«Los pueblos te llaman Nahuelpan Presidente»: Con el sello de la marginalidad ancestral

En la cartelera del Teatro del Puente, este montaje dramático escarba en la conciencia histórica y social de un hombre con apellido mapuche, resentido por naturaleza, que desea ser diferente a los otros políticos, y que anhela terminar con la desigualdad y la discriminación. Una parodia imperdible.

Por Miguel Alvarado Natalí

Publicado el 19.6.2018

Año 2038 y al parecer no hay un candidato a la presidencia con el cual la gente se  identifique y asuma los cambios sociales que Chile necesita, después que se ha experimentado con gobiernos de izquierda y de derecha. Asumiendo entonces que ya las instituciones como la Iglesia y los militares están en decadencia y el prestigio de la política por el suelo. Surge entre tanto, Nahuelpan y su slogan: “Soy Mapuche y tengo las manos limpias… soy la mejor opción para estos tiempos”.

Gastón Salgado (Sitiados, El reemplazante y Martín Vargas) es el actor que da vida al monologo Los pueblos te llaman Nahuelpan Presidente, que se presenta en el Teatro del Puente hasta el día 24 de junio. Con una actuación impecable, demostrando una gran vitalidad y aprovechamiento de ese reducido espacio escénico en el que tiene que desenvolverse, Salgado interpreta al político Nahuelpan. Pensando en sus ancestro hace una meditación de lo que implica ser candidato mapuche, lo que ha sido la lucha por el poder y la discriminación que ha sufrido por siglos su pueblo. Hace alarde de la posición en la que se encuentra, de que no está ahí por su apellido, ni por algún pituto, más bien por meritocracia. Un mapuche y pobre, que pudo salir de ese círculo marginal, llegando a las esferas del poder solo con sabiduría y esfuerzo.

Del actor y Guionista Roberto Cayuqueo y dirigida por la joven y talentosa Constanza Thümler, quienes en este montaje nos trasladan a un futuro hipotético, donde por primera vez, un candidato mapuche a la presidencia de Chile gana las elecciones. Sin embargo, una vez más descubrimos que no hay nada nuevo en esta campaña y que Nahuelpan no es muy distinto a lo que hacen y dicen otros candidatos. Tan mapuche no es -ya que nació en una periférica población de Santiago- y no en el Biobío. Siendo su padre el de la etnia mapuche, es decir, el apellido le llegó de resbalón. En fin, el político vende su imagen, que va más allá del traje azul y la corbata roja. Es entrevistado para todo el país dentro del marco de su campaña, por la periodista Soledad Onetto, sometiéndose a ese patético discurso coherente, bien correcto que no queda mal con nadie y sin nada concreto.

El clímax en esta pieza teatral es notable y va de la mano de un recurso escénico, no muy recurrente, pero en este caso tiene una fluidez y una credibilidad que se desborda en la atención y tensión que se produce en el público. Mientras Nahuelpan está en pleno discurso dando a conocer su programa de gobierno es interrumpido por una muchacha de origen mapuche, que se levanta de una de las butacas del teatro en medio de los asistentes, quienes en un principio quedan incrédulos al no saber si esto era real o parte de la escena teatral. El político mapuche es increpado por la joven por la falta de consistencia en su retórica al no referirse a la gran problemática del pueblo aborigen, quedando además en evidencia el desconocimiento del mapudungún por parte de Nahuelpan, un candidato mapuche que no sabe ni una palabra en lengua mapuche.

Sin duda, la atmósfera es ideal y se conjuga con esa escenografía que recrea un set de televisión, que además puede ser un vestidor y una tarima para un discurso. Pero se empaña con los graves problemas de audio al inicio de la escena y luego al final, la música a todo volumen molesta al extremo de no entender la letra de la canción, al igual que los focos disparados como flash consiguiendo un lapsus de encadilamiento en la audiencia.

Esta obra escarba en la conciencia histórica y social de un hombre con apellido mapuche, resentido por naturaleza, que desea ser diferente a los otros políticos, que quiere terminar con la desigualdad y la discriminación. Apela además al mérito de las personas, en virtud de su educación y de su talento. Es una reivindicación de la causa mapuche, sin dejar abandonado los temas medioambientales y el abuso de la autoridad en esas comunidades. Eso sí, le faltó fuerza al texto y el título le queda grande -los pueblos te llaman Nahuelpan Presidente- no se ve reflejado en la obra, tampoco los movimiento sociales que supuestamente llevan a este mapuche a La Moneda. Si bien es fácil de digerir, es directa y rápida, lo que hace que el público no se distraiga, queda en deuda esa expresión disidente y ese espíritu rebelde en todo lo relacionado con el pueblo mapuche: debiera de haber incomodado mucho más.

 

 

Ficha artística:

Idea original: Constanza Thümler y Roberto Cayuqueo
Dirección: Constanza Thümler
Dramaturgia: Roberto Cayuqueo
Actor: Gastón Salgado.
Diseño espacio escénico: Constanza Thümler
Diseño iluminación: Francisco Herrera Estay
Diseño vestuario: Daniel Bagnara
Asesoría histórica y guion: Claudio Alvarado Lincopi
Composición musical: Alejandro Miranda
Voz e instrumentos: Daniela Millaleo
Asistente de dirección: Felipe Rojas
Producción: Isidora Khamis
Realización escenográfica: Fernando Quiroga
Diseño gráfico: Javier Pañella
Realización audiovisual: Rodrigo Susarte
Máscaras: Tomás O’ryan
Mapping: Oscar Llauquen
Periodista: Claudia Palominos
Fotografía: Josefina Pérez
Agradecimientos: Francisco Papas Fritas, Marcelo Leonart, Francisco Huenchumilla, Fernando Pairican y Francisca Maldonado.

Funciones: Desde el 1 al 24 de junio de 2018.

Horarios: Viernes y sábado a las 21 horas, domingo a las 20 horas.

Valores de las entradas: $6.000 entrada general, $4.000 tercera edad y $3.000 estudiantes
Boletería del teatro abierta 1 (una) hora antes de cada función.

Sala y dirección: Teatro del Puente, Parque Forestal sin número, entre puentes Pio Nono y Purísima. Metro estación Baquedano.

 

 

Crédito de las fotografías utilizadas: Teatro del Puente