El amor y la diferencia con el amor: La poesía del uruguayo Fernando Foglino

«De la culpa y del miedo, de cómo el temor puede crecer desde cosas insignificantes hasta acorralarnos sin sentido. De los mismos asuntos pequeños, aparentemente insignificantes, que pueden crecer hacia el otro lado, como cuando se le habla a las plantas y estas crecen hacia el lado de la luz. Estos poemas hablan de la religión, cuando de niño solía rezar todas las noches, y rezaba para que me permitieran morir antes que todos los que me rodeaban. Ahora en vez de rezar, escribo a veces de religión, no todas las noches, no es para tanto. También adjunto un poema del amor, mal entendido. El amor posesivo y castrador. Lo escribí viendo la rigidez de la naturaleza, lo asquerosamente prolijos que estaban los Jardines de Luxemburgo en Francia. Envío, igualmente, otro sobre el amor en las vidrieras, el del consumismo y una historia fortuita, de la suerte, en un relato verídico de cuando pasó el zepellin en 1934, sobre la dictadura de Gabriel Terra, y el capitán nazi de la nave dejó caer un ramo de flores dirigido a la esposa del dictador, sin calcular el viento sur traicionero», son las explicaciones para este set de versos que el escritor y artista visual rioplatense regala al Diario «Cine y Literatura», a fin de festejar su primer aniversario.

Por Fernando Foglino

Publicado el 15.8.2018

 

Tengo un miedo tremendo a estropearlo todo

los girasoles del pasillo se escondieron en sí mismos

y están a punto de tragarse y desaparecer.

Miro cada una de las plantas verdes
que dejaste a mí cargo en el balcón
y me digo
¡No por favor!, no lo estropees todo.

Tengo un miedo tan tremendo
que conozco la curvatura de cada hoja

-Si alguna de ellas languidece-
la sostengo desde abajo con dos dedos
y sin querer la rompo.

 

Miro alrededor espantado

y todos los tallos de todas las plantas del balcón
se inclinan para suicidarse
y yo les grito
¡No por favor!
y mí aliento a alcohol las espanta
entonces les grito
¡No por favor!

y me tiro antes

 

Cae la noche

como un telón

los pétalos se juntan

en un aplauso cerrado

 

Antes del nacimiento de los miedos

solíamos reírnos de la oscuridad

aprovechar que se detuvo el ascensor

para tocarnos

burlarnos del francotirador

que no sabe que hemos trocado corazones

eso fue

antes de temerle a todo

cuando las mordidas

eran caricias animales y

las voces en alto

canción

 

¿cómo se cambia un pañuelo por un conejo, en la galera?

¿cómo se recupera la ilusión?

 

Antes del nacimiento de los miedos

el techo del insomnio estaba plagado de estrellas

y las manchas eran

enormes pájaros mitológicos al amanecer

 

antes de perder la confianza en uno

luego de perdérnosla

la habitación huele a humedad

y cualquier sonido en la noche

es alguien que viene a matarnos

 

Así como el mago hace desaparecer

Las monedas de la audiencia

¿crees que pueda un día dejar de temblar?

 

hablamos de tulipanes

de frutas del norte

de pájaros de cuello largo

hablamos del color del agua

del perfume de la dama de la noche

hablamos de nuestro sol de 30 grados

en este invierno

 

hablamos con dos lenguas

el mismo idioma

 

hablamos del olor del café

del sabor de la coca cola

hablamos del cine y las canciones

de la combinación de los colores y el picante

hablamos del transito

de los autos y los aviones

del color de las sandalias

y la falta de flores en el parque

de cómo bailan

las personas felices

en el club “salve alegría”.

 

hablamos de muchas cosas pequeñas

y el tiempo se encargará

de hacer de ellas

gigantes

 

Murió el obispo de la ciudad de Montevideo.

Juan tomo el martillo y se decidió a reparar la tapa del inodoro, que desde hace por lo menos 10 años le pellizcaba donde se encuentra la nalga izquierda con el muslo al sentarse.

