«Nostalgias de amor y tierra»: La ópera prima del poeta salvadoreño Ramón Meléndez Quinteros

Estoy seguro que si el lector logra hacerse de un ejemplar de este libro inaugural, lo va disfrutar de principio a fin. Si le resulta imposible adquirirlo, creo que solo se vende en El Salvador, aun así puede leer a este notable autor, pues es el encargado de mantener la página «El mar de la poesía» en Facebook.

Por Sergio Inestrosa

Publicado el 21.8.2019

Me da mucha alegría tener en mis manos el primer libro del poeta Ramón Meléndez Quinteros. Me alegro por muchas razones, en primer lugar porque ya era tiempo que se decidiera a publicar un libro; Ramón es un muy buen poeta, y tal vez publica menos de lo que debería en parte por desidia o porque es una persona muy bohemia, como él mismo admite; y tal vez por modestia, pues aunque sabe mucho de literatura, Ramón es una persona muy humilde y no le gusta jactarse de sus notables conocimientos en materia de literatura.

Sea como fuere, Nostalgias de amor y tierra es un libro en el que el poeta recupera el amor por su tierra y por los suyos, su esposa, su hija, su familia en general. Algunos de estos poemas han sido publicados en la página El mar de la poesía que el poeta administra.

El poemario -como él mismo lo expresa en la presentación- tiene dos partes, la primera (un poco más larga) está centrada en el amor erótico, pasional, filial; y la otra se refiere al amor por la patria, una tierra como bien los sabemos que es aquejada por tantos males, la violencia, la corrupción política, la pobreza; sin embargo algunos de los poemas de esta segunda parte son ligeros, graciosos y como todo el libro están muy bien escritos y tienen en su mayoría un ritmo ágil.

En ambas partes, el amor se ha convertido en nostalgia pues es un sentimiento que se vive desde lejos, desde la distancia que significar estar en otro país, en otra cultura.

Desconozco las razones que llevaron a Ramón a dejar su país, El Salvador, pero sé que allá él era profesor de lengua y literatura en un instituto preuniversitario, sé también que ahora vive en el sur de Estados Unidos y aunque nunca nos hemos visto personalmente, siento por él una gran estima.

Personalmente le tengo mucho afecto a Ramón, pues él me ha ayudado mucho, me ha ayudado a aclarar dudas, me ha dado muchas sugerencias respecto a los poemas que le he enviado e incluso, él hizo la presentación de uno de mis libros.

Ahora me toca a mí corresponder en algo a su generosidad comentando el libro que tuvo la amabilidad de enviarme y que ahora me atrevo a poner a la consideración de los lectores de Cine y Literatura.

En materia del texto, habrá que decir que la nostalgia es un tema que está presente en el libro desde el título, por ejemplo, en el primer poema titulado “Playa desierta” hay un verso que dice:

«Mi fantasma que acaricia

Como siempre

Tu recuerdo».

Para mi gusto ese fantasma es una prueba de esa nostalgia por el ser amado que se ha dejado atrás o que se ha perdido.

La nostalgia está también presente en el poema «Mientras escribo” cuando dice:

«Mi corazón

Que tanto anhela volver a verte».

Aquí la nostalgia es más una añoranza que nos catapulta hacia el futuro, es el deseo por ver a alguien que no se tiene con uno mismo en ese momento, pero que se anhela y se añora.

En el poema “Fiesta popular”, los dos últimos versos hacen explicita esa nostalgia:

«Hoy ausente de mi tierra

Con nostalgia he recordado».

Incluso el poeta siente nostalgia del clima como lo expresa en el poema “Recuerdos de octubre” cuando dice:

«Llegó octubre y sus recuerdos

Nostalgia de frescos vientos».

Hay naturalmente otros temas, como el despecho como en los poemas “Caso perdido” y «¡Cómo te amé!», “Agonía”; o de rechazo como el poema “Retribución»; algunos incluso rozan el sacrilegio como es el caso del poema “Tiempo sagrado” y otros son encendidamente eróticos como es el caso de “Tu geografía”, además no podía faltar la analogía de la mujer y la poesía como en el poema titulado “Mujer poesía”. No podía faltar en su libro algunas referencia a figuras de la mitología clásica como en el poema “El mar y tú” en que se hace una referencia a las sirenas y Odiseo; tampoco podían faltar las referencias a los problemas del país, como la corrupción.

