El Papa Francisco y el genocidio armenio: Una oportunidad para la Historia

El reciente llamado del jefe del Estado Vaticano se encuentra más bien contextualizado en el tema del perdón y de la reconciliación. En éstos la descripción de ese pasado conflictivo aparece como una losa para el mutuo entendimiento que, turcos y armenios, están determinados a dar en el futuro, y en cuyo cimiento se inscriben las reflexiones del Pontífice, que son también una forma de reflexionar sobre la existencia de una comunidad internacional dotada de valores de naturaleza sobrenatural y objetiva. Incluso en un ámbito como el de la política mundial, el cual muchas veces ha sido descrito como carente de toda calificación moral, y considerada solo una dimensión técnica del ejercicio del poder.

Por Cristián Garay Vera

Publicado el 23.11.2018

 

El Papa Francisco

«Fueron asesinados obispos, sacerdotes, religiosos, mujeres, hombres, ancianos y hasta niños y enfermos indefensos».
Alocución del Papa Francisco, en abril de 2015.

 

A cien años de la tragedia armenia el Papa Francisco dirigió el domingo 12 de abril de 2015 algunas reflexiones a propósito de los 100 años del genocidio armenio:

“La humanidad conoció en el siglo pasado tres grandes tragedias inauditas: la primera [1], que generalmente es considerada como ‘el primer genocidio del siglo XX’, afligió a su pueblo armenio –primera nación cristiana–, junto a los sirios católicos y ortodoxos, los asirios, los caldeos y los griegos. Fueron asesinados obispos, sacerdotes, religiosos, mujeres, hombres, ancianos e incluso niños y enfermos indefensos”.

“Hoy recordamos, con el corazón traspasado de dolor, pero lleno de esperanza en el Señor Resucitado, el centenario de aquel trágico hecho, de aquel exterminio terrible y sin sentido, que vuestros antepasados padecieron cruelmente. Es necesario recordarlos, es más, es obligado recordarlos, porque donde se pierde la memoria quiere decir que el mal mantiene aún la herida abierta; esconder o negar el mal es como dejar que una herida siga sangrando sin curarla”.[2]

Palabras que rememoraron una declaración anterior del 2001 del Papa Juan Pablo II y el Catholicós armenio Karekin II, realizados ante delegaciones de armenios o descendientes de ellos de muchos países del mundo (incluida una importante representación argentina) con asistencia del presidente de Armenia, Ser Sargsyan, El Catholicós de todos los armenios, Karekin II, su colega Aram I, Catholicós de Cilicia; y el Patriarca de Cilicia de los Armenios Católicos, Nerses Bedros XIX.

Bastó esta referencia para que el Presidente Erdogan de Turquía reprendiera al Papa y nuevamente negara la existencia del genocidio armenio. El gobierno turco además citó al Nuncio Apostólico, monseñor  Antonio Lucibello. Dos días después el Presidente turco sostuvo que el Papa sacaba los hechos del contexto: “Yo condeno al Papa y le advierto de que no cometa errores como este otra vez”[3].

Contrario sensu, el Parlamento europeo aprobó una resolución donde se destaca el discurso del Papa Francisco y llamó a Turquía a reconocer que entre 1915 y 1917 se cometió un genocidio. Seguidamente se conoció una declaración por Radio Vaticana del vocero vaticano, Padre Federico Lombardi, quien explicó que las palabras del Papa Francisco: “se insertan en una línea ya trazada por Juan Pablo II”. “Lo que ha dicho el Papa me parece claro como el sol. Ha usado el término ‘genocidio’, continuando con el uso ya acuñado de esta definición, de esta palabra”. Para rematar la Iglesia Apostólica Armenia declaró mártires el jueves 23 de abril de 2015 al millón y medio de muertos registrados en el hecho. [4]

 

 

Los hechos

La matanza sistemática de alrededor de un millón y medio de armenios entre 1915 y 1923 constituye el primer caso de genocidio moderno. El pasado 24 de abril de 2015 se cumplieron 100 años de la Gran Catástrofe. Se inició con la detención el 24 de abril de 1915 de 235 miembros de la intelectualidad y élite de la comunidad armenia en Estambul, hasta llegar en días sucesivos a 650, y se prolongó con expulsiones forzadas, venta de sus bienes al Estado, asesinatos, violaciones, y caminatas aniquiladoras de miles de personas.