 

María Antonieta por su parte, llamo a su tía que vive en el exterior, la ultima vez que hablaron se rieron mucho. Esther le conto lo travieso que estaba el gato y la personalidad fuerte que había adquirido. “Solo come atún si es Calvo”.

 

Murió el obispo, y…

Una hermosa pareja de ancianos salieron a cenar, después fueron al cine.

 

Un adolescente ordeno su dormitorio.

Frente a la góndola de los vinos, optamos por ese que vale el doble y nos parece prohibitivo. Con la boca caliente, abrimos después la botella que estaba añejada en la alacena.

 

Murió el obispo y

Marcelo, desde su sillón miró a Max, echado en el suelo, mimetizado con la alfombra desde que pierde tanto pelo; la mirada perdida en un punto ciego, más o menos ubicado entre las pantuflas de Marcelo que ahora deja el control remoto en la mesa y le dice con decisión: “Max, te tocó”. Y Max, sin poder creer que van a ponerle la correa, mueve la cola como un avión monomotor. Un viejo Cessna, blanco y ruidoso, volando al ras del barrio, los vecinos que lo siguen con la mirada absorta, como en vuelo de exhibición.

Fernando barrió la vereda., Valentina fue a surfear porque entró mar al río.

Francisca se puso a estudiar, de una vez por todas.

Una mujer obtuvo la gerencia de una empresa llena de hombres.

Mandrake compuso un himno, un poeta llegó a la gloria.

Claudia y Alberto hicieron el amor, parados.

 

Y así sucesivamente.

Sucedió, todo eso que sucede, cada muerte de Obispo.

El nuevo obispo de Montevideo, es una joven promesa de la curia. La iglesia está contenta, habla de un promisorio futuro, habla de renovación y nosotros con culpa deseando un día especial,

la muerte de otro obispo.

 

Sex on the beach

Científicos de New Castle en el Mar Norte afirman

que las arrugas en los dedos bajo el agua

son para mejorar el agarre de los objetos húmedos.

 

Arquímedes de Siracusa en el Mar Jónico probó científicamente

que los objetos sumergidos parecen más ligeros.

 

En las playas de Mikonos cientos de jóvenes

alzan a sus parejas bajo las aguas claras del Mar Egeo

ensayando empíricamente

el Abrazo Total que ilustró El Kamasutra

siglos atrás en el Golfo de Bengala.

 

El semen que se desprende

viaja flotando como ávidas aguavivas,

cruzando el Océano Atlántico

hasta las orillas del Río de la Plata en Sudamérica,

donde acechan

queriendo embarazar a las pudorosas bañistas

que huyen despavoridas

sosteniendo el bikini que se disuelve

 

Ya a salvo en la arena,

untadas con bronceador las blancas piernas,

se entregan al sol con la mirada ciega

para plantearse una vez más la eterna disyuntiva

¿ciencia o religión?

 

Trenzas de enredadera

arboles de copa cuadrada

césped militar

setos diminutos

laberintos de tulipán

me gustas natural

voluptuosa

enigmática y sumisa

dice el jardinero

al cortar

la flor

 

De la barra del bar

a la tienda de lencería

del trabajo al hogar

en la torre más íntima

de la ciudad

demasiada información

para animales sensibles

a la belleza

atravesando capas

barras / vasos / vidrieras

hasta encontrarte desnuda y retomar

el hilo de la seducción

una hebra de seda rosa

anida en tu ombligo

tiro del extremo

con la punta de los dedos

para ver deshilacharse tu cintura

la mala confección

de las prendas de diseño

el alto precio

de las piezas exclusivas

pagué para ser el único

que te quitara la ropa

sin embargo

caigo en los surcos

que dejaron en tu cuerpo.

los carteles a mi alrededor en cambio

no tienen memoria

muchachas vírgenes

anuncian un nuevo bretel

que al deslizar la hebilla

hace explotar los cuerpos

como bombas de perfume

con olor a piel quemada

por la pólvora

y los besos

 

Flores de Hitler

Un ramo de flores (cayendo) a 150 kilómetros por hora puede matarte

Esa no era la intención

Un ramo de flores con un pequeño paracaídas es un poema

Los poemas (no son cartas) no aclaran destinatario, “Claudia, ya te lo aviso”.

