Exhibida durante el contexto de la competencia local del 23º Festival Internacional de Documentales de Santiago, el largometraje de no ficción del realizador chileno Rory Barrientos acaba de estrenarse comercialmente en las salas del país este jueves 12 de diciembre.
Por Felipe Stark Bittencourt
Publicado el 14.12.2019
Rory Barrientos en El gurú (2019) sigue al boxeador chilote Carlos Ruiz fuera y dentro del cuadrilátero. Lo acompaña a su espacio familiar, donde los hijos de Ruiz de pequeños son introducidos en la pugilística. Lo sigue, también, hasta su trabajo en la industria de la pesca, donde su labor se asemeja a los mecanismos del box. Y, por supuesto, graba sus entrenamientos, su equipo y el espectáculo mismo de este deporte con sus preparativos meticulosos y épicos. Y esto, porque Ruiz vive y respira solo para boxear.
Esta pasión se transmite también a la metodología que Barrientos aplica al dispositivo cinematográfico, el cual no busca invisibilizarse ni mantenerse al margen. Esto se ve en el blanco y negro que recuerda inevitablemente a Toro salvaje de Martin Scorsese; los ralentí de tiempo para expresar la concentración y el nerviosismo; el montaje que hila los encuentros deportivos con el trabajo de Ruiz en la industria, y en la misma interacción de los sujetos con la cámara. Todo se ordena para hacer evidentes al espectador las sensaciones que rodean al mundo del box, desde la dureza del entrenamiento hasta los sueños que tiene Ruiz por llegar lejos en su carrera deportiva.
Y esto, porque la pugilística también tiene vocación de espectáculo y, por lo mismo, la forma de llevarlo a la pantalla resulta igualmente llamativa. Barrientos, consciente de lo mismo, privilegia la captura directa de la acción, como señaló a MediaPart. El resultado permite que la información del documental fluya con naturalidad y que toda la comunidad en la que se mueve Ruiz revele su amor por el box, escapando de cualquier encorsetamiento del material que podría entregar una aproximación de reportaje.
Este despliegue hábil de técnica cinematográfica viene aparejado, sin embargo, de algunas problemáticas. Si bien los sujetos no hablan mucho, es difícil escucharlos. El sonido en momentos se pierde en medio de la algarabía del público, las máquinas y el ruido ambiental de la calle. De este modo, es difícil prestar atención a las indicaciones del entrenador, las breves palabras que Ruiz dedica a la cámara o lo que sus amigos le dicen cuando lo felicitan tras un encuentro. La imagen, coja en este aspecto, pierde algo de brillo.
Pero cuando Barrientos deja que la danza del box se apropie de la cámara y se transforme en cine, el resultado asombra por su lucidez. La cámara se mueve como otro boxeador; el público aplaude y sonríe, y El gurú despliega su potencia: el deporte como vía de escape, el sueño como espectáculo.
Felipe Stark Bittencourt (1993) es licenciado en literatura por la Universidad de los Andes (Chile) y magíster en estudios de cine por el Instituto de Estética de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Actualmente se dedica al fomento de la lectura en escolares y a la adaptación de guiones para teatro juvenil. Es, además, editor freelance. Sus áreas de interés son las aproximaciones interdisciplinarias entre la literatura y el cine, el guionismo y la ciencia ficción. También es redactor permanente del Diario Cine y Literatura.
Tráiler:
Imagen destacada: Un fotograma del largometraje documental El gurú (2019).