Un mes después la Triple Entente, en guerra con el imperio turco, y a través de los ministros de Relaciones Exteriores de Francia, Rusia y Reino Unido, protestó por los hechos acaecidos.

Los hechos relatados fueron justificados bajo la acusación de terrorismo y de connivencia con los rusos, que eran rivales en el conflicto del Cáucaso dentro de la I Guerra Mundial. En efecto, para las autoridades turcas se trata de lamentables hechos de la guerra, no susceptibles tanto por razones legales como políticas de ser llamado genocidio sino simplemente muertes inconexas en un conflicto no solo turco sino que mundial.

Los observadores de la época no turcos fueron unánimes al considerar que a las órdenes ejecutivas de abandonar por la fuerza sus lugares de residencia sobrevino la venta de propiedad en manos turcas, el desplazamiento forzado, y la muerte de miles de personas en las caminatas. Como han dicho estudiosos: “el pretexto es la rebelión: el medio oficial (para acabar con ella) la deportación”. “Le prétexte est la rébellion; le moyen officiel, la déportation”.[5] Junto con ella se identificó, encarceló y asesinó a la intelectualidad y dirigencia armenia. Las acciones se extendieron por zonas del frente (Erzeroum, Bitlis y Van) pero también por otras que no eran parte del combate: Trebizonda, Diarbékir, Kharpout, y Sivas.

A los notables siguieron los soldados armenios encuadrados en el ejército turco. «Los soldados armenios que servían en el ejército otomano habían sido desarmados, reagrupados en batallones de trabajo y expedidos a los trabajos de VOIRIE. Discretamente estos soldados eliminados, (fueron) fusilados por grupos de 50 a 100”.[6] A los militares siguió la acusación de traición sobre todos los parlamentarios y políticos armenios, y la deportación, separando sexos. Los hombres armenios marchan solos y son fusilados. Los niños y mujeres por otra parte son obligados a marchas extenuantes hacia Alepo, camino que, sin agua, explica porque muy pocos sobreviven al rigor de la misma.

La pruebas del mismo son acumuladas por los alemanes quizás para descargar su responsabilidad como aliados. El fotógrafo Armin Wegner saca 8.000 fotografías para testimoniar la matanza.[7] El 28 de julio de 1915 el informe del cónsul Von Scheuner-Richter desde Erzeroum decía que “una personalidad autorizada” le explicaba que: “Los partidarios de la última ‘orientación extrema del comité de los Jóvenes Turcos’ convienen en que el punto final de su acción contra los Armenios es su exterminación completa en Turquía. Después de la guerra, no habrán mas Armenios en Turquía!”. [8] El cónsul Rossler desde Alepo, el 27 de julio de 1915 informaba que las medidas turcas habían sobrepasado las protecciones contra los rebeldes turcos y más allá de las “intrigas reales o presuntas y que por su extensión a las mujeres y a sus niños» se imponían ejecuciones inflexibles: lo que “el gobierno persigue conscientemente (es) la destrucción tanto de la mayor parte posible del pueblos armenios”.  Era un “… sacrificio de hecatombes  de inocentes con algunos culpables”. [9]

 

 

La memoria de la Gran Catástrofe

Hay que destacar que como acto criminal a gran escala, casi se podría llamar impropiamente guerra (y de hecho muchas veces se presenta así: como violencia política, guerra interna, subversión, insurrección, contrarrevolución). Sin embargo el concepto de genocidio se liga a la destrucción de un pueblo más que al combate contra una nación. Esencialmente el genocidio es contra desarmados o impedidos de poder responder con rigor a la agresión. Específicamente, trata sobre minorías o grupos sub estatales como el pueblo judío, insertos a su vez en otra nación. Este sentido más restrictivo lo recogen los idiomas. En inglés, genocide; en castellano, genocidio; y en francés, génocide. En este sentido la voz genocidio es más clara en alemán: Völkermord. Destrucción de un pueblo. En inglés, literalmente sería people’s morder. En inglés asociado al genocidio está la expresión limpieza étnica, que deriva del vocablo británico ethnic clearing que es traducción literal de la expresión serbocroata etničko čišćenje.

