La periodista y escritora chilena aborda en su segunda novela —presentada por Lom Ediciones— un argumento dramático de intrincadas redes de poder y de corrupción, y las cuales funcionarían al alero de una cuestionada Cámara de Diputados de la República.

Por Felipe Espinosa Alarcón

Publicado el 8.5.2020

Se trata de la segunda novela de la periodista Rossana Dresdner Cid (1961) —ex directora de comunicaciones y asesora de presidencia en la Corporación de la Cámara de Diputados—, y quien nos cuenta una historia que precisamente transcurre en ese escenario, con una protagonista que ejerce los mismos roles que la autora ejerció. Este parece ser el primer gran problema de Honorables (Lom ediciones, 2020) pues, luego de avanzada la lectura es evidente el compromiso que tiene la narradora con reflejar y denunciar hechos.

Para un narrador esto es catastrófico, porque provoca la pérdida de perspectiva en detrimento del texto.

Así, el resultado es una novela coral y fragmentaria, donde se narra la llegada y el proceso de adaptación de la protagonista —Javiera Koch—, quien se hace cargo de la dirección de comunicaciones de la Cámara. Y la cual, en el ejercicio de su función descubre importantes desvíos financieros, con fondos mal rendidos vinculados a su área. Intenta denunciar y reestructurar su departamento, pero se encuentra con la oposición transversal, tanto de los diputados en ejercicio como del Secretario General de la Corporación —Augusto Catalán—. Así, se ha presentado como un thriller político, donde el motor principal es la tensión entre quienes buscan transparentar la corrupción interna al edificio del Congreso Nacional y los artífices de esta misma, que no tienen escrúpulos a la hora de silenciar las denuncias.

En términos de forma es difícil entender la decisión de darle a esta novela la perspectiva de distintos narradores, todos ellos expresándose en primera persona. Precisamente porque la mirada de aquellos hablantes no aporta en nada al relato. Tampoco se trata de una experimentación, puesto que el estilo narrativo de esta pluralidad de voces es el mismo en todos los casos. Se entiende menos la decisión de utilizar fragmentos, dado que, lo que se cuenta en esta novela es una historia tradicional, contada linealmente y sin saltos temporales.

La forma de una novela debiera ser un aporte al desarrollo de la historia, elegirse a partir de las características de esta y potenciarla. En este caso, por las razones mencionadas, la búsqueda de innovar en la forma se transforma en un yugo para el lector, obstaculiza el ritmo del relato, lo extiende de manera excesiva, injustificada, y provoca la pérdida de los énfasis que requiere un thriller político.

Es por esto que, aunque es destacable el nivel de información que se entrega acerca de la estructura administrativa interna de la Corporación de la Cámara de Diputados, lo esencial de esta novela pudo ser contado sin compromiso, sin detalles innecesarios, con la estructura adecuada para las características del relato y en una extensión muy inferior.

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Felipe Espinosa Alarcón (Chillán, 1989) es poeta y estudiante de Derecho en la Universidad Diego Portales, además de uno de los fundadores y gestores de las Jornadas de Derecho y Literatura auspiciadas por la Universidad de Chile y la UDP.

«Honorables», de Rossana Dresdner (Lom Ediciones, 2020)

Rossana Dresdner

Felipe Espinosa Alarcón

Imagen destacada: Los disputados de la República Diego Schalper y Kenneth Giorgio Jackson.