[Ensayo] «Vuelos vespertinos»: El milagro de la vida

El texto de la autora británica Helen Macdonald (en la imagen destacada) es una excelente oportunidad de reflexión para poder retomar el camino de una existencia más amistosa, consciente y cooperativa con el medio ambiente y lo singular del planeta que nos acoge.

Por Martín Parra Olave

Publicado el 20.4.2022

Helen Macdonald (Chertsey, 1970) es una escritora e historiadora de la ciencia que saltó a la fama después de publicar el libro H de halcón (2018), un relato de tipo biográfico donde la narradora intenta superar el fallecimiento de su padre a través de una narración que mezcla elementos de la naturaleza, la vida y por supuesto la muerte. Gracias a ese libro la autora obtuvo el prestigioso premio Samuel Johnson para obras de no ficción.

Su último trabajo es Vuelos vespertinos (Anagrama, 2021) donde la narradora británica ha reunido una serie de textos acerca de la relación de los seres humanos con la naturaleza, los animales y su entorno.

«Estos son tiempos terribles para el medioambiente. Ahora más que nunca necesitamos considerar, largo y tendido, nuestro modo de ver e interactuar con el mundo natural. Estamos viviendo la sexta gran extinción, esta vez causada por nosotros», señala Macdonald, advirtiéndonos que debemos, de forma urgente, dar un giro a nuestro estilo de vida como humanidad y comenzar a mirar el contexto ambiental en el cual vivimos, con otros ojos.

Para ello nos da una muestra de una variedad de temas y situaciones donde ella y otras personas se relacionan con aves, animales, plantas o el entorno en general. Esta relación, es decir, este vínculo que parece cada vez más alejado, es una condición fundamental para que los seres humanos podamos darnos cuenta que somos parte del mundo y la naturaleza.

 

Un trabajo emocionalmente comprometido

El encuentro con los animales nos permite empatizar con ellos y percibir que son otra forma de inteligencia: «Fueron muchas cosas que me impactaron de ese encuentro: no solo que se corporeizase un icono animal, sino también darme cuenta de que en el mundo hay una determinada forma de inteligencia que es la inteligencia del jabalí, la percepción del jabalí. Y el hecho de que te esté examinando una mente que no es humana te obliga a replantearte los limites de la tuya propia», reflexiona Macdonald.

Es decir, el contacto con otras formas de vida animal, distinta a la humana, te permite generar una transformación, que si la asumes correctamente, te puede llevar a realizar cambios para mejorar la conexión con el medio ambiente.

En este sentido el libro Vuelos vespertinos (Anagrama, 2021) es una excelente oportunidad de reflexión para poder retomar el camino de una vida más amistosa y cooperativa con el medio ambiente, pues no deberíamos haber perdido de vista jamás que los seres humanos somos otros mamíferos que pertenecemos a este planeta, planeta que nos entrega alimento, aire, y que sin él, nuestra existencia nunca podría haber sido.

«Los animales no existen para enseñarnos cosas, pero eso es lo que siempre han hecho, y la mayor parte de lo que nos enseñan es lo que pensábamos que sabíamos de nosotros mismos», es decir, nuestras mentes aún funcionan con elevados grados de animalidad.

Sin lugar a duda, que la lectura de un trabajo tan especial, como emocionalmente comprometido, no va a dejar indiferente al lector, quien en estas páginas se dará un paseo que lo conectará con la naturaleza, los animales y por supuesto consigo mismo, ya que como señala Helen Macdonald:

«La literatura nos puede enseñar la textura cualitativa del mundo. Y necesitamos que lo haga. Necesitamos expresar el valor de las cosas para que así podamos ser muchos más los que luchemos por salvarlas».

 

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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente cursa el doctorado en literatura impartido por la última Casa de Estudios antes mencionada.

 

«Vuelos vespertinos», de Helen Macdonald

 

 

Martín Parra Olave

 

 

Imagen destacada: Helen Macdonald.