La exposición dedicada al creador constructivo uruguayo —y la cual se exhibe hasta este domingo 8 de octubre en la Sala Andes del Centro Cultural La Moneda— contiene más de 200 piezas entre pinturas, esculturas, ilustraciones y collages, además de un meticuloso trabajo de investigación consolidado en videos, cartas, documentos y revistas originales que ilustran la figura de su autor como un referente de la cultura rioplatense y un precursor de las vanguardias en Latinoamérica.

Por Elisa Cárdenas Ortega

Publicado el 6.10.2023

Las artes visuales experimentan hoy en día una total libertad y apertura interdisciplinaria, de manera que hablar de vanguardia e innovación en pleno siglo XXI resulta tal vez estéril. Pero el espíritu de la vanguardia histórica sigue reverberando en nuestro presente, a través de manifiestos y obras que no envejecen y que sentaron las bases de lo que hoy conocemos como arte contemporáneo, ese arte que se mezcla con la vida y se pregunta insistentemente sobre su propia naturaleza.

En esa línea conceptual está el trabajo del uruguayo Carmelo Arden Quin (1913 – 2010), un artista integral que, desde finales de la década 1930, removió los cánones de la pintura y la escultura, corriendo los cercos entre disciplinas para postular un arte en movimiento. Su obra está reunida en la muestra Carmelo Arden Quin, en la trama del arte constructivo, que se exhibe hasta el 8 de octubre en la Sala Andes del Centro Cultural La Moneda.

Producto de un trabajo conjunto con el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires y la curadora trasandina María Cristina Rossi se articuló este recorrido de distintas facetas en la obra de Arden Quin.

La exposición contiene más de 200 piezas entre pinturas, esculturas, ilustraciones y collages, además de un meticuloso trabajo de investigación consolidado en videos, cartas, documentos y revistas originales que ilustran la figura de Arden Quin como un referente de la cultura rioplatense y un precursor de las vanguardias artísticas en Latinoamérica.

Carmelo Arden Quin

Formador de redes

Su inscripción en la historia del arte está cruzada por el concepto de «invención», lo que queda de manifiesto en estos trabajos tempranos, que apuntan a desarticular las concepciones formales y profundizar en una abstracción tendiente a la geometría pura. El formato rectangular y apaisado es subvertido en invenciones pictóricas y escultóricas que Arden Quin desarrolló y defendió, tanto desde el Cono Sur, como durante su intensa estadía en Francia en los años 30 y 40.

Siendo muy joven conoció a su coterráneo Joaquín Torres García (1874 – 1949), absorbió sus reflexiones y compartió con él ciertas tesis precursoras en torno a la pintura. Postulaban la libertad total del quehacer plástico y con ello, la autoconsciencia de su capacidad transformadora, en diálogo con las ciencias, la economía, las realidades socio-políticas y, por tanto, una incidencia entonces poco discutida del arte en la vida misma.

La colaboración mutua llevó a que, en 1936, Carmelo Arden Quin fuese editor de la emblemática revista de Torres García, Circulo y cuadrado. Ese fue el inicio de una travesía editorial y una enorme capacidad de convocatoria y construcción de redes creativas, o más bien inventivas, ya que a Arden la palabra «creación» le sonaba anquilosada al ethos romántico del siglo XIX.

Formó su propia revista Arturo, en torno al arte constructivo geométrico y con ella el Movimiento de Arte Concreto Invención (MACI), precedente del grupo y centro de estudios MADI, iniciado en Buenos Aires y extendido a París en pleno apogeo de las vanguardias artísticas. Con una premisa de simplicidad y lenguaje puro, tanto en la expresión visual como teórica, Carmelo Arden Quin generó permanentes conexiones con sus pares transfronterizos, dotando al arte de un espíritu colectivo y defendiendo su condición autónoma de «ser» estético.

La muestra en el CCLM agrega al montaje original (exhibido en Buenos Aires) una sección especial sobre su contacto con artistas e intelectuales chilenos. A través de cartas, fotografías y narraciones audiovisuales se revisa su complicidad con el poeta Vicente Huidobro, el pintor Gustavo Poblete —uno de nuestros principales exponentes del arte constructivo— el escultor chileno y argentino Claudio Girola y el poeta Godofredo Iommi, impulsor de la emblemática escuela de Arquitectura de la Universidad Católica de Valparaíso, el proyecto Amareida y la Ciudad Abierta de Ritoque.

Estas complicidades y afectos colaborativos dan cuenta del vanguardista enfoque multidisciplinario de Arden Quin, con una producción de obra donde muchas veces converge lo visual con lo verbal e incluso lo performativo. En sus idas y venidas entre Francia, Argentina y Uruguay, realizó una gran diversidad de exposiciones, publicaciones y otras actividades, revisitando —al igual que otros artistas de su época— la iconografía de la América precolombina, como una fuente inagotable de comunicación estética, filosófica y política.

Así, este artista múltiple, entre la invención y el delirio intuitivo, dialoga con nuestros tiempos y abre interrogantes a las artes de la visualidad. Su producción interdisciplinaria no se agota; con nuevas lecturas y nuevas entradas, parece encarnar el ideal que persiguió, colectivamente, del arte como un movimiento perpetuo.

Obra de Camilo Arden Quin

Obra de Camilo Arden Quin

Obra de Camilo Arden Quin

Obra de Camilo Arden Quin

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Elisa Cárdenas Ortega es periodista, con 20 años de experiencia en medios escritos, dedicada al área cultural con énfasis en las artes visuales. Ha trabajado en los principales periódicos chilenos, como El Mercurio, La Tercera, La Nación, La Época y colabora en forma permanente en revistas culturales como La Panera y PAT, entre otras.

Ha complementado estas labores con la creación de contenidos y de difusión para espacios artísticos, como las galerías Animal, Florencia Loewenthal y D21, y en proyectos independientes, como el Taller Huelén de Fotografía y el Festival Internacional de Cine de los Pueblos Indígenas Ficwallmapu.

Es autora del libro Alfredo Jaar. Gritos y susurros (Editorial Contrapunto, 2009) y actualmente prepara dos investigaciones paralelas sobre arte chileno contemporáneo. Durante nueve años estuvo a cargo de las Comunicaciones de la Dirección de Asuntos Culturales (Dirac) del Ministerio de Relaciones Exteriores. Desde 2018 se desempeña como Editora del Centro Cultural La Moneda.

Elisa Cárdenas Ortega

Imagen destacada: Centro Cultural Palacio La Moneda.