El Título II de la Convención de Naciones Unidas de 1948 sobre prevención y represión del crimen de Genocidio, sostiene en su artículo Art. 4  que será genocidio,

“Cualquiera de los siguientes actos cometidos con la intención de destruir por completo o alguna parte de cualquier grupo nacional, étnico racial o religioso eliminando a miembros del grupo, causando serios daños físicos o mentales a miembros de estos o deliberadamente infligiendo sobre el grupo condiciones de vida calculadas para causarles su destrucción total o parcial, imponiendo medidas con la intención de prevenir o evitar nacimientos al interior de estos mismos transfiriendo forzosamente a niños de estos grupos a otros.”

El hecho que se trate de comunidades diferenciadas explica, por consiguiente que en situaciones parecidas se discuta si esa figura es lo suficientemente explicativa, aún teniendo el ejemplo del Holocausto. Por ejemplo la Sentencia del Tribunal Penal Internacional para Ruanda, de septiembre de 1998, amplía la noción ya citada de Naciones Unidas, y sostiene que se caracteriza por una “escala de atrocidades” “en una región o país” y por “el hecho de elegir deliberada y sistemáticamente a las víctimas debido a su pertenencia a un grupo determinado, a la vez que se excluyen a miembros de otros grupos”.

El genocidio como acto sucesivo supone una secuencia integral (asesinatos masivos, movilización forzada, interrupción de los nacimientos, esclavitud laboral/sexual, trabajo forzado, y expropiación de bienes) que culmina en las matanzas sobre un grupo, un colectivo claramente diferenciado en su etnia. El primer ejemplo moderno de este procedimiento, todavía no declarado al mismo nivel que el Holocausto, fue el genocidio armenio ordenado por las autoridades turcas de la época. Este se puede avizorar en la instrucción del 15 de septiembre de 1915 del Ministro turco del Interior, Talaat Bey a la prefectura de Alepo:

“Fue primeramente comunicado a Uds. Que el gobierno, por orden del Yemiet  [Consejo Supremo de los Jóvenes Turcos] ha decidido destruir completamente a todos los armenios que viven en Turquía. Aquellos que se opongan a acatar estas órdenes no podrán permanecer en las filas de oficiales del Imperio. Debe ponerse fin a su existencia, cualesquiera sean los métodos sangrientos a tomar, sin reparar en sexos o escrúpulos de conciencia”.[10]

El 9 de septiembre del mismo año el Ministro repetía a la misma unidad administrativa: “Todos los derechos de los armenios de vivir y trabajar en suelo turco han sido completamente cancelados. Con respecto a esto, el gobierno toma toda su responsabilidad y ordena no hacer excepciones de ninguna especie, incluyendo criaturas recién nacidas”. En enero de 1919 el mismo Ministro manifestaba que: el “propósito del exilio es el aniquilamiento de los armenios”.

Tan evidente resultaba el tema que la Triple Entente –Francia, Reino Unido y Rusia- dirigió un mensaje el 24 de mayo de 1915 para protestar por las masacres de la población civil, especialmente haciendo énfasis que se cernía sobre la “population arménienne inoffensive de la capitale”. Se estaba, decían alarmados, “Devant ce noveau crime de lèse-humanité perpétré par les Turcs, les puissances de l´Entente déclarent publiquement á la Sublime Porte qu´elles en tiendront personnellement responsables les membres du gouvernement ainsi que tous ceux qui auront participé à ces massacres” .[11]

Incluso un testigo nada sospechoso, el alemán Wagenheim se dirigió al canciller Bethmann-Hollweg el 17 de junio de 1915 reconociendo que: “Il est évident que la déportation des Arméniens n´est pas motivée par les seules considérations militaires”. Talaat Bey, el ministro turco, le habría confidenciado que “la Porte voulait profiter de la guerre mondiale pour en finir radicalment avec leurs ennemis intérieurs (les Chrétiens autochtones) sans étre gênée par l´intervention diplomatique de l´étranger” .[12] Los alemanes recopilaron sus informes en Deutschland und Armenien, 1914-1918 (1919) donde se dejaba en claro la no responsabilidad de Alemania, país aliado de los turcos, parte de la Triple Alianza de la Gran Guerra. Turquía no fue indiferente: en 1916 publicó Verité sur le mouvement révolutionnaire arménien et les mesures gouvernementales para refutar las acusaciones.

