[Novedad] «El viento que arrasa»: La tormenta femenina de Selva Almada

El rescate que realiza la editorial Montacerdos de la primera novela de la narradora trasandina es un aporte, pues pone en circulación un trabajo fuera de lo común, con una prosa sencilla, pero plagada de imágenes que nos activan emociones e incomodidades, y las cuales obligan a mirar con asombro situaciones cotidianas.

Por Martín Parra Olave

Publicado el 30.12.2020

La narrativa de Selva Almada (1973) tiene la fuerza de una tormenta que se levanta de manera silenciosa, sin grandes estruendos pero que de manera ascendente se transforma en un coloso difícil de manejar.

Su novela El viento que arrasa, originalmente publicada en el año 2012, es reeditada por la editorial Montacerdos, permitiendo con esto, a los lectores más jóvenes acceder a un trabajo excepcional.

Ambientada en parajes rurales del norte argentino, la narración va creciendo de manera gradual, tensionando con cada detalle la relación entre los personajes que protagonizan esta historia.

El reverendo Pearson y su hija Leni, han tenido un desperfecto en el auto que viajan y deben detenerse en lo del Gringo Bauer, quien con su hijo Tapioca, atienden el taller mecánico.

A partir de este encuentro fortuito comienza a desarrollarse una tensión que aumenta de forma progresiva, dando señales de un inminente conflicto o enfrentamiento que tarda en llegar.

Selva Almada es una de las narradoras más sólidas de la última década en Latinoamérica, y con su novela El viento que arrasa (2012), inició lo que posteriormente ha sido llamado “La trilogía de varones”, que completan sus obras Ladrilleros (2013) y No es un río (2020), donde el peso de las acciones y el protagonismo de las historias es llevado adelante por hombres violentos y machistas, cuyo trágico destino parece estar marcado por estos elementos.

Sin embargo, a pesar que estos relatos mantienen una permanente línea de violencia entre sus protagonistas, es decir, los hombres, la narradora argentina nos conduce hacia los meandros más oscuros de las relaciones humanas, tanto de pareja como entre padres e hijos.

Su obra Ladrilleros, en efecto, pone en escena a personajes que son parte de un pasado que retorna de manera permanente, una memoria asociada a una mujer que ya no está.

En el caso del Gringo Bauer —el protagonista de El viento que arrasa— una mujer, de la que prácticamente no se acuerda, le vino a dejar al Tapioca, su hijo, para que asumiera su paternidad. Por otro lado, el reverendo Pearson decidió quedarse con Leni, su hija, y abandonar a su esposa.

Las infancias de ambos están absolutamente distanciadas de las figuras maternas y del mundo infantil que les correspondía vivir.

Tapioca se convierte en ayudante de su padre en el taller mecánico desde que lo dejan junto a él, y Leni: “hacia muy poco que había dejado la infancia, pero su memoria estaba vacía. Gracias a su padre, el Reverendo Pearson y su bendita misión, sus recuerdos de la niñez eran el interior del mismo coche, las habitaciones de cientos de hoteles todos iguales”.

Situaciones que ella no le dice directamente a su padre, pero cuyo malestar manifiesta en diferentes momentos con gestos o respuestas algo sarcásticas.

En este sentido, Selva Almada ha declarado: “Creo que una de las cosas que más me interesa de ese universo es todo lo que no se dice, la sensación de que por debajo está pasando algo y no sabemos qué, no sabemos cuándo eso nos va a estallar en la cara.”

Bajo es prisma, el rescate que realiza la editorial Montacerdos de la primera novela de Selva Almada es un aporte, pues pone en circulación un trabajo fuera de lo común, con una prosa sencilla, pero plagada de imágenes que nos activan emociones e incomodidades, que nos obligan a mirar con asombro situaciones que no parecen anormales.

¿Cuál es el viento que arrasa?, ¿dónde está el infierno realmente?

Parecen ser las preguntan que nos quedan dando vueltas después de finalizar una lectura intensa y profunda.

 

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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

 

«El viento que arrasa», de Selva Almada (Editorial Montacerdos, 2020)

 

 

Martín Parra Olave

 

 

Imagen destacada: Selva Almada.