[Crítica] «El padre»: La devastadora radiografía del Alzheimer

Hasta el próximo domingo 3 de abril, y con funciones también los días jueves, viernes y sábado, se exhibe este montaje dirigido por Marcelo Alonso e interpretado por Héctor Noguera y su hija Amparo en el Teatro Municipal de Las Condes, concebido por el francés Florian Zeller.

Por Miguel Alvarado Natalí

Publicado el 19.3.2022

Considerada la obra más aclamada de la década, El padre, del escritor y director francés Florian Zeller, quien además el año pasado gano un Oscar al mejor guion adaptado al llevar esta pieza teatral al cine.

Así, El padre vuelve a ser ovacionada en un nuevo reestreno en el Teatro Municipal de Las Condes, con la dirección de Marcelo Alonso e interpretada por Héctor Noguera y su hija Amparo.

Andrés es un anciano de 80 años, que reiteradamente comienza a perder su reloj y que se niega a que su hija le contrate una persona para que lo ayude en sus quehaceres. Duda de su hija y de su propia mente, además el tiempo y el espacio le empiezan a jugar una mala pasada.

Héctor Noguera es Andrés, un viejo afable y divertido, pero su Alzheimer ya se ha hecho presente y lógicamente su confusión lo hace perder la paciencia. Amparo Noguera es Ana y es la hija de Andrés, es quien lo cuida y vive preocupada de él, y se empeña en aclararle sus vacíos mentales.

Pero sin dudas que hay un ingrediente no menor en cómo el público va percibiendo la obra, o mejor dicho cómo Florian Zeller el autor, quiere que vivamos en carne propia el trastorno de una mente que empieza a perder la memoria.

En un principio los asistentes podrían pensar que le están haciendo una broma o engaño al anciano, ya que estamos viendo lo mismo que ve él. Por tanto, nos presentan la demencia senil desde el punto de vista del propio padre anciano y enfermo.

Esto hace que también quedemos tan confundidos como Andrés y nos cueste hilvanar la secuencia de diálogos que nos lleven a una correcta dialéctica.

 

Un drama híbrido

Puedo quedar corto en hablar de la actuación del protagonista, Andrés, interpretado magistralmente por Héctor Noguera, que una vez más nos da muestras de su gran versatilidad —y es un placer tenerlo con 84 años sobre un escenario— aquí lo vemos interiorizarse y asumir un personaje sólido, enfermo, divertido y que todavía no llega a esos grados de agresividad que registra esta demencia en su grado más fuerte.

En tanto Amparo Noguera, su hija en el escenario y también en la vida real, está notable en el trabajo que hace, da con un personaje creíble, y llega a la esencia de éste. Sus dudas y cambios de ánimo que van alterando hasta su vida matrimonial, no solo nos hacen ver una buena función teatral, también una triste realidad.

Los actores secundarios se complementan muy bien y hacen que esta función sea aclamada por la audiencia, la cual es atrapada desde un principio por la fuerza interpretativa y lo desgarrador de la escena final, que logra conmover y sacar lágrimas a más de alguno.

Con una escenografía donde se ha cuidado muy bien el espacio y la iluminación, que darán vida a diferentes lugares y atmósferas, la casa de Ana, el departamento de Andrés y la residencia de reposo para enfermos, resultan a la perfección y los cambios de actos están realizados sutilmente a oscuras con un sonido de las manecillas de un reloj con un tic tac que se acelera hasta que vuelve una nueva escena.

El padre, es un drama con una mezcla de comedia, con buen ritmo y texto potente. Es una obra inteligente y amena, que bordea lo tragicómico, escarbando en la mente olvidadiza de un anciano, que no logra percatarse —pese a que tiene momentos de lucidez— de que es él quien está enfermo y necesita ayuda.

La preocupación por los padres, la paciencia y el cansancio, el deterioro que da la vejez y la partida en vida de un familiar, son aspectos que aborda este montaje. Donde el último acto nos deja perplejos y a la vez tristes, pues nos hace reflexionar de una realidad que bien podríamos vivir con nuestros padres y pensar en nuestro propio futuro.

Así, El padre es la devastadora radiografía del Alzheimer que cambia la mente no solo del paciente, sino que también de sus seres queridos. Es un montaje totalmente recomendable, que hay que ver, cuyo texto, relato y personajes se conjugan y dan al espectador eso que siempre se busca, emoción.

La obra se exhibe en el Teatro Municipal de Las Condes hasta el próximo día domingo 3 de abril.

 

Ficha artística:

Autor: Florian Zeller.

Dirección: Marcelo Alonso.

Diseño escenográfico e iluminación: Cristian Mayorga.

Realización: Cuervos Rojos.

Vestuario: Taira Court.

Dirección de escena: Catalina Stuardo.

Productor Ejecutivo: Marcos Alvo.

Gestión Internacional: Ignacio Santa Cruz.

Traducción: Simón Morales.

Producción: The Cow Company.

 

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Miguel Alvarado Natalí (Santiago, 1968) es periodista de profesión y escritor de oficio y vocación. Ha publicado los poemarios Estaciones (1997) y Barrio Yungay (2012), y la novela Calle Dieciocho (2001).

 

 

Miguel Alvarado Natalí

 

 

Imagen destacada: Montaje El padre (2022).