Muchos de los poemas de este libro son poemas rimados, lo cual es una de las características principales de la poesía de Ramón y aunque algunos de ellos son un tanto costumbristas, eso en su caso en lugar de ser un defecto es en realidad una virtud, en primer lugar porque refleja las costumbres de la vida sencilla de la gente de El Salvador (y en esto Ramón es uno de los poetas más salvadoreños que existen en la actualidad) y en segundo lugar porque su poesía está plagada de palabras típicas del lenguaje salvadoreño como por ejemplo, usa: “talapo” “totogoz”, “guacalchía”, todos pájaros de ese país centroamericano, la así como el árbol de “maquilishuat”, “la flor de izote”, o referencias a figuras míticas como el “cipitío” o la “siguanaba”, “el chaparro” y “la chicha”, ambas bebidas muy populares y el alguashte que es una especie de pasta hecha de las semillas de ayote, o la palabra “majonchos” que es una de las muchas variedades de bananos de el país o la “chuloncitos” que aparece en el poema “A siguanaba con amor” y que significa desnudos.

Muy pocas veces el poeta recurre a palabras poco usadas en el habla salvadoreña como en el caso del poema “Sírvanme otra copa” donde en un verso se dice: “Su célico cuerpo” (cuerpo placentero, que viene del cielo, celestial), es el caso de la palabra blondos (que es una palabra de origen francés que solo se usa en literatura) como sinónimo de rubios, y que aparece en el poema “Besos del pasado”, una más sería la palabra ambrosía usada en el poema “La memoria de mis manos”.

Además Ramón usa, como en toda Centroamérica, para referirse a la segunda persona del singular el vocablo “vos” y ese otro es parte sustancial de su poesía, pues sus poemas no están centrados en la primera persona (el yo) si no, por la mayor parte, lo están en la segunda y algunas veces la conjunción de ambos forman el nosotros poético.

En cuanto al diseño del libro, cada poema está fechado, el más antiguo es del 23 de junio de 1993, aunque la mayoría son de entre 2015 y el 2019; hay además cada cierto número de páginas unos poemas que bien podrían ser considerados como redondillas y que él llama con el nombre genérico de “Rimas” y que son los únicos que no están fechados, y no sé si Ramón lo pensó así o quien diseñó el libro lo hizo así, pero me dan la sensación que están allí para llenar la página y no dejar espacio en blanco. Yo habría preferido hacer con ellos una sección aparte, al cabo que el libro no es largo, apenas 78 páginas,  y los poemas son muy bonitos; pero, en fin, eso es materia de diseño, no de poesía.

Antes de terminar quiero decir que hay dos poemas que me llamaron mucho la atención por su forma y estructura, uno es el poema titulado “Te vi” que tiene cinco estrofas y cada una de ellas comienza con el mismo estribillo “Hoy te vi”, todas tienen seis versos heptasílabos, excepto el estribillo que le da la unidad a todo el poema, que tiene tres sílabas, el otro poema se titula «¡Cómo te amé!» que es similar en su estructura excepto que las estrofas son de cinco versos, estos son de ocho sílabas excepto el estribillo que tiene cinco, este poema fue escrito en Sean Antonio, Texas, en septiembre de 1999, lo cual nos puede dar una idea de los años que Ramón lleva viviendo lejos de su tierra.

En ambos casos el ritmo del poema está dado por el estribillo y el poema fluye muy bien, sin que nada entorpezca el ritmo ni las imágenes que el poeta nos quiere compartir.

También el poema “Mi patria cumpleañera” tiene mucho sentimiento, en este el poeta hace un recorrido por la geografía del país; por supuesto en un poeta tan salvadoreño como Ramón no podía faltar un poema dedicado a la figura de Monseñor Romero.

Estoy seguro de que si el lector logra hacerse de un ejemplar de este primer libro del poeta salvadoreño Ramón Meléndez Quinteros, lo va disfrutar de principio a fin. Si le resulta imposible adquirirlo, creo que solo se vende en El Salvador, aun así puede leer a este notable poeta, pues es el encargado de mantener la página El mar de la poesía en Facebook.

 

Sergio Inestrosa (San Salvador, 1957) es escritor y profesor de español y de asuntos latinoamericanos en el Endicott College, Beverly, de Massachusetts, Estados Unidos, además de redactor permanente del Diario Cine y Literatura.

 

Ramón Meléndez Quinteros (San Salvador, 1970). Poeta y declamador salvadoreño. Profesor de Educación Media en Letras y Estética. Algunos de sus poemas han sido publicados en la prensa cultural salvadoreña Actualmente prepara un poemario para su publicación en El Salvador. Ramón es el organizador de la revista poética El mar de la poesía que se puede consultar en Facebook.

 

 

«Nostalgias de amor y tierra», de Ramón Meléndez Quinteros (San Salvador, 2019)

 

 

Ramón Meléndez Quinteros

 

 

Sergio Inestrosa

 

 

Imagen destacada: Playa El Tunco de El Salvador.