[Crítica] «Hopper»: Ese toque de misterio

Con un lenguaje sencillo, directo, como lo fue su obra poética, el escritor de origen canadiense Mark Strand nos acerca a algunos de los cuadros más significativos del importante artista visual estadounidense, y quien marcó con su obra la pintura del siglo XX.

Por Eduardo Suárez Fernández-Miranda

Publicado el 22.6.2023

La obra de Edward Hopper (Nueva York, 1882 – 1967) sigue conservando, para su observador, ese doble elemento que se ha mantenido a lo largo del tiempo.

Por un lado, estamos ante uno de los artistas más reconocibles de la pintura norteamericana del siglo XX. Por otro lado, los cuadros de Hopper siguen generando un halo de misterio y de extrañeza. Una extrañeza que se hace patente en el instante en el cual tratamos de colocar al pintor frente a lo que retrata.

Como señala Cees Nooteboom en su libro El enigma de la luz: «En el sitio que ocupa el pintor estaría una de las paredes de la habitación. Es pues físicamente imposible que el artista esté pintando en ese lugar, y eso es lo que confiere al cuadro ese toque de misterio».

La editorial Lumen vuelve a editar un libro, ya convertido en clásico, que se ocupa de analizar alguna de las obras más características de Edward Hopper.

Con el escueto título de Hopper, Mark Strand (1934 – 2014): «nos invita a mirar esas escenas desoladas, esos relatos esbozados, esos interiores despojados de humanidad y, con una penetrante lucidez y una aguda capacidad de observación, viaja al origen del hipnótico misterio que late en las telas del artista, de tal modo que sus comentarios se convierten en verdaderas exégesis del universo plástico de Hopper».

 

Lugares más allá del lienzo

Mark Strand (Prince Edward Island, 1934 – Nueva York, 2014) fue poeta y ensayista, además de dedicarse a la traducción, donde era especialista en la poesía italiana, española y brasileña. Tras los estudios de pintura en la Universidad de Yale, se dedicó a la literatura.

Como poeta, Strand ha recibido el reconocimiento de crítica y público, obteniendo el Premio Pulitzer en 1999. Entre sus obras, destacan los libros de poemas Sleeping with One Eye Open, The Late Hour, y Man and Camel.

En Hopper encontramos las cualidades de la escritura de Mark Strand, quien como poeta reconoció la influencia de T.S. Eliot y, posteriormente, la de Wallace Stevens en su obra. Como pintor que Strand había sido, los poemas de Stevens: «me interpelaban desde el interés por lo visual».

Con un lenguaje sencillo, directo, como lo fue su obra poética, el escritor canadiense nos acerca a algunos de los cuadros más significativos de Edward Hopper. Por las páginas del libro podremos contemplar el Nighthawks, traducido en español como Aves nocturnas, uno de los cuadros más enigmáticos y representativos del pintor norteamericano.

De él dice Strand: «No hay nada amenazador, nada que sugiera que el peligro acecha a la vuelta de la esquina. La tranquila iluminación interior de la cafetería derrama densidades de luz sobre la acera adyacente, esterilizándola. (…) La ciudad, igual que en la mayor parte de la obra de Hopper, se hace presente en un sentido formal, más que realista».

Amanecer en Pensilvania (1942), Sol en el segundo piso (1960), o Autovía de cuatro carriles (1956) donde: «la expresión de atolondrada despreocupación en la cara del hombre, que mira al vacío mientras su esposa intenta llamar su atención, le da a la pintura una cualidad caricaturesca, anecdótica», son analizadas por Strand con una prosa certera.

Edward Hopper y Mark Strand conviven en un libro que: «muestra de qué manera nos conmueven e inquietan ciertos elementos formales de los cuadros: trapecios isósceles que apuntan a lugares más allá del lienzo, luminosidades cuyas fuentes quedan fuera de nuestro ángulo de visión, especificidades del punto de vista del espectador que dan pie a sentimientos de exclusión, o de viaje, o de estancamiento, o de intimidad, o de la falta de esta», como recuerda el escritor John Updike desde su columna en The New York Review of Books.

 

 

 

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Eduardo Suárez Fernández-Miranda es licenciado en Derecho de la Universidad de Sevilla (España).

 

«Hopper», de Mark Strand (Editorial Lumen, 2023)

 

 

 

 

Eduardo Suárez Fernández-Miranda

 

 

Imagen destacada: Edward Hopper.