La novela de la autora barcelonesa Mercè Rodoreda —publicada originalmente en 1974— conforma un universo literario en sí mismo, lleno de símbolos en el que cada personaje refleja una parte del alma humana, en un texto que la editorial Seix Barral nos ofrece remozado por la excelente traducción, desde el catalán, del poeta Pere Gimferrer.
Por Eduardo Suárez Fernández-Miranda
Publicado el 14.9.2025
«Espejo roto nunca podría haber sido escrito por un autor joven. Rodoreda necesitó vivir y gozar y sufrir la casi totalidad de su existencia para llegar a escribir esa obra maestra. Un libro tan empapado de dolor y melancolía, tan atravesado por el sentimiento agudo de la pérdida, no se puede improvisar».
Rosa Montero
La vida de Mercè Rodoreda (1908 – 1983) estuvo marcada por el exilio. Fue Ginebra la ciudad donde la escritora catalana pasó sus años más decisivos si nos referimos a su obra literaria. Novelas tan fundamentales como La plaza del diamante (1962), La calle de las camelias (1966) o Jardín junto al mar (1967) fueron imaginadas durante su estancia en la ciudad suiza.
Tras su regreso a Cataluña fijó su residencia en Romanyà de la Selva. Allí, la autora de Aloma, continuó con su labor literaria y publicó Espejo roto (1974), una: «obra maestra que confirmó su talento para captar los matices de la fragilidad humana y convertirlos en alta literatura».
Como en el resto de su obra, su narrativa se caracteriza por una profundidad y belleza de estilo. Su talento innegable convierte a la mujer en figura fundamental de su literatura. Rodoreda sabe captar la esencia de aquellos ambientes en los que se sitúan sus personajes.
Una parte del alma humana
Espejo roto cuenta la historia de Teresa Goday, una mujer valiente que ha sabido ascender en la sociedad desde la pobreza hasta convertirse en una de las matriarcas familiares más importantes de la burguesía barcelonesa.
A través de esta figura, y «de los destinos cruzados de sus descendientes», la escritora catalana nos muestra un retrato coral de varias generaciones a lo largo del tiempo. Desde los felices años 20 hasta la oscuridad que trajo la guerra civil.
Novelista y autora teatral, Mercè Rodoreda es uno de los grandes nombres de la literatura universal. Escritora en idioma minoritario —el catalán—, su obra supo trascender su lengua para convertirse en la narradora más traducida de su lengua.
Espejo roto conforma un universo literario en sí mismo: «lleno de símbolos en el que cada personaje refleja, como en un espejo que se ha roto, una parte del alma humana». La editorial Seix Barral nos ofrece esta magnífica novela en la excelente traducción del poeta Pere Gimferrer.
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Eduardo Suárez Fernández-Miranda nació en Gijón (España). Licenciado en derecho por la Universidad de Sevilla, realiza sus estudios de doctorado dentro del Departamento de Literatura Española e Hispanoamericana de la misma Casa de Estudios superiores.
Colabora como crítico literario en las revistas españolas El Ciervo, Serra d’Or, Llegir.cat, Gràffica y Quimera, donde lleva a cabo una serie de entrevistas a escritores, editores y traductores, nacionales y extranjeros.
Asimismo, escribe para las publicaciones americanas Cine y Literatura (Chile), La Tempestad (México), Continuidad de los Libros (Argentina) y Latin American Literature Today (University of Oklahoma). También, colabora de forma ocasional en los diarios asturianos El Comercio y La Nueva España.

«Espejo roto», de Mercè Rodoreda (Editorial Seix Barral, 2025)

Eduardo Suárez Fernández-Miranda
Imagen destacada: Mercè Rodoreda.