«Terreno en venta»: Confieso que he vivido actuaciones

Una actriz sobre el escenario expone a modo de biografía sus primeras inquietudes como intérprete, en un fracaso del mismo oficio, para adentrar al espectador en esta historia, introduciéndolo en el dilema del individuo y de un trabajo frente a un sistema que seca almas a lo largo de los años. Vidas perdidas, oficios sin realizar, profesiones esclavizadoras, amarras en el sistema neoliberal.

Por Faiz Mashini 

Publicado el 3.12.2017

Lo más sencillo es decir sin actuar, y justamente, lo más sincero. Un foco frontal ilumina puntualmente el proscenio, a la actriz, que habla de ser actriz, y por eso conmueve la posibilidad de escuchar esta confesión.

Todo cambia cuando empieza el relato: aparece un personaje que escarba en la historia, y el estilo también varía. Y lo que agrada sobremanera es la posibilidad de ver aquella paleta cromática reducida a colores ocres que se manifiestan: las pinturas del cartón. De una caja sale otra caja y así sucesivamente el escenario se va poblando de objetos confeccionados de este material. La movilidad de la escenografía requiere de una importancia de la acción. Es este ordenamiento una transformación, y esta mutación es la sutileza de la manipulación de objetos con la gracia que son enseñados en este descubrir los contenidos de las cajas. Es un desafío incluir esta posibilidad de accionar.

Hasta que el escenario se despliega y el personaje se desviste de sus prendas que a ella misma ocultan y se envuelve en un vestuario rojo encendido para encarnar a la oficinista de propiedades. La pupa se ha abierto para dar vida a la mariposa, la cáscara de la actriz se la ha llevado el viento, y la mariposa se marchita en la efímera vida.

La planta de luces complementa el factor de la escena. Los contraluces cian rellenan, y luces neutras frontales, nos otorgan la información de los gestos. Pero inteligentemente, son en algunos momentos la posibilidad de enmarcar puntualmente sectores que hacen que la actriz deba correr contra el tiempo de un espacio a otro de los iluminados, de extremo a extremo, para decir un texto que pareciera muy bien improvisado, en una acción performática.

Por otro lado, a la aplicación del cartón se le añade el uso de un papel que pareciera ser diamante, cuya permeabilidad lumínica y sin ser traslucida permite la confección de nuevos objetos de interpretación distinta: un modo de graficar mejor la situación del análisis de la población.

Los números en el relato, los porcentajes, permiten un mayor cálculo de situaciones del país en relación a la globalidad. Una segunda voz con acento extranjero nos habla de la situación de los call-center, y su insistencia demiúrgica hacia el ciudadano.

Una muestra más de que la dramaturgia chilena está preocupada de sonsacar los problemas de la actualidad en un análisis de la situación presente, pero con el resquemor de las huellas en nosotros, los sujetos, los individuos, los ciudadanos pensantes.

 

En el montaje de «Terreno en venta» un foco frontal ilumina puntualmente hacia el proscenio, a la actriz, que habla de ser actriz, y por eso conmueve la posibilidad de escuchar esta confesión

 

Ficha técnica

Dirección: Tomás Espinosa Bertrán

Dramaturgia: Tomas Espinosa – Geografía Teatral

Elenco: Bárbara Vera

Escenografía: Carola Chacón Zuloaga, Magallanes Espinosa, Mauricio Espinosa

Vestuario: Carola Chacón Zuloaga, Bárbara Vera

Música: Daniel Marabolí

Voz en off: Robert Scott

Video: Javiera Espinosa

Fotografía: Len Hurtado

Fecha: 30, 1, 2 y 3 de diciembre de 2017

Horarios: Jueves, viernes y sábado 21.00 horas. Domingo 19.30 horas

Sala: Taller Siglo XX Yolanda Hurtado (calle Ernesto Pinto Lagarrigue Nº 191, Recoleta, Santiago)

Entradas: $6.000 general, $4.000 estudiantes y tercera edad – $3.500 por Atrápalo.cl

 

Crédito de las fotografías: Taller Siglo XX Yolanda Hurtado