La población armenia severamente castigada fue el origen de una diáspora que actualmente se cifra en ocho millones de personas. Para Armenia entre 1915 y 1917 murió un millón y medio, mientras Turquía rebaja la cifra a 500.000 seres humanos.

 

 

Un consenso creciente

Los hechos antes descritos configuraron una imagen que se prolongó en el tiempo. Hay incluso una presunta afirmación de Hitler de agosto de 1939 diciendo que nadie se acordaría de los armenios antes de tomar la decisión de una actitud similar frente a los judíos. Pero esta frase resulta extemporánea para el año, cuando el Canciller alemán todavía no tenía una política definida respecto del tema, determinación que tomó después como está ampliamente documentado. Además, como dice un experto alemán la referencia era para Polonia, que varias veces había desaparecido como nación. Armenia sí era una referencia para el debate político interno que emergía del activo rol del diplomático alemán en Turquía al momento de los hechos.[13] Otro obstáculo es que para los juristas el delito de genocidio solo se plantea solo a partir de la II Guerra Mundial : los hechos de la masacre armenia son parte de la historia de la violencia del siglo XX pero son anteriores a ese hito.

Por ello no extraña que desde que Uruguay en 1965 fue el primer país que reconoció el genocidio armenio, se han sumado otros 21 países han ido incorporando además el delito de negacionismo para el caso armenio, aunque con discrepancias respecto de si aplicar la voz genocidio para un tema que obviamente anterior al marco en que se tipificó. Uno de ellos es Francia, que décadas más tarde, en noviembre de 2006, meses antes de las elecciones presidenciales, aprobó en el Parlamento la tipificación de delito para el genocidio armenio. La iniciativa contó con el rechazo del Gobierno de Chirac, expresada por la ministra de Asuntos Europeos, Catherine Colonna, en plena sesión parlamentaria. La moción fue aprobada por la oposición socialista, y constituyó el cierre de los esfuerzos por declarar genocidio el proceso de exterminación de los armenios. “La proposición de ley, que prevé condenar con hasta un año de cárcel y 45.000 euros de multa la negación del primer genocidio del siglo XX, salió adelante en primera lectura con 106 votos a favor y 19 en contra. Saludada con aplausos de diputados y del público, la aprobación del texto equipara penalmente la negación del genocidio armenio con la del exterminio judío en la II Guerra Mundial”.[14]

El 29 de enero de 2001, el Parlamento francés, por unanimidad, aprobó una ley que reconoció la existencia del genocidio armenio y que causó 1,5 millones de muertos entre 1915 y 1923, pero sin acompañarla de medidas jurídicas coactivas. Y que alcanzaba la libertad de los historiadores, pese a la proposición de excluirlos de la ley del diputado derechista Patrick Devedjian. Una vieja discusión entre la historiografía y el poder político, una libertad que fue defendida por la ministra del gobierno francés, Colonna, la que expresó que: «no es la ley la que tiene que escribir la Historia». Pero a la cual ya se habían opuesto los socialistas para oponerse a un proyecto de ley del oficialismo que pretendía reconocer o discutir el «papel positivo» de la colonización francesa, versus quienes no veían espacio para esa discusión en la historiografía.

