La última novela (Alfaguara, 2020) de la escritora española y Premio Nacional de las Letras en su país, presenta una historia de intriga y misterio que se desenvuelve en un contexto inesperado: el universo interior de los personajes. Sus anhelos, esperanzas, desgracias, sufrimientos y la búsqueda de nuevas oportunidades alimentan al relato ambientado en Pozonegro, una localidad ficticia y que de realidad tiene mucho por revelar.

Por Sofía Stark Bittencourt

Publicado el 27.12.2020

“Ahora comprendo que la vida es como un mar y nosotros, barquitos. Subimos y bajamos con las olas y a veces hay tormentas espantosas. Tormentas de las que no puedes librarte”.
Rosa Montero

¿Qué podría empujar a un hombre a bajarse de un tren en una estación al azar en un pueblo perdido de España, comprar la primera casa que encuentra sin siquiera haberla visitado e intentar vivir de la forma más discreta que se pueda?

Lo primero sería suponer que ese hombre esconde algo o que escapa de alguien. ¿Y si en realidad quiere aventurarse a vivir una vida nueva? ¿O escapar de sí mismo? ¿Es posible deshacerse para rehacerse?

Estas son algunas de las interrogantes que se hacen los habitantes de Pozonegro —y se hará el lector— al ver a Pablo llegar a ese pueblo obrero antiguo y pequeño, un lugar donde pareciera reinar la desgracia, una monotonía aplastante y la oscuridad. Un nombre que hace gala.

¿Cómo es posible que un hombre que aparentemente arrastra un pasado exitoso y cómodo quisiera trasladarse a vivir ahí donde no hay posibilidad de futuro?

La buena suerte (Alfaguara, 2020) de la escritora española y Premio Nacional de las Letras, Rosa Montero, es un libro donde el acento de intriga y misterio está puesto en la vida y el comportamiento de los humanos.

Es una historia donde la vida real está plasmada en una ficción sencilla y profunda que se hila de a poco. Cuando creemos haberlo adivinado todo, retrocedemos dos pasos y descubrimos que aún hay mucho que no sabemos y es imprescindible enterarse.

En el día a día de esta ficción no hay escenas ni hechos ideales, se muestra la vida con la crudeza natural de esta. Cada personaje carga con un pasado doloroso y que no ha hecho más que ahondar el sufrimiento.

Así y todo, el título entrega luces de que esta historia tendrá toques de picardía, amor y buen humor que salpican la vida, volviéndola más dulce y emocionante de vivir. Todo lo que ocurre es parte de un juego entre la realidad y la invención del universo de Montero.

La novela presenta situaciones que se pasean entre el bien y el mal con temas tan diversos como el amor que se acaba y el que no corresponde, la paternidad, la maternidad que se aplaza involuntariamente, la violencia, el miedo a morir, la eutanasia, los problemas familiares que se convierten en un infierno, la viudez, el futuro incierto y la soledad. Estos se despliegan en medio de escenarios donde aún queda espacio para creer.

La genialidad de Montero se ve reflejada al escribir con una prosa juguetona que incluye metáforas precisas y una sencillez tal que permite que los ambientes floten en la mente, también se manifiesta en la capacidad de construir personajes que se perfilan mediante sus acciones y pensamientos sin la necesidad de describirlos.

La autenticidad de estos radica en sus interacciones, pensamientos y diálogos a medida que avanza el relato. Los sentimientos y emociones que viven y sienten son las de todo ser humano: buscar y encontrar la felicidad, tener una ilusión que mueva los engranajes de la vida, querer escapar de situaciones que incomodan, de no verse vulnerables en ciertas situaciones, de encontrar un espacio de libertad en medio de la desgracia.

La buena suerte es una novela que podría clasificarse como introspectiva al explorar los dilemas y contradicciones que todo ser humano lleva a cuestas, y de cómo se consigue aprender a vivir pese a que todo parezca ir en contra.

Montero recuerda e insiste que la vida no se puede controlar, y en contraposición a ello esta nos entrega la oportunidad de elegir cómo responder a lo que acontece. A fin de cuentas, y tal como se menciona en la obra, “la suerte es buena si decidimos que lo sea”.

Habrá personajes con deseos de hacer daño y otros con la intención de hacer todo lo contrario, de reinventarse, de enseñar a otros a (re)construir con pasión los proyectos y anhelos aunque la esperanza y la buena suerte parecieran no acompañar ciertos tramos de la vida, pero donde a fin de cuentas el bien siempre gana.

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Sofía Stark Bittencourt (Santiago, 1992) es periodista y se ha desempeñado en diversas áreas de las comunicaciones. Dentro de sus intereses están los deportes, la literatura, el cine, los documentales y las series. Es la creadora del blog @tengoalgopacontarte.

«La buena suerte», de Rosa Montero (Editorial Alfaguara, 2020)

Sofía Stark Bittencourt

Imagen destacada: Radio Televisión Española.