«Los vecinos de arriba»: La disección de una enfermedad mortal (el matrimonio)

Este montaje es una obra inteligente, bien construida, donde no hay espacios vacíos ni cabida para el aburrimiento. Te sorprende, te hace sonrojar y reír de buena gana. Los cánones éticos, sociales y morales son aplastados por el morbo que produce ese ofrecimiento de irse a la cama de a cuatro. Es una comedia irreverente, actual y dinámica, que nos hace pensar en nosotros mismos como parejas, sin ir más lejos.

Por Miguel Alvarado Natalí

Publicado el 17.10.2018

Estrenada con gran éxito en Barcelona en 2015  y  al año siguiente en Madrid Los vecinos de arriba del director y guionista de cine español Cesc Gay, sigue y suma en la adaptación chilena que dirige Alejandro Goic, ya que después de ser el montaje más visto de 2017  hoy se presenta en el Teatro Mori Parque Arauco con la misma acogida del público que en las temporadas anteriores, pero con algunos cambios de actores.

En un edificio moderno y de altos ventanales viven dos parejas, Ana (Mónica Godoy) y Julio (Alvaro Espinoza), mientras que un piso más arriba están Gloria (Catalina Guerra) y Salva (Nicolás Saavedra) ambos matrimonios tienen estilos de vidas totalmente opuestos. En tanto los de arriba (una sicóloga y un bombero) son liberales, espontáneos y alegres, la pareja de abajo en cambio, un profesor de música que a veces toca el piano y una dueña de tienda de decoración, que denota frustración son muy conservadores, pero están ahogados en la monotonía en la cual ha caído su vida conyugal.

Para romper esta rutina y agradecerles la ayuda que los vecinos de arriba les brindaron cuando llegaron al edificio, Ana los invita a cenar y tiene todo preparado al momento en que llega su esposo Julio, el cual en principio no está de acuerdo en este encuentro, pero luego ve que es la ocasión de enfrentar a esta pareja por los insoportables ruidos  y aullidos de carácter sexual que hacen todas las noches sobre sus cabezas.

En el living entre alcohol y picadillos los vecinos de arriba van soltando con mucha naturalidad y simpatía su tendencia a un hábito sexual liberal, relajado y sin ningún tapujo. Ellos se besan, se acarician y están en un constante juego de seducción, no solo para sí mismos, sino que además para los dueños de casa, que en un principio se sorprenden y quedan atónitos ante estas revelaciones e insinuaciones de estos adultos-jóvenes y su particular estilo de vida swing.

Los vecinos de arriba es una obra inteligente, bien construida, donde no hay espacios vacíos ni cabida para el aburrimiento. Te sorprende, te hace sonrojar y reír de buena gana. Los cánones éticos, sociales y morales son aplastados por el morbo que produce ese ofrecimiento de irse a la cama de a cuatro. Es una comedia irreverente, actual y dinámica, que nos hace pensar en nosotros mismos como parejas. ¿Qué está permitido o no al interactuar con otros matrimonios? El coqueteo, la atracción sexual, el voyeurismo, el sexo flexible, la falta de honestidad, son aspecto que aborda este montaje.

La interpretación de los actores es genial, sus intervenciones y el uso del espacio escénico es preciso. Se logra esa atmósfera de estar al interior de un departamento. La obra nos lleva al gran tema que es el matrimonio y cómo andamos en el amor y el sexo. En nuestras preferencias, secretos y prioridades, que son muy bien contadas a través del humor y de la ironía. Indudablemente quién se roba las risas de la sala es Nicolás Saavedra en el papel de Salva, en tanto, Alvaro Espinoza interpretando a Julio hace lo suyo poniendo la cuota sarcástica al acto.

El clímax no se deja esperar y la propuesta que hacen los vecinos de arriba a los de debajo de compartir su cama redonda y tener sexo grupal, llevan a que Ana se interese en esa oferta que es lo más parecido a lo que hace tiempo esperaba de su marido. En tanto Julio descubre la inmersa agonía en la cual se encuentra la protagonista y ambos entran a una reflexión que los hace replantearse su paupérrima convivencia y su falta de interés por el otro. La incapacidad para llegar al sexo, y la imposibilidad de confesar sus deseos y placeres ocultos, hace que estos esposos desencadenen una drástica decisión para terminar con su tedioso matrimonio.

 

 

 

Ficha técnica:

Autor: Cesc Gay

Dirección: Alejandro Goic

Elenco: Mónica Godoy, Nicolás Saavedra, Catalina Guerra y Álvaro Espinoza.

Producción ejecutiva: Centro Mori y Acertijo

Diseño de escenografía e iluminación: Cristián Mayorga

Diseño de vestuario: Estefanía Larraín

Fotografías: Gabriel Schkolnick

Temporada: Desde el 4 octubre hasta el 25 de noviembre de 2018 (excepto desde el 1 al 3 de noviembre)

Horario: Jueves a las 21:00 horas, viernes y sábado a las 20:30 horas

Valor: Jueves $15.000, viernes y sábado $18.000 general

Sala: Teatro Mori Parque Arauco, en el subsuelo Boulevard del Parque Arauco, en la comuna de Las Condes.

 

 

Tráiler:

 

 

Crédito de las fotografías utilizadas: Centro Mori.