El proceso había sido iniciado por el Presidente francés, Jacques Chirac quien: “había advertido que el reconocimiento expreso del genocidio armenio era condición indispensable para aceptar el ingreso de Turquía en la UE -la legislación francesa ya reconocía el genocidio, pero el nuevo proyecto de Ley marca un salto cualitativo importante al castigar la negación del carácter genocida de un hecho que Turquía no reconoce plenamente”.[15] El despacho desde París decía que la votación se realizó en una “Asamblea Nacional semidesierta, 106 diputados (socialistas y comunistas) contra 19 (conservadores), se aprobó ayer en primera lectura un proyecto de Ley socialista que penaliza la negación del genocidio armenio. La UMP (conservadora) y la UDF (centrista) decidieron abstenerse y dar libertad de voto a sus diputados. El Gobierno había advertido su oposición a un proyecto que finalmente ha podido prosperar gracias a su abstencionismo culpable”.

En ese momento, antes de la ley, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió que: «intentar convertir una mentira histórica en una ley dañará a la Unión Europea». Menos sutilmente la ministra francesa delegada para el Comercio Exterior, Christine Lagarde, dijo que con la ley: «los empleos de empresas francesas están en juego”.[16]

Como dice un experto este es el conflicto más antiguo en materia de derechos humanos delitos de lesa humanidad. “La tragedia armenia ocupa el debate histórico más antiguo y enconado que existe en la actualidad. Turquía cerró la frontera con Armenia en 1993 en apoyo de su aliado Azerbaiyán, que mantenía una disputa con Armenia por el enclave de Nagorno-Karabaj. En 2009 Turquía y Armenia acordaron una hoja de ruta para normalizar las relaciones; en ella se incluía el establecimiento de una subcomisión para examinar la “dimensión histórica” de sus relaciones. En 2010 se suspendieron los Protocolos de Zürich debido a la falta de avances”.[17] El año 2014 el ministro Recep Tayyip Erdogan dio condolencias a los descendientes de las víctimas de la violencia étnica y religiosa.

 

 

Conclusiones

Dentro de las aclaraciones a las palabras pontificias se conoció que había un párrafo de una declaración conjunta de Juan Pablo II y el Catholicos Karekin II de Armenia durante una visita a ese país del 27 de septiembre de 2001. En esa ocasión no se publicó, pero consignaba que: “el exterminio de un millón y medio de cristianos armenios, en lo que se considera generalmente como el primer genocidio del siglo XX, y la siguiente aniquilación de miles bajo el antiguo régimen totalitario, son tragedias que todavía perduran en la memoria de la generación actual”. En ese viaje se usó las palabras mártires pero no genocidio, porque se tanteó el impacto posiblemente contraproducente que podría generar hablar de él en las relaciones internacionales y en la política vaticana.[18]

El reciente llamado del Papa Francisco está más bien enmarcado en el tema del perdón y de la reconciliación. En éstos la descripción de este pasado conflictivo aparece como una losa para el mutuo entendimiento que, turcos y armenios, están determinados a darse mutuamente en el futuro, y en cuyo cimiento se inscriben las reflexiones del Pontífice, que son también una forma de reflexionar sobre la existencia de una comunidad internacional dotada de valores de naturaleza sobrenatural y objetiva. Incluso en un ámbito de la política (que es la política internacional) la cual muchas veces ha sido descrita como carente de toda calificación moral, y considerada solo como una dimensión técnica del ejercicio del poder.

 

 

 

Citas

[1] «Fueron asesinados obispos, sacerdotes, religiosos, mujeres, hombres, ancianos y hasta niños y enfermos indefensos». Las dos olas siguientes, prosiguió el Papa, fueron los crímenes del nazismo y del estalinismo; y la tercera los hechos de Camboya, Ruanda, Burundi, Bosna. Elisabetta Piqué, “Sorpresa: el Papa habló de «genocidio armenio». Usó el término, negado por Turquía, en una misa; indignación de Ankara”, La Nación, Buenos Aires, 13 de abril de 2015, http://www.lanacion.com.ar/1783912-francisco-evoco-el-horror-del-genocidio-armenio-y-desato-la-furia-de-turquia

[2] Abel Camasca, “Hoy se conmemoran los 100 años del genocidio armenio”, Redacción Central, 24 Abril de 2015/ 12:04 am (ACI), https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-se-conmemoran-los-100-anos-del-genocidio-armenio-91658/

[3] Abel Camasca, “Hoy se conmemoran los 100 años del genocidio armenio”, Redacción Central, 24 Abril de 2015/ 12:04 am (ACI), https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-se-conmemoran-los-100-anos-del-genocidio-armenio-91658/

[4] Abel Camasca, “Hoy se comemoran los 100 años del genocidio armenio”, Redacción Central, 24 Abril de 2015/ 12:04 am (ACI), https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-se-conmemoran-los-100-anos-del-genocidio-armenio-91658/

[5] Gerard Chaliand e Yves Ternon en Le genocide des armeniens, Editions Complexe, Bruxelles (Belgique) 1991, p. 7 (1ª edición, 1980. 2ª edición, 1984).