, serán leídos por miles

Paso el zeppelín con su esvástica brillando, (el cielo frio de Montevideo)

y dejo caer un ramo como una bomba

 

los tallos pegaron primero, como en un saque de micado

los pétalos de colores estallaron en el suelo

 

un error de cálculos,

el viento sur de Montevideo.

un objetivo militar en campo de civiles

 

las flores eran para la esposa del dictador

y las recibió una vecina de la casa de gobierno

que como el resto

miraba el zeppelín desde el techo

de una pensión de ciudad vieja

 

Como quien se adjudica el show de fuegos artificiales ajeno

Se arrimo un vecino

Aprovechando la ocasión

Para decirle

“Estaba todo preparado”

Flores de Hitler para vos mi negra,

Bailemos hasta el final del amor

 

El zeppelín desapareció en el horizonte

dejando la promesa de volver un dia

La guerra termino

 

 

«Happiness is a Warm Gun»
John Lennon

La diferencia entre arma y amar

es un error tipográfico

amar es sostener un arma en la mano abierta

y no matarse

y no matar.

 

Mi padre me peinaba con limón

raya al costado
porque decía que así

lo peinaron siempre a él

 

eso bastaba para que llevara
aquella bandera tiesa
sobre la frente con orgullo

en cambio
el diario en el pecho para parar el viento
era asunto de los ciclistas

es por eso que caminaba despacio

en aquellos inviernos
en que mis compañeros de clase
miraban con extrañeza
al sentir las noticias de ayer

crujir
cada vez que me sentaba
en el banco junto a la ventana

 

los pantalones con palillos
al andar en bicicleta
son para no enganchar
la cadena

los dobladillos largos
preparando el estirón
no permiten flexionar
las piernas

nunca llegué a ser tan alto

ahora extraño el café con leche en la mañana
pedir que me dejen 5

minutos más
en la cama

otros pantalones cuelgan
de los palillos
y son símbolo de aquellas
y éstas caídas

aprender a vivir como nos fue encomendado
es asunto de dios

me entrego, no a dios
sino a lo que él nos regaló
devolverlo sería regalar el mundo

hoy le compré un juguete
que cuido

como si fuera mi infancia
mi madre llevando una tortuga verde
a la escuela

 

 

El poeta y artista visual uruguayo Fernando Foglino (Montevideo, 1976)

 

 

Fernando Foglino (1976), Uruguay. Vive y trabaja en Montevideo. Poeta y artista visual. Formado en la Facultad de Arquitectura UDELAR entre los años 1994 y 2006. En el 2004 publica el libro de poemas Kate 500 Km (Artefato). En 2007 aparece Vodka (Premio Casa de los escritores). En 2009 es premiado con una beca a Berlín (Alemania) por sus Clipoemas, pieza audiovisual en el marco del 53 Premio Nacional de Artes Visuales. En 2011 obtiene el segundo premio en el Grand Prix Paul Cezanne residiendo en París durante los meses de abril-mayo del 2012. Se desempeña como jurado del premio nacional de literatura “Juan Carlos Onetti” edición 2012. En 2013 publica La máquina del movimiento contínuo, narrativa (ed. Estuario) y en 2014 Link, poesía (Una temporada en Isla Negra, Chile). En 2015 junto a Valentina Cardellino exponen la obra Relaciones Bilaterales (Premio Intemperie, Museo Figari) en Montevideo y Beijing, realizando una residencia artística durante los meses de abril-mayo de 2016 en la localidad de Hunan al sur de China. En 2016 obtiene el Premio Mercosur de Artes Visuales. Desde 2008 realiza exposiciones individuales y colectivas en diferentes museos del país y el exterior. Sus obras forman parte de colecciones públicas y privadas.

 

 

Crédito de la imagen destacada: «El Entierro», instalación (site-specific), de Fernando Foglino, Réplicas de Soldados del Batallón Florida, Dimensiones: Escala 1:1 (altura aprox. 2.10 m), Materiales: Madera laqueada en blanco. Fotografía de la maqueta: Irina Raffo.