[Ensayo] «Ciudadanos, no clientes»: La apuesta por un nuevo contrato social

El texto que acaban de publicar en comandita la actual ministra del Interior Izkia Siches, y el sociólogo Cristián Bellei es una lectura imprescindible para todos aquellos ciudadanos que desean abordar el proceso constituyente de una forma responsable e informada.

Por Martín Parra Olave

Publicado el 11.6.2022

Nos encontramos ad portas de votar la nueva constitución que propondrá la Convención Constitucional. Las discusiones en los medios de comunicación y en las redes sociales son cada día más intensas y apasionadas.

En efecto, luego del estallido social en octubre de 2019, se instaló en la sociedad la idea de generar cambios y transformaciones profundas, las que podrían hacer de nuestro país un lugar más digno y justo para vivir. Las demandas son muchas, sin embargo, hay dos ejes fundamentales que han venido siendo levantados desde hace décadas por los movimientos sociales: se trata de salud y de educación.

De esta forma, el libro Ciudadanos, no clientes (Paidós, 2022), de la actual ministra del Interior, la doctora Izkia Siches y del sociólogo de la Universidad de Chile, Cristián Bellei Carvacho, nos presentan dos interesantes miradas que pueden aportar a la reflexión para tomar una decisión informada al respecto.

Así, la primera idea tratada es garantizar el derecho a la salud.

 

Demandas anheladas

La mirada de Siches en este sentido es muy interesante, pues ella no cierra el problema solamente a la atención oportuna, justa y de calidad a la cual deben tener acceso todos los habitantes de nuestro territorio, sino que su planteamiento más destacado en este punto, es la visión integral del ser humano y a su derecho a crecer en un medio ambiente social y familiar sano y equilibrado, donde pueda tener acceso a todo lo que necesita para desarrollarse en plenitud.

Es lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha denominado las determinantes sociales, esto es: «las circunstancias en que las personas nacen, crecen, trabajan, viven y envejecen, incluido el conjunto más amplio de fuerzas y sistemas que influyen sobre las condiciones de la vida cotidiana».

Este planteamiento es de vital importancia para alejar la discusión de aquellos eslóganes que dicen que la nueva administración y la misma Convención, estarían por hacer desaparecer a las Isapres y a la salud privada. No es así.

Lo que se busca es generar condiciones sociales que eviten que los más pobres contraigan enfermedades o dolencias que pueden ser evitadas mejorando las condiciones en las cuales ellos viven. Es decir, las garantías que se deberían garantizar están en lo que ha sido llamado: el «sistema universal de derechos humanos. Este bloque consiste en un conjunto de mecanismos, convencionales y extraconvencionales, orientados a proteger los derechos humanos de todas las personas», reflexionan los autores.

Ideas que parecen no ser tan nuevas, sino que por el contrario, vienen siendo demandadas desde hace siglos por la humanidad, las que sin embargo siguen sin poder ponerse en practica totalmente, generando exclusión, pobreza, enfermedad y por supuesto, la muerte.

 

La experiencia formativa

El texto de Cristián Bellei Carvacho comienza con una propuesta acerca de la definición de educación, señalando que se le debe: «definir de manera integral y el derecho a la educación como un derecho humano de los niños y las niñas, en el marco de un Estado social de derechos».

Para lo cual no basta solo una modificación constitucional, sino que, al igual que en salud, deben hacerse transformaciones en instituciones, actores y todos los que tengan relación con ella, pues solamente una mirada que tenga como fin último enriquecer la experiencia formativa, permitirá mejorar la calidad de lo que tenemos ahora.

La educación es la puerta de entrada a cualquiera de los ámbitos de desarrollo humano, es por esto, que las personas con menos formación se mantienen segregadas y son discriminadas por su poca o nula preparación.

El sistema educacional público chileno fue desmantelado por el Neoliberalismo implementado por la dictadura militar, quienes aduciendo aumentar la cobertura abrieron los espacios para el desarrollo de las empresas privadas que mañosamente se dedicaron a la enseñanza en todos los niveles.

Para poder avanzar de manera positiva en este tema es fundamental incorporar a lo menos tres principios: la no discriminación, la igualdad y la inclusión, los cuales deberían ser ejes rectores en el campo educacional.

Ambos análisis, tanto el de Siches como el de Bellei, apuntan a una reforma integral, que sea capaz de generar un campo social que permita el desarrollo de las personas en todas las áreas que ellos deseen. Más que quitar a unos para dar a otros, se habla de un nuevo contrato social, donde el foco, la centralidad y todos los esfuerzos estén puestos en el crecimiento de las personas, y donde la salud y la educación sean verdaderos derechos humanos.

En definitiva, el texto Ciudadanos, no clientes (Paidós, 2022) es una lectura imprescindible para todas y todos aquellos que quieran abordar el proceso constituyente de forma responsable e informada.

 

 

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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y actualmente cursa el doctorado en literatura impartido por esta última Casa de Estudios superiores.

 

«Ciudadanos, no clientes», de Izkia Siches y Cristián Bellei (Editorial Paidós, 2022)

 

 

Martín Parra Olave

 

 

Imagen destacada: Redes sociales (Twitter).