[6] Gerard Chaliand e Yves Ternon en Le genocide des armeniens, p.7.

[7] Gerard Chaliand e Yves Ternon en Le genocide des armeniens, pp. 7-8.

[8] Citado por Gerard Chaliand e Yves Ternon en Le genocide des armeniens, p. 71.

[9] Citado por Gerard Chaliand e Yves Ternon en Le genocide des armeniens, p. 71

[10] Cit. de Armin Wegner, Der prozess Talaat Pasha, Berlín, 1921, p. 133.

[11] Citado por Gerard Chaliand e Yves Ternon en Le genocide des armeniens, pp. 45-46.

[12] La «Puerta deseaba beneficiarse de la guerra mundial para terminar radicalmente con sus enemigos interiores (los cristianos autóctonos) sin estar limitado por la intervención diplomática del extranjero »

Citado por Gerard Chaliand e Yves Ternon en Le genocide des armeniens, p. 69.

[13] Hasta 1933 (año de ascenso de Hitler) Alemania reconoció el genocidio armenio. Ver Wolf Gruner, “¿Peregrinaciones hacia el vacío? Los judíos alemanes y su conocimiento sobre el Genocidio Armenio durante el Tercer Reich”, Revista Genocidio, 2013,  pp. 56-78. Disponible en http://revistagenocidio.com.ar/wp-content/uploads/2013/05/056-a-078.pdf

[14] “El parlamento francés aprueba una ley para penalizar la negación del genocidio armenio y desata las iras de Turquía”, Libertad Digital, viernes 10 de noviembre de 2006

http://www.libertaddigital.com:83/php3/noticia.php3?fecha_edi_on=2006-10-12&num_edi_on=1457&cpn=1276290082&seccion=MUN_D  La discusión en:

http://lesalonbeige.blogs.com/my_weblog/2007/02/la_rpublique_fr.html

[15] “Francia declara delito que se cuestione el genocidio armenio y Turquía se indigna”, ABC, Madrid, 13.102006, 07:44:34,

http://www.abc.es/hemeroteca/historico-13-10-2006/Internacional/francia-declara-delito-que-se-cuestione-el-genocidio-armenio-y-turquia-se-indigna_1423740643498.html

[16] “El parlamento francés aprueba una ley para penalizar la negación del genocidio armenio y desata las iras de Turquía”, Libertad Digital, viernes 10 de noviembre de 2006. En sitio: http://www.libertaddigital.com:83/php3/noticia.php3?fecha_edi_on=2006-10-12&num_edi_on=1457&cpn=1276290082&seccion=MUN_D

[17] William Chislett (Real Instituto Elcano), «El conflictivo centenario del genocidio armenio», en El País (Madrid), Viernes 10 de abril de 2015. Disponible en: http://www.realinstitutoelcano.org/wps/wcm/connect/ea6e9b00480602459b2c9ba97cb72b9a/Chislett-conflictivo-centenario-del-genocidio-armenio.pdf?MOD=AJPERES&CACHEID=ea6e9b00480602459b2c9ba97cb72b9a

[18] Andrea Gagliarducci, Roma, ¿Por qué Turquía protestó ante dichos del Papa sobre el genocidio armenio?, 14 de abril de / 04:53 pm (ACI),  https://www.aciprensa.com/noticias/por-que-turquia-reacciono-mal-a-lo-dicho-por-el-papa-sobre-el-genocidio-armenio-48687/

 

 

Imagen destacada: El Papa Francisco, jefe de la Iglesia Católica Apostólica Romana y del Estado Vaticano.