[Crítica] «Warburg & Beach»: El texto que tiene dos caras

El volumen de los autores Jorge Carrión y Javier Olivares es un cómic que refleja de forma muy rigurosa, a un par de las personalidades más destacadas de la literatura y del arte mundial. Así, las ilustraciones de fuerte carácter expresionista que se despliegan en estas páginas, plasman de forma muy adecuada a los movimientos intelectuales de principios del siglo XX que se muestran en el libro.

Por Eduardo Suárez Fernández-Miranda

Publicado el 12.6.2021

En el ensayo Cómo ordenar una biblioteca, el editor italiano Roberto Calasso, señala que: “el libro pertenece a esa clase de objetos que son inventados de una vez para siempre. Capaces de innumerables variaciones, pero dentro de un mismo gesto: leer un texto, incluso largo, sosteniéndolo con las manos, hojeándolo y desplazando con facilidad la atención en su interior. El rollo era una aproximación evidentemente insuficiente e incómoda. Así, en el curso del siglo IV d.C. se produjo el paso del rollo al codex”.

La editorial Salamandra, en su colección Graphic, ha publicado el cómic titulado Warburg & Beach en un formato que rompe la estructura del libro para, de este modo, poder leerlo como un desplegable. Un texto que tiene dos caras. Los autores son el escritor Jorge Carrión (Tarragona, 1976) y el ilustrador e historietista Javier Olivares (Madrid, 1964).

En la primera parte de Warburg & Beach se narra en viñetas los principales acontecimientos en la vida de la librera y editora Sylvia Beach. En 1902 llega a París procedente de Estados Unidos con su familia. Esta estancia inicial tendrá una duración de dos temporadas. Pero regresa años después para instalarse en la capital francesa y abrir su mítica librería.

Shakespeare and Company se inauguró el 17 de noviembre de 1919 y cerró sus puertas a finales de 1941, en plena guerra mundial. En ese período de tiempo la editora americana puso todo su empeño en sacar a la luz una de las grandes obras de la literatura universal, el Ulises de James Joyce.

 

«La editora de un único libro, no la dueña de una editorial»

El cómic relata su encuentro con el escritor irlandés y las vicisitudes hasta conseguir publicar la novela de Joyce. Anunciada su publicación para el otoño de 1921, problemas de salud del autor aplazaron su aparición hasta el año siguiente, coincidiendo con el cuarenta aniversario del escritor de Dublín.

Sylvia Beach y su amiga íntima Adrienne Monnier, dueña de la librería La Maison des Amis des Livres, se convertirían en “sus editoras, sus tesoreras, sus agentes de prensa, sus chicas de los recados”. Beach rechaza publicar los manuscritos de D.H. Lawrence, Lady Chatterley’s lover o Memoirs, de Aleister Crowley. Quería ser “la editora de un único libro, no la dueña de una editorial”.

Por las páginas de Warburg & Beach aparecen John Dos Passos, Djuna Barnes o Francis Scott Fitzgerald. Gran parte de la llamada “Generación perdida” logró reunirse en la librería de Sylvia Beach.

Como prólogo a esta primera parte, Carrión y Olivares relatan la amistad de Joseph Johnson, librero y editor, y Mary Wollstonecraft, autora de la novela Mary y de los Cuentos originales de la vida real que fueron: “un éxito absoluto gracias a la potencia pedagógica del texto y a las ilustraciones de William Blake, otro de los artistas del círculo de Johnson”.

Mary Wollstonecraft fue la madre de la creadora de Frankenstein.

 

El legado de Aby Warburg

La segunda parte del cómic titulada Warburgi, nos acerca a la figura del inclasificable historiador del arte Abraham Moritz Warburg.

Nacido en 1866 en Hamburgo, fue un gran aficionado a los libros desde muy joven: “a los trece años le propuso a su hermano menor, Max, un pacto definitivo: si le aseguraba que le compraría todos los libros que fuera a necesitar durante el resto de su vida, él le cedería la dirección de los intereses de la familia. Y así fue”. Recordemos que pertenecía a una familia de banqueros judíos.

Aby Warburg había reunido ya 15 mil volúmenes en 1911. Su idea era que una biblioteca no debería perder la familiaridad con su propietario, por este motivo no podía ordenarse según un criterio exclusivamente racional. En 1914 abre las puertas de su biblioteca a investigadores y estudiosos, entre los que se encuentra el filósofo Ernst Cassirer.

Además de la gran biblioteca, Aby Warburg dejará como legado el Atlas Mnemosyneii. En él pretendía unir: “la filosofía y la historia de la imagen. Como diría más tarde Paul Celan, la obra se lanza al mar en el interior de una botella, a la espera de llegar algún día a la orilla de la memoria”.

Cassirer, al recordar a Aby Warburg tras su fallecimiento, señala que: “allí donde otros habían visto formas determinadas delimitadas, formas reposando en sí mismas, él veía formas cambiantes (…). Su mirada no se detenía en la obra singular como tal, ni en la forma de la presentación o en el contenido de lo que era presentado, sino que penetraba hasta las tensiones energéticas que habían encontrado su expresión y conocido su descarga en la obra”.

Warburg & Beach es un cómic que refleja de forma muy rigurosa, dos de las personalidades más destacadas de la literatura y del arte. Las ilustraciones de Javier Olivares, de fuerte carácter expresionista, plasman de forma muy adecuada los movimientos intelectuales de principios del siglo XX que se muestran en el libro.

 

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Eduardo Suárez Fernández-Miranda es licenciado en Derecho de la Universidad de Sevilla (España).

«Warburg & Beach» (Salamandra Graphic, 2021)

 

 

Eduardo Suárez Fernández-Miranda

 

 

Crédito de la imagen destacada: Editorial Salamandra.