Icono del sitio Cine y Literatura

«La Jetée»: El filme fundacional de la ciencia ficción audiovisual

Este cortometraje del realizador francés Chris Marker —que data de 1962 y el cual se extiende por casi media hora— establece el tratamiento que se le dará a la dimensión del tiempo en futuros créditos del género como «Doce monos», de Terry Gilliam y «La llegada», de Denis Villeneuve.

Por Aníbal Ricci Anduaga

Publicado el 13.5.2020

La Jetée (El muelle) es un mediometraje francés de apenas 28 minutos, un prodigio de montaje a partir de fotografías fijas. La película plantea la necesidad de enviar a un hombre a través del tiempo con el fin de salvar a la humanidad de las consecuencias de una Tercera Guerra Mundial.

Primero lo envían al pasado alentados por el recuerdo que tiene este prisionero de una imagen de su infancia: una mujer que espera en el aeropuerto de Orly. Los científicos utilizarán esa fijación para experimentar la tolerancia de su mente con el objeto de que posteriormente logre contactar con habitantes del futuro.

Terry Gilliam adaptaría esta historia para dar origen a Doce monos (1995): «Al vivir en distintas dimensiones no se puede distinguir la realidad», señala James Cole (Bruce Willis) a los científicos, estableciendo una mayor complejidad al viaje en el tiempo.

En la cinta francesa, el sujeto experimental vive las travesías como un continuo lineal, no hay confusión mental aparente, salvo al final cuando se da cuenta de que el recuerdo de la infancia era el de su propio futuro.

La idea de aferrarse a los sentimientos por la mujer del pasado es abordada en ambas películas, pero Gilliam construye al personaje desde la perspectiva de la alucinación paranoica, utilizando hábilmente la psicología de alguien que sufre el síndrome de Casandra (creer que puede ver el futuro).

El muelle será un referente obligado para las futuras películas de ciencia ficción.

Rian Johnson plantea un guion diferente al sugerir la simultaneidad del tiempo en Looper (2012), esto es, el personaje del futuro se encuentra con su homólogo enviado al pasado (ambos conviven en un mismo plano), pero su versión futura (Bruce Willis, otra vez) experimenta unas emociones mezcla de pasado y de futuro, por lo que la realidad (antes confusa de James Cole) ahora es realmente compleja: la mente de este nuevo personaje genera una memoria borrosa que hace imposible disfrutar de la instantaneidad temporal.

La toma de decisiones es cada vez más complicada conforme va cambiando el enfoque de los personajes en las diferentes películas. En las dos primeras (El muelle y Doce monos) los personajes buscan refugio en el pasado, y la memoria persigue equilibrarse a partir del recuerdo. En Looper, en cambio, se busca refugio en el futuro debido a que el pasado se presenta borroso.

Otra variante de la instantaneidad temporal es la que plantea Denis Villeneuve en La llegada (2016) donde la doctora Louise Banks accede a un lenguaje alienígena que permite a su mente interpretar el pasado, presente y futuro al mismo tiempo, que implica el acceso a una cuarta dimensión (el tiempo) muy diferente a la percepción común de los seres humanos.

En este caso, la doctora toma decisiones mucho más complejas que en las cintas anteriores, pero a partir de una mente comprensiva que entiende la simultaneidad del tiempo de manera equilibrada. Su memoria no se establece en el pasado o el futuro sino en todo el espectro del tiempo. En este último caso, las emociones fluyen de manera armónica y los sentimientos no se quedan atascados ni se distorsionan.

En resumen, a partir del viaje en el tiempo visionado en El muelle es posible generar otras interpretaciones de las implicancias mentales que dichos viajes imponen a la toma de decisiones.

El escritor y antropólogo peruano Carlos Castañeda postulaba que: «en un mundo donde la muerte es el cazador, no hay lugar para dudas ni lamentos, sólo hay tiempo para decisiones», visión profundizada en estas películas de ciencia ficción en relación a la importancia del tiempo, de cómo nuestras decisiones actuales cambian de una vez y para siempre nuestra existencia.

 

También puedes leer:

Cine de mundos en peligro: Doce monos, de Terry Gilliam: El bucle de la vida.

 

***

Aníbal Ricci Anduaga (Santiago, 1968) ha publicado las novelas FearEl rincón más lejano, Tan lejos. Tan cerca, El pasado nunca termina de ocurrir; y las nouvelles Siempre me roban el reloj, El martirio de los días y las noches, además de los volúmenes de Sin besos en la boca (cuentos), Meditaciones de los jueves (cuentos y ensayos), Reflexiones de la imagen (cine).

 

 

 

Tráiler:

 

 

Aníbal Ricci Anduaga

 

 

Imagen destacada: Hélène Chatelain en La jetée (1962).

Salir de la versión móvil