“La Unidad Popular», de Alfredo Sepúlveda: Un sueño inacabado, compañero

A 50 años de la victoria electoral que le concedería la jefatura del Estado y del gobierno a la coalición encabezada por Salvador Allende en septiembre de 1970, el periodista chileno ofrece un relato historiográfico, político y cultural, acerca de esa primera magistratura trunca, y cuyo abrupto final dividiría en un antes y en un después la vida republicana del país, hasta el día de hoy.

Por Martín Parra Olave

Publicado el 30.8.2020

Señala el autor, en la introducción a su libro, que: “Esta historia de la Unidad Popular intentará mirar al gobierno de Salvador Allende en su propio tiempo y perspectiva. Nos quedará abierto e indescifrable el acto de su suicidio, su muerte en La Moneda”. En este sentido, su trabajo apunta a realizar un recorrido por los casi tres años de gobierno socialista, poniendo ante el lector información relevante que permita comprender las decisiones, los actos y las políticas que se implementaron durante aquel período.

El análisis que presenta de los partidos políticos que acompañaban a Salvador Allende para 1970 es un aporte, puesto que se van revelando las diferencias y matices que había entre ellos para conseguir el poder, diferencias que finalmente impidieron enfrentar de una manera unida los embates de la derecha y de la Democracia Cristiana.

Sin embargo, la apuesta más destacada del autor, es presentar varios de los acontecimientos como una suerte de doble opuesto. “Quienes vivieron durante el gobierno de la Unidad Popular y su presidente Salvador Allende vivieron también al dictador Augusto Pinochet, como dos caras de una misma moneda, uno a la vez el deseo y la negación del otro. Así las cosas, se podría argumentar que la dictadura militar fue el reverso, el negativo de la Unidad Popular”.

Pero no solamente las fuerzas que movían las estructuras políticas del periodo socialista funcionaron de esa forma, el mundo completo estaba operando en la oposición comunismo–capitalismo. En este sentido, la permanente tensión entre la U. R. S .S. y los EE. UU. significaron décadas de intervencionismo en diferentes países del planeta. Chile fue una de aquellas víctimas, puesto que se dejó caer en su territorio todo el poder económico del país del norte.

Es así, como en el trabajo de Sepúlveda, queda documentado además, el aporte que tuvo el gobierno norteamericano en la campaña de Frei, como posteriormente en su financiamiento para derrocar al gobierno de Salvador Allende: “Fue durante la fase publicitaria de la campaña que Estados Unidos intervino contundente y sistemáticamente a través de la CIA. Ya en 1964, la agencia de inteligencia había contribuido fuertemente al financiamiento de la candidatura de Eduardo Frei, con aportes en dinero para publicidad”.

Esta afirmación nos sitúa frente a la realidad con la que tuvo que lidiar el gobierno de Allende, quien incluso antes de asumir el poder, ya enfrentaba la operación capitalista para socavar su administración. Este tipo de acciones fue un política permanente y global aplicada por los Estados Unidos, quienes utilizaron todo tipo de estrategias para evitar el avance del socialismo, que en América Latina estaba únicamente representado, en ese entonces, por la Cuba de Fidel Castro.

Alfredo Sepúlveda avanza con la historia manteniendo la estrategia de la doble oposición: “Dos versiones contradictorias daban cuenta del significado del triunfo de la Unidad Popular. La primera era la de los ganadores. El triunfo de Salvador Allende era el inicio de la construcción del socialismo en Chile como sistema político. Esto ocurriría, prometían, a través de procedimientos institucionales y, lo más importante, constitucionales. El discurso de Allende daba cuenta de un socialismo marxista con prensa libre, oposición y pluralismo políticos. La versión de los derrotados no se fiaba de nada de esto. El triunfo de la UP, por más democrático y legítimo que hubiera sido, marcaba para ellos el inicio de un camino totalitario y antidemocrático, de partido único, de destrucción de la economía y de enfrentamiento, división y violencia”.

Es decir, un permanente contrapunto entre la izquierda y la derecha. Al principio de la investigación nos indicaba que mientras Allende estaba en el poder, existía un Augusto Pinochet que en esos tres años estaba fraguándose, el que posteriormente se transformaría en la bestia negra de la democracia chilena y  de los derechos humanos.

Sin embargo, la presente investigación no es solamente un aporte y actualización de los acontecimientos políticos de la época, sino que también contribuye con un capítulo completo dedicado a la cultura y  a los aspectos más relevantes de su crecimiento y desarrollo en aquellos años.

“El mundo cultural y artístico chileno se volcó casi en masa a la causa de la Unidad Popular. No fue un asunto espontáneo, ni solamente político. Los años sesenta fueron revolucionarios en todo el mundo”, en este sentido, también podemos entender como las corrientes que provenían del extranjero sentaron bases en la sociedad chilena, contribuyendo a un florecimiento artístico relevante, que incluía la creación de la mega editorial Quimantú, el desarrollo del nuevo folcklor chileno y el fortalecimiento de las universidades públicas (la Universidad de Chile y la Universidad Técnica del Estado).

El sueño de la Unidad Popular muere con Salvador Allende, señala el autor. Mientras que durante el gobierno socialista se avanzó hacia la democratización cultural, política e independencia económica, el golpe que recibieron con la traición militar, significó un retroceso en varios de estos aspectos, y la más dolorosa persecución política que hayamos tenido conocimiento en nuestro país.

El libro de Alfredo Sepúlveda cierra con el épico discurso de Salvador Allende en La Moneda, dejando al lector con una doble sensación al finalizar. La primera, el vacío que produce un sueño truncado, cortado por las ambiciones económicas de una derecha voraz que no termina de abarcar todo lo que más puede. Y la segunda, una suerte de esperanza que estaría radicada en la elección de octubre de 2020, que de alguna idílica forma permitiría acceder a la dignidad y justicia que se perdió en aquellos años.

 

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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

 

«La Unidad Popular», de Alfredo Sepúlveda (Editorial Sudamericana, 2020)

 

 

Martín Parra Olave

 

 

Imagen destacada: El Presidente Salvador Allende en 1970.