[Ensayo] «La ciudad sitiada»: Clarice Lispector en busca de su libertad interior

Nacida en la maltratada Ucrania un 10 de diciembre de 1920 en el seno de una familia de origen judío, fue la tercera hija de un matrimonio que escapó hacia Brasil huyendo del caos y de la persecución racial, para convertirse, quizás, en la mayor narradora en lengua portuguesa a lo largo del siglo XX.

Por Sergio Inestrosa

Publicado el 28.5.2022

La ciudad sitiada (1949) de Clarice Lispector (1920 – 1977), es una novela que ocurre en una ciudad brasileña que se transforma por el ímpetu de la modernidad, un fenómeno que todo lo cambia y a todos desplaza de su lugar.

Debo de adelantarle al lector o lectora, que Clarice Lispector no es una escritora fácil, pues exige de nosotros concentración, parsimonia y mucha dedicación para abordar sus textos, pero al final, me parece que apreciarla, siempre valdrá la pena.

En esta novela, cuya trama es más bien difusa, se trata de destacar que la creación de las cosas está dada por la mirada. se crea lo que se mira, no lo que se piensa, ni con lo que se nombra (muy diferente, por ejemplo a la idea de creación de muchos poetas). Solo si asumimos esta lógica veremos que las cosas aparecen siempre en toda su sencillez.

El profesor Antônio Marcos Vieira Sanseverino, de la Universidad Federal de Río de Janeiro, ha dicho al respecto, que en la obra de Lispector: «hay un giro hacia la experiencia interior, hacia el impacto de las cosas del mundo, en la subjetividad de sus personajes», y es eso mismo lo que acontece en La ciudad sitiada.

 

Un lenguaje poético e innovador

El personaje principal de esta historia se llama Lucrecia Neves y a través de sus ojos vemos la ciudad que se transforma, y advertimos en su mirar la existencia de las cosas. Su vida discurre como en un sueño y por su biografía vemos pasar a cuatro hombres, el militar Felipe, el joven Perseu, el doctor Lucas y el que fuera su marido, el comerciante Mateo, de quien quedó viuda.

Sin embargo ninguno de ellos, y mucho menos su esposo, la logra reducir o poseerla plenamente, pues ella está siempre en proceso de cambio, en la búsqueda permanente de su ser, de su libertad. Al final se anuncia un quinto hombre a través de un retrato que le envía su madre, animándola que deje el pueblo transformado y se vaya a vivir al campo, donde la espera este nuevo compañero.

Dicen los expertos que esta novela es un parteaguas en la obra de Lispector —quien es considerada como una de las más importantes escritoras brasileñas de la segunda mitad del siglo XX— y la ponen al mismo nivel de Guimarães Rosa. A Lispector, por otra parte, se la suele clasificar dentro de la tercera fase del modernismo brasileño, en la llamada Generación del 45.

También afirman los entendidos que con su lenguaje poético e innovador y su personalidad enigmática Lispector se fraguó una leyenda que sigue muy vigente y es una de la mujeres más citadas en el internet, aunque muchas de las citas que le adjudican no son suyas, además, ha sido comparada con escritores como Virginia Woolf y James Joyce.

Nacida en la maltratada Ucrania (siempre Ucrania) un 10 de diciembre de 1920 en el seno de una familia de origen judío, fue la tercera hija de un matrimonio que escapó hacia Brasil huyendo del caos y de la persecución racial.

Su familia terminó instalándose en 1922 en la ciudad de Maceió, capital del estado de Alagoas, donde ya estaban algunos parientes. Poco después, la familia se mudó a Recife y en 1935 se movieron a Río de Janeiro, donde Clarice Lispector entró a la Facultad de Derecho y empezó a ejercer el periodismo, como era costumbre en el caso de muchos abogados que en verdad buscaban ser escritores.

 

La irradiación de un estilo literario

Clarice Lispector, recibió en 1940, el premio Graça Aranha a la mejor novela, por su obra Cerca del corazón salvaje y seis años después publicó su segunda ficción de largo aliento titulada El lustre.

La escritora logró con su obra darle una nueva perspectiva a temas que ya habían sido tratados con anterioridad, como el tema de la mujer, la maternidad y el cuidado de la casa y lo hizo echando mano del idioma portugués y haciendo que este irradiara las cosas con nueva vida, forzando siempre sus límites a través de de una búsqueda lingüística que le permitiera contar de una nueva forma.

Una manera y técnica estética donde prácticamente se anula la trama y la cual hace que sus obras no sean complicadas de leer y se deban apreciar con lentitud, de lo cual Kundera estaría muy fascinado, por cierto.

En 1952, Lispector publica Algunos cuentos y un año después, después de haber vivido muchas temporadas en Europa, viaja a Estados Unidos, donde nace su segundo hijo. En 1954 se traduce al francés su novela Cerca del corazón salvaje, cuya portada tiene una pintura de Matisse.

Luego, en 1959 regresa a Río de Janeiro, donde retoma el periodismo, después de su separación matrimonial. En 1960 publica Lazos de familia, un libro de cuentos que fue muy bien recibido por la crítica y que da inicio a la obra de madurez de Lispector y que será el próximo libro que comentaré en las páginas de Cine y Literatura.

Un año después, en 1961, publica la novela La manzana en la oscuridad y en 1963 es publicada la que se considera su mejor novela, titulada La pasión según G.H.

A finales de los años 60 y a principios de los 70, la autora publicó algunos libros infantiles y su último crédito se bautizó como La hora de la estrella, el cual fue publicado póstumamente en 1977 y se trata de un texto breve en el que Lispector relata el viaje de una chica desde el noreste de Brasil hacia Río de Janeiro, tal cual fue su propia experiencia existencial y biográfica.

 

 

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Sergio Inestrosa (San Salvador, 1957) es escritor y profesor de español y de asuntos latinoamericanos en el Endicott College, Beverly, de Massachusetts, Estados Unidos, además de redactor permanente y miembro del comité editorial del Diario Cine y Literatura.

 

«La ciudad sitiada» (Siruela, 2016)

 

 

Sergio Inestrosa

 

 

Imagen destacada: Clarice Lispector.