«La fuerza de la no violencia», de Judith Butler: Por una acción política en comunidad

La idea central en el trabajo de la filósofa estadounidense apunta a visibilizar e impulsar la participación de aquellos ciudadanos que están en los márgenes, a considerar a esas vidas descartables como existencias que realmente importan en el debate público de la sociedad civil.

Por Martín Parra Olave

Publicado el 24.9.2020

La violencia es una aspecto de la vida que ha acompañado a los seres humanos desde siempre. Hasta antes de la modernidad la violencia era exhibida de manera pública como una forma de poder y de dominación. Sin embargo, el carácter ejemplificador de su operación parece seguir presente en nuestro mundo contemporáneo, pues esta herramienta se utiliza como un medio para obtener ciertos resultados, que generalmente están asociados a objetivos políticos y económicos.

Un ataque aéreo a una comunidad árabe, busca eliminar a los posibles enemigos de la democracia, concepto manejado antojadizamente por las potencias mundiales como EE.UU., que en un futuro podrían atentar contra ella y la vida de sus ciudadanos. El uso de balines, carros de agua y gases contra los manifestantes, por parte de un gobierno, tienen como justificación mantener un orden y atajar la violencia que esos manifestantes estarían ejecutando.

Su uso siempre es un problema y ha sido un permanente tema de discusión y controversia, pues como nos advierte Butler, en su último trabajo: “la concreción de la violencia como un medio puede convertirse, inadvertidamente, en su propio fin, y producir así una nueva violencia, producirla de nuevo, que vuelva a autorizarse y autorizar así que haya más violencia” (p. 35), en este sentido, se estaría generando una renovación permanente de ella, hacia caminos que no estaban considerados en el plan original. Usualmente, el uso de esta fuerza no acaba con su sola ejecución, sino que las consecuencias de ella permanecen en el tiempo y vuelven a nacer.

El capitalismo globalizado, ha recurrido de forma invariable a la violencia para intervenir sociedades donde no puede ingresar libremente, utilizando el pretexto de conseguir libertades y oportunidades económicas para los ciudadanos de la comunidad intervenida. La construcción de este entramado político y económico cuenta con las herramientas para destronar cualquier otra verdad, y opacar las alternativas que se presentan frente al sistema económico que se ha propuesto expandir.

En este sentido, han sido capaces de globalizar un discurso falaz que equipara crecimiento económico con desarrollo y bienestar social, levantando las banderas de una falsa libertad, a través de la propagación de un estilo de vida basado en la competencia salvaje y el eterno endeudamiento de las personas. Cuando las sociedades niegan el ingreso de este sistema, se produce la utilización de la violencia en sus diferentes formas: intervención militarizada o económica.

Judith Butler (Cleveland, 1956) desarrolla la idea de “la fuerza de la no violencia”, un concepto complejo de ejecutar en la practica, pues exige enfrentar el poder externo con el cuerpo, una personificación: “llena de gestos y modos, de la no acción, de maneras de convertirse en un obstáculo, de usar la solidez del cuerpo y su campo como objeto propioceptivo para impedir que continúe el ejercicio de la violencia o desviarlo”(p. 37), no cerrando la reflexión en este punto, sino que también, volviendo a preguntarse si este uso del cuerpo, como fuerza de resistencia, no podría convertirse también en violencia que posteriormente genere algún tipo de injusticia.

En este lúcido ensayo, nos advierte permanentemente sobre las formas de fantasmagoría política, que implementa una “lógica defensiva impregnada de paranoia y de odio” (p. 39), para defender el uso de la violencia por parte de aquellos que siempre la han ostentado.

Frente al permanente uso de la fuerza violenta, Butler nos invita a meditar sobre la utilización de nuestros recursos para hacer frente de otra manera, esto es, a través de: “los gestos y la acción, mediante redes, acampes y asambleas con el fin de redefinir a las personas como dignas de valor, como dignas de ser lloradas, precisamente, en las condiciones en las cuales se las borra para que no se las vea” (p. 39).

Idea esta última central de su trabajo, pues a lo que estaría apuntando en definitiva la reflexión de la filosofa, es a visibilizar a aquellos que están en los márgenes, a considerar esas vidas descartables como vidas que realmente importan, criticando fuertemente el individualismo, para de esta forma aproximarnos lo más posible a una vida vivible.

 

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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

 

«La fuerza de la no violencia», de Judith Butler (Paidós, 2020)

 

 

Martín Parra Olave

 

 

Imagen destacada: La filósofa estadounidense Judith Butler.