«Visión del tigre», de Nicolás Sepúlveda: El destino, siempre

La apuesta de Librosdementira (el sello que patrocina a este volumen) pareciera ir por el cuento, la mayoría de ellos ganadores o finalistas de concursos nacionales relevantes: Rodrigo Torres Quezada («Antecesor» y «Filosofía Disney»), Eduardo Plaza («Hienas») y Mónica Drouilly Hurtado («Retrovisor»), por nombrar a los más destacados. El autor que analizamos, viene entonces a sumarse a esta camada de nuevos narradores con un título inquietante, pero correcto, en un catálogo en donde la apuesta por el relato pareciera ser el nuevo objetivo de la narrativa chilena actual.

Por Francisco García Mendoza

Publicado el 16.1.2019

Nicolás Sepúlveda (Concepción, Chile, 1982) debuta literariamente con el conjunto de cuentos Visión del tigre (Librosdementira, 2018). Son siete relatos que tienen como tema común el antediluviano (término que el autor utiliza repetidamente) enfrentamiento entre el libre albedrío y el destino de las personas. En “Bicicletas oxidadas”, texto que abre el volumen, la historia se construye a partir del recuerdo de un hijo ausente detonado por el óxido de una vieja bicicleta olvidada al fondo de una leñera. La descripción y el semblante poético es el recurso que potencia la gran interrogante que envuelve al cuento: ¿Se recupera lo que alguna vez fue, por mucho que pasen los años?

“Visión de tigre”, texto que le da el título al libro, presenta a un personaje bastante común, el hombre promedio: bibliotecario de 40 años de edad, que trabaja de lunes a viernes, pero en exceso, un sujeto de pésimos hábitos alimenticios que ve quebrada su cotidianeidad con la aparición de un tigre en su ruta habitual al trabajo. Lo interesante de este relato es que plantea cierto deambular por entre los límites de lo real y lo fantástico, su protagonista cruza de un lugar a otro y finalmente no es posible aseverar con certeza a qué plano corresponde la cotidianeidad del sujeto. Solo un personaje, Sarita, que habita ambos espacios, pareciera erigirse por sobre los designios que el destino le tiene preparado a Martínez.

“La máquina que mueve al mundo” y “Matar al mensajero” insisten en el tema del destino versus la libertad y en estos dos textos es quizás más evidente, más literal y menos literario el planteamiento. Todos los personajes de Nicolás Sepúlveda están condenados, el libre albedrío no es más que una ilusión en el mundo concebido por el autor.

Si bien pareciera que a los relatos de Sepúlveda les faltara historia -siempre queda algo inconcluso que podría pasar por acto deliberado- el hecho (o la decisión) constituye de todas formas una fisura que el lector está obligado a enfrentar, un intersticio que inquieta, que obliga a plantear preguntas y elucubrar posibilidades más allá de lo que el texto entrega de manera concreta.

La apuesta de Librosdementira pareciera ir por el cuento, la mayoría de ellos ganadores o finalistas de concursos nacionales relevantes: Rodrigo Torres Quezada (Antecesor y Filosofía Disney), Eduardo Plaza (Hienas) y Mónica Drouilly Hurtado (Retrovisor), por nombrar a los más destacados. Nicolás Sepúlveda viene entonces a sumarse a esta camada de nuevos narradores con un libro inquietante, pero correcto, en un catálogo en donde la apuesta por el cuento pareciera ser el nuevo destino de la narrativa chilena actual. Sepúlveda se la juega por quebrar con el relato de lo cotidiano, del yo ficcional. Habrá que esperar unos años para saber. Eso si es que el destino ya no está escrito, por supuesto.

 

Francisco García Mendoza (1989) es escritor y profesor de Estado en castellano y magíster en literatura latinoamericana y chilena titulado en la Universidad de Santiago de Chile. Como creador de ficciones, en tanto, ha publicado las siguientes novelas: Morir de amor (2012) y A ti siempre te gustaron las niñas (2016), ambas bajo el sello Editorial Librosdementira.

 

Los cuentos de «Visión del tigre», de Nicolás Sepúlveda (Librosdementira, Santiago, 2018)

 

 

El escritor y crítico chileno, Francisco García Mendoza

 

 

 

Crédito imagen destacada: Nicolás Sepúlveda en la Feria Internacional del Libro de Viña del Mar 2018.