del grupo, interpretó en la flauta dulce la primera sonata adaptada para trío (flauta dulce, cello y clavecín); destacando por la claridad de la frase y la agógica tan propia de la música barroca. La sonata BWV 529 arreglada para laúd y órgano fue, sin duda, la pieza mejor ejecutada del concierto. La afinidad sonora de ambos instrumentos otorgó una atmósfera sin igual, preparándonos para el gran final.

Es necesario destacar la labor del tenor Gonzalo Cuadra, quien no solo interpretó de forma muy adecuada las dos arias de este concierto, sino que leyó el texto previamente en español para que el público estuviera más avisado sobre lo que se iba a oír en alemán. El último aplauso se hizo notar, y la hegemonía musical del maestro Bach se mostró nuevamente vencedora.

Syntagma Musicum reanuda sus presentaciones de la temporada 2019 el próximo miércoles 8 de mayo a las 19:00 horas, cuando la agrupación dirigida por Franco Bonino, presente el concierto “Tonos humanos: Música del siglo XVII español”, en el monumental escenario del Aula Magna de la Universidad de Santiago de Chile, en el corazón de la antigua Escuela de Artes y Oficios.

 

Programa de las obras de J. S. Bach que fueron interpretadas el miércoles 10 de abril de 2019:

– Concierto Brandemburgués n.6 BWV 1051.
– Sonata para órgano BWV 528 ( arr. para flauta dulce, clave y cello).
– Aria Jesu, lass durch Wohl und Weh, de la cantata BWV 182, para tenor y B.C.
– Sonata para órgano BWV 529 (arr. para clave y laúd).
– Aria Lass mich kein Lust, de la cantata BWV 177, para tenor, vl. fg, y B.C.

 

Syntagma Musicum está integrado por:

Jaime Carter: Clave, órgano.
Gonzalo Cuadra: Canto.
Rodrigo Díaz: Laúd, tiorba.
Paulina Muehle-Wiehoff: Cello.
Hernán Muñoz: Violìn, viola da braccio.
Franco Bonino: Flauta dulce, fagot, dirección musical.

 

Ismael Rolando Sánchez Rojas (Santiago, 1992) es licenciado en literatura de la Universidad de los Andes (Chile) y compositor amateur. En 2017 estrenó su obra para orquesta de cuerdas Siesta de una sirena y el año 2018 su elegía también para orquesta de cuerdas bautizada Cuarzo, en ambas ocasiones bajo su dirección.

Esa misma temporada (2018) tuvo la oportunidad de dirigir Cuarzo en L´école de musique Vicent-d’Indy, y en el Conservatorio de Música de Montreal, en Canadá.

 

Paulina Muehle-Wiehoff (cello) en el concierto del último miércoles en el Aula Magna de la Usach

 

 

El cantante de «Syntagma Musicum», Gonzalo Cuadra

 

 

Una imagen panorámica de “Solo Bach”, a cargo de “Syntagma Musicum”

 

 

Ismael Sánchez Rojas

 

 

Tráiler referencial:

 

 

Crédito de las fotografías utilizadas: GaryGo.