[Crítica] «Melody. Diario de una stripper»: Las experiencias de una bailarina exótica

La canadiense Sylvie Rancourt trabajó durante los primeros años de la década de 1980 en el staff de un club nocturno, y ese aprendizaje existencial la llevó a plasmar su vida en aquel recinto dedicado al entretenimiento para adultos, sobre las páginas de un cómic que ella misma creaba y editaba, a la vez.

Por Eduardo Suárez Fernández-Miranda

Publicado el 27.5.2022

Autsaider Cómics es una editorial independiente, lo que significa que tiene la libertad suficiente para: «publicar tebeos diferentes, divertidos, con acabados de lujo, rotulaciones hechas a mano y sin prestar demasiada atención a las cuentas de resultados». Estas elogiosas palabras parten de la revista Visual, un magazine de diseño, creatividad gráfica y comunicación. Los intereses de la editorial española van desde los cómics underground hasta la narrativa o el ensayo alternativos.

Entre sus cómics destaca el titulado Melody. Diario de una stripper. Su autora, la canadiense Sylvie Rancourt (1959), trabajó durante los primeros años de la década de 1980 como bailarina exótica. Esa experiencia la llevó, en ese momento, a plasmar su vida y su propia experiencia como stripper en las páginas de un cómic que ella misma iba editando. Fotocopiando los ejemplares, iba repartiendo su obra por las mesas de sus clientes. Ese fue el origen de Melody. Diario de una stripper.

La recepción del cómic de Sylvie Rancourt fue buena y decidió publicar una edición autoeditada en los quioscos. En esa aventura obtuvo el apoyo del dibujante Jacques Boivin, quien era el encargado de diseñar las portadas. En los años 90, el propio Jacques Boivin se implicó más en las historietas de Melody, introduciendo el cómic en el poderoso mercado norteamericano.

En esa época se llegaron a vender más de 200 mil copias. En 2013 la editorial Ego Comme X, de Angoulême, publicó Mélody, y un año después fue nominada en los premios del Festival International de la Bande Dessinée de la ciudad francesa. Entre los años 1990 y 1992 existió un Club Mélody, en Montreal, esta circunstancia nos habla del éxito que alcanzó la obra de Sylvie Rancourt.

 

Intuición y perfección narrativa

Sylvie Rancourt fue pionera en el mundo del cómic, con un trabajo autobiográfico, siendo la primera mujer en autoeditar sus fanzines. A pesar del tema que retrata, no estamos ante un cómic erótico. La dibujante se limita a reproducir: «la fauna con la que trabaja», que no deja de ser: «curiosa en unas ocasiones, disoluta en otras, o directamente egoísta y rastrera».

Como señala el editor español: «Rancourt los retrata desde la inocencia y con una total ausencia de juicio». El estilo sencillo e ingenuo de sus dibujos contrasta con el mundo sórdido que le ha tocado vivir.

La dibujante canadiense reconoce que hizo el cómic: «porque lo había vivido, porque empecé a hacerme preguntas sobre mi vida, sobre los posibles errores que habría cometido, mis amoríos… Y también porque me encanta dibujar. Escribía las cosas que me iban pasando, eso es todo», explica.

El cómic cuenta con la introducción del prestigioso historietista e ilustrador, autor de la novela gráfica Jimmy Corrigan, el chico más listo del mundo, Chris Ware, quien quedó fascinado por el: «conocimiento intuitivo del medio y la perfección narrativa de la artista en su primera incursión en el mundo del cómic».

Entre los últimos títulos publicados en la editorial Autsaider Cómics figura El método Gemini, del dibujante español Magius, donde se narra: «la vida de Mike Dioguardi, quien aprovechando la coincidencia de su apellido con el del mafioso John Dioguardi, se hace pasar por un familiar suyo para entrar en el mundo de los negocios». Con este texto nos encontramos ante una obra de una gran calidad narrativa, basada en hechos reales.

 

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Eduardo Suárez Fernández-Miranda es licenciado en Derecho de la Universidad de Sevilla (España).

 

«Melody. Diario de una stripper», de Sylvie Rancourt (Autsaider Cómics, 2022)

 

 

 

Eduardo Suárez Fernández-Miranda

 

 

Imagen destacada: Sylvie